Estrés psicológico
El estrés es una sensación de tensión emocional o física. Puede provenir de cualquier acontecimiento o pensamiento que le haga sentirse frustrado, enfadado o nervioso. El estrés es la reacción de su cuerpo ante un reto o una exigencia. En breves momentos, el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o a cumplir un plazo. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede ser perjudicial para la salud.Consideraciones
El estrés es un sentimiento normal. Hay dos tipos principales de estrés:EL ESTRÉS Y SU CUERPOSu cuerpo reacciona al estrés liberando hormonas. Estas hormonas hacen que tu cerebro esté más alerta, hacen que tus músculos se tensen y aumentan tu pulso. A corto plazo, estas reacciones son buenas porque pueden ayudarte a manejar la situación que causa el estrés. Cuando el estrés es crónico, el cuerpo se mantiene alerta aunque no haya peligro. Con el tiempo, esto le pone en riesgo de sufrir problemas de salud, como por ejemplo: Si ya tiene una condición de salud, el estrés crónico puede empeorarla.SEÑALES DE MUCHO ESTRÉSEl estrés puede causar muchos tipos de síntomas físicos y emocionales. A veces, es posible que no se dé cuenta de que estos síntomas están causados por el estrés. Estos son algunos signos de que el estrés puede estar afectándole:Causas
Respuesta al estrés
Una situación estresante -ya sea algo ambiental, como un plazo de entrega inminente en el trabajo, o psicológica, como la preocupación persistente por perder un empleo- puede desencadenar una cascada de hormonas del estrés que producen cambios fisiológicos bien orquestados. Un incidente estresante puede hacer que el corazón lata con fuerza y la respiración se acelere. Los músculos se tensan y aparecen gotas de sudor.
Esta combinación de reacciones al estrés también se conoce como la respuesta de “lucha o huida”, ya que evolucionó como un mecanismo de supervivencia que permite a las personas y a otros mamíferos reaccionar rápidamente ante situaciones que amenazan la vida. La secuencia de cambios hormonales y respuestas fisiológicas, cuidadosamente orquestada pero casi instantánea, ayuda a luchar contra la amenaza o a huir hacia un lugar seguro. Por desgracia, el cuerpo también puede reaccionar de forma exagerada ante factores de estrés que no suponen una amenaza para la vida, como los atascos, la presión laboral y las dificultades familiares.
A lo largo de los años, los investigadores no sólo han aprendido cómo y por qué se producen estas reacciones, sino que también han adquirido conocimientos sobre los efectos a largo plazo que el estrés crónico tiene en la salud física y psicológica. Con el tiempo, la activación repetida de la respuesta al estrés pasa factura al organismo. Las investigaciones sugieren que el estrés crónico contribuye a la hipertensión arterial, favorece la formación de depósitos que obstruyen las arterias y provoca cambios cerebrales que pueden contribuir a la ansiedad, la depresión y la adicción. Otras investigaciones preliminares sugieren que el estrés crónico también puede contribuir a la obesidad, tanto por mecanismos directos (haciendo que la gente coma más) como indirectos (disminuyendo el sueño y el ejercicio).
Estrés emocional
Los síntomas del estrés pueden estar afectando a su salud, aunque no se dé cuenta. Puede pensar que la enfermedad es la culpable de ese irritante dolor de cabeza, de su frecuente insomnio o de su menor productividad en el trabajo. Pero el estrés puede ser en realidad la causa.
De hecho, los síntomas del estrés pueden afectar a su cuerpo, a sus pensamientos y sentimientos, y a su comportamiento. Ser capaz de reconocer los síntomas comunes del estrés puede ayudarle a controlarlos. El estrés que no se controla puede contribuir a muchos problemas de salud, como la hipertensión, las enfermedades cardíacas, la obesidad y la diabetes.
Intente encontrar formas activas de controlar el estrés. Las formas inactivas de controlar el estrés, como ver la televisión, navegar por Internet o jugar a videojuegos, pueden parecer relajantes, pero pueden aumentar el estrés a largo plazo.
Si no está seguro de si el estrés es la causa o si ha tomado medidas para controlar su estrés pero sus síntomas continúan, consulte a su médico. Es posible que el médico quiera comprobar otras posibles causas. O considere la posibilidad de acudir a un consejero o terapeuta profesional, que puede ayudarle a identificar las fuentes de su estrés y a aprender nuevas herramientas de afrontamiento.
Tipos de estrés
Los ajustes fisiológicos agudos que se registran durante la realización de tareas de resolución de problemas o psicomotoras en el laboratorio incluyen: aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial; alteraciones del gasto cardíaco y de la resistencia vascular periférica; aumento de la tensión muscular y de la actividad electrodérmica (glándulas sudoríparas); alteraciones del patrón respiratorio; y modificaciones de la actividad gastrointestinal y de la función inmunitaria. Las respuestas neurohormonales mejor estudiadas son las de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y el cortisol. La noradrenalina es el principal transmisor liberado por los nervios de la rama simpática del sistema nervioso autónomo. La adrenalina es liberada por la médula suprarrenal tras la estimulación del sistema nervioso simpático, mientras que la activación de la hipófisis por parte de los centros superiores del cerebro da lugar a la liberación de cortisol por parte de la corteza suprarrenal. Estas hormonas apoyan la activación autonómica durante el estrés y son responsables de otros cambios agudos, como la estimulación de los procesos que gobiernan la coagulación de la sangre y la liberación de los suministros de energía almacenados en el tejido adiposo. Es probable que este tipo de respuestas también se observen durante el estrés laboral, pero se necesitan estudios en los que se simulen las condiciones de trabajo, o en los que se ponga a prueba a las personas en sus trabajos normales, para demostrar tales efectos.