Fobias raras
¿Por qué tengo tanto miedo a que las cosas salgan mal? El trastorno de ansiedad social implica un miedo extremo al rechazo o al juicio negativo. A menudo, estos temores van acompañados de síntomas de ansiedad física. Si tienes ansiedad social, puede que te preocupe decir algo embarazoso o dar un paso en falso que te cueste amigos o tu trabajo.
El trastorno de hurgarse las uñas (onicotilomanía) se caracteriza por hurgarse o arrancarse excesivamente las uñas de las manos o de los pies. Este trastorno ha recibido escasa atención en la investigación y puede estar relacionado con otros comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo, como morderse las uñas de forma patológica, hurgarse la piel y tirarse del pelo.
¿Por qué me arranco las uñas de los pies? La onicotilomanía es un tipo inusual de trastorno de la conducta suicida caracterizado por un comportamiento automutilante crónico y recurrente dirigido al aparato ungueal. Se define especialmente por un impulso irresistible en los pacientes de arrancarse las uñas de las manos y/o de los pies.
Los comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo, como morderse y arrancarse las uñas, también pueden ser síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Cuando se realizan estos comportamientos, se obtiene placer o alivio, lo que hace que continúe el ciclo. Las investigaciones también demuestran que los tics en las uñas (movimientos repetitivos) pueden aliviar la tensión.
Oikophobia
Todos somos miedosos de una manera u otra: Ya sean las arañas, las alturas, los payasos, etc., todos tenemos algo que nos pone los pelos de punta. Pero, ¿cuál es la diferencia entre un miedo ordinario y una fobia? “Los términos suelen utilizarse indistintamente, pero en realidad las fobias son una versión más extrema que afecta a menos del 10% de la población”, dice Simira Freeman, psicóloga clínica y propietaria de Chaise Solutions LLC. en Nueva York. ¿Qué diferencia a las fobias? El encuentro con un objeto o circunstancia a la que alguien tiene fobia desencadena una respuesta de miedo intensa, emocional y llena de ansiedad que a menudo interfiere en la vida cotidiana; puede llegar a provocar un ataque de pánico y una evitación obsesiva. “Lo consume todo”, dice Freeman. “Este es un rasgo distintivo de las fobias”. Haz clic para conocer los miedos menos conocidos.
Esta fobia la suelen padecer los adultos mayores que tienen problemas para adaptarse al uso de las nuevas tecnologías, como ordenadores, tabletas o smartphones. “A menudo se agrava por los sentimientos de baja autoestima o el miedo a ser juzgado con dureza”, dice Lucia Wallis Smith, LPC, especialista en ansiedad en Clear Mind Counseling LLC. en Nueva Jersey.
Araquibutirofobia
¿Cuáles son las fobias más extrañas? ¿Seguro que no son más que miedos cotidianos, irracionales, abrumadores y debilitantes a objetos, lugares, situaciones, sentimientos o animales, como las alturas y las arañas? Pues se sorprenderá. Estas extrañas fobias te dejarán boquiabierto…
Bajando el tono, la primera entrada de nuestra lista es la urofobia. Al parecer, esta extraña fobia puede dividirse en dos causas fundamentales. En primer lugar, el olor desagradable de esta secreción dorada y brillante, y en segundo lugar, el dolor que se experimenta al orinar. Sólo podemos suponer/esperar que la segunda causa sea menos común.
Si eres Mick Hucknall o Rick Flair, este miedo puede sonar completamente extraño y la última cosa en el mundo a la que tendrías miedo. Sin embargo, nuestra segunda entrada, la venustrafobia, es bastante común en Japón, donde los hombres dicen sentirse demasiado intimidados para acercarse a las mujeres hermosas.
Sorprendentemente, ésta no tiene nada que ver con la muerte o el pago de la hipoteca. La mortuusequusfobia es en realidad el miedo al ketchup de tomate. Y para todos los amantes de Heinz, no tiene nada que ver con la marca. Es el miedo a todo el ketchup.
Miedos divertidos
La tafofobia es el miedo a ser enterrado vivo. Las investigaciones sugieren que surgió (y probablemente llegó a su punto álgido) durante el siglo XVIII, en una época en la que la peste hacía estragos y la gente temía que los médicos o los profesionales de la medicina los declararan muertos por error. La tafofobia era un fenómeno tan extendido que existían “ataúdes de seguridad” y los cadáveres solían almacenarse durante mucho tiempo antes de ser enterrados para asegurarse de que no se despertaran.
La eisoptrofobia es el miedo a los espejos o, más concretamente, a ver el propio reflejo en un espejo. Mirarse en un espejo puede causar a las personas con eisoptrofobia vergüenza o angustia, y puede conducir a la depresión, según un estudio de caso de 2014 que detalla la lucha de 30 años de una mujer de 55 años con esta fobia.
La ombrofobia es el miedo a la lluvia. Forma parte de una categoría que los investigadores denominan “fobias al entorno natural”, que también incluye los huracanes (lilapsofobia), la nieve (cionofobia), el frío (criofobia) y el viento (ancrafobia). Las personas con estas fobias pueden ser más propensas a tener algún tipo de educación formal relacionada con la meteorología, lo que las dota de “una mayor comprensión de los peligros potenciales asociados al mal tiempo”, según los autores de un estudio reciente.