Miedos comunes de los adolescentes
Una fobia es un miedo identificable y persistente que es excesivo o irracional y que se desencadena por la presencia o la anticipación de un objeto o situación específicos. Los niños y adolescentes con una o más fobias experimentan constantemente ansiedad cuando se exponen al objeto o situación específicos. Las fobias más comunes son el miedo a los animales, a los insectos, a la sangre, a las alturas, a los espacios cerrados o a volar. En los niños y adolescentes, el miedo identificado debe durar al menos seis meses para ser considerado una fobia y no un miedo transitorio. Los tipos de fobias que se observan en niños y adolescentes son los siguientes:
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen a la aparición de las fobias. Las fobias específicas se han asociado a un primer encuentro temeroso con el objeto o la situación fóbica. Sin embargo, sigue existiendo la duda de si esta exposición condicionante es necesaria o si las fobias pueden desarrollarse en individuos genéticamente predispuestos.
A continuación se describen los síntomas más comunes que pueden aparecer cuando un niño o un adolescente se expone o anticipa la exposición a un objeto o una situación específica que le produce un miedo o una ansiedad intensos. Sin embargo, cada adolescente experimenta los síntomas de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Tipos de fobias
Una fobia es un miedo identificable y persistente que es excesivo o irracional y que se desencadena por la presencia o la anticipación de un objeto o una situación específica. Los niños y adolescentes que padecen una o más fobias experimentan constantemente ansiedad cuando se exponen al objeto o situación específicos. Las fobias más comunes son el miedo a los animales, a los insectos, a la sangre, a las alturas, a los espacios cerrados o a volar. En los niños y adolescentes, el miedo identificado debe durar al menos seis meses para ser considerado una fobia y no un miedo transitorio. Los tipos de fobias que se observan en niños y adolescentes son los siguientes:
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen a la aparición de las fobias. Las fobias específicas se han asociado a un primer encuentro temeroso con el objeto o la situación fóbica. Sin embargo, sigue existiendo la duda de si esta exposición condicionante es necesaria o si las fobias pueden desarrollarse en individuos genéticamente predispuestos.
A continuación se describen los síntomas más comunes que pueden aparecer cuando un niño o un adolescente se expone o anticipa la exposición a un objeto o una situación específica que le produce un miedo o una ansiedad intensos. Sin embargo, cada adolescente experimenta los síntomas de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
Fobias en adultos
Los niños pueden experimentar miedo a cualquier edad y, a menudo, esos miedos son una parte normal de su desarrollo. Algunos miedos pueden ser leves o de corta duración, mientras que otros pueden interferir en las actividades diarias del niño.
“Hay muchos miedos típicos de la infancia que pueden hacer que los niños se sientan ansiosos”, dice la doctora Jasmine Ghannadpour, psicóloga clínica de Children’s Health℠ y profesora adjunta de UT Southwestern. “Un poco de miedo es natural y predecible, pero a veces el miedo puede volverse más profundo y problemático”.
Como padre, es natural querer consolar a su hijo y protegerlo cuando tiene miedo. Pero entender cómo y cuándo intervenir le ayudará a equilibrar sus instintos de crianza contra el refuerzo de la ansiedad de su hijo. El Dr. Ghannadpour comparte las preocupaciones más comunes en las distintas etapas de desarrollo y cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a superar esos miedos.
El miedo puede hacer que los niños sean precavidos. También puede guiarles a pedir ayuda cuando no están seguros o temen una situación. “El miedo es normal y adaptativo. Algunos miedos pueden ayudar a motivar a los niños a mejorar, pero los miedos irracionales pueden ser preocupantes”, dice el Dr. Ghannadpour.
Ataque de fobia
Una fobia es el nombre elegante de un miedo. Pero una fobia no es cualquier tipo de miedo. Es normal que los niños tengan miedo a cosas, como hacer un examen difícil en el colegio, cruzarse con un perro que gruñe en la calle o escuchar un enorme trueno.
Una fobia es diferente porque es un miedo muy fuerte a una situación o cosa. También es un tipo de miedo que no desaparece. Los niños que tienen una fobia tendrán miedo de algo cada vez que lo vean o experimenten. Los niños que tienen fobias suelen hacer todo lo posible por evitar la situación o cosa que les asusta. Por ejemplo, algunos niños pueden tener fobia a estar en espacios cerrados y les da miedo coger un ascensor.
Los ataques de pánico pueden ser realmente aterradores y pueden hacer que alguien tiemble, sude y respire rápidamente. Algunas personas que sufren ataques de pánico pueden tener dolores en el pecho, sentirse mareadas o sentir que su corazón late con fuerza y no pueden respirar.
Un ataque de pánico puede hacer que un niño piense que va a ocurrir algo horrible, que no puede escapar o que puede perder el control. Algunos niños que sufren ataques de pánico dicen que, cuando los ataques se producen, sienten que no pueden pensar con claridad o que “se están volviendo locos”.