Fobia a los patos
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El miedo irracional y excesivo a ser tocado se denomina hafobia. Puede provocar una serie de síntomas de ansiedad o pánico cuando uno se encuentra en una situación en la que puede ser tocado y a menudo lleva a evitar estas situaciones.
La hafefobia es un tipo de trastorno de ansiedad denominado fobia específica. Puede ser diagnosticada y tratada por un profesional de la salud mental. En este artículo se analizan el diagnóstico, las causas y las opciones de tratamiento de la hafefobia.
La hafefobia puede tener un gran impacto en su vida. Los síntomas de esta afección dependen de la gravedad y del tipo de contacto. Puede ser un sentimiento de miedo profundo o una respuesta extrema que puede causar trastornos en la vida.
La hafobia no es lo mismo que una sensibilidad al tacto que puede estar presente en ciertas condiciones (llamada alodinia) o un trastorno de procesamiento sensorial en el que una persona no responde normalmente a los estímulos.
Por qué odio tanto los pies
Otro nombre para la fobia a las lesiones es traumatofobia, del griego τραῦμα (trauma), “herida, dolor”[2] y φόβος (phobos), “miedo”.[3] Se asocia con la fobia a la sangre y a las inyecciones. Quienes la padecen muestran una ansiedad irracional o excesiva y un deseo de evitar objetos y situaciones específicas temidas, hasta el punto de evitar procedimientos médicos que podrían salvar la vida[4]. Según un estudio, es más común en las mujeres[5].
Lo que diferencia a la fobia a las lesiones es que, cuando una persona se expone a la sangre, a una lesión o a una inyección, empieza a experimentar sensaciones extremas de terror, como falta de aire; sudoración excesiva; sequedad de boca; sensación de malestar; temblores; palpitaciones del corazón; incapacidad para hablar o pensar con claridad; miedo a morir, a volverse loco o a perder el control; una sensación de alejamiento de la realidad; o un ataque de ansiedad total[6].
Los tratamientos disponibles son en su mayoría terapias conductuales y cognitivas, siendo la más común la conductual. Un método de terapia conductual para la traumatofobia consiste en exponer al cliente a los estímulos, que en este caso son la exposición a la sangre, las lesiones y las inyecciones, y repetir el proceso hasta que las reacciones del cliente disminuyan y/o se curen. La hipnoterapia también es una opción.
Odio los pies
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La hafobia consiste en el miedo al tacto. Aunque es poco frecuente, suele ser una fobia devastadora. Pertenece a la clase de fobias conocidas como fobias específicas, que son miedos a un objeto o situación concretos. Si tiene hafefobia, teme que le toque cualquier persona, aunque algunas personas sólo temen que les toquen los de otro sexo.
El miedo irracional a que te toquen es inusual, ya que no está especialmente vinculado a otros trastornos relacionados con la ansiedad, como la fobia social (trastorno de ansiedad social) o el miedo a la vulnerabilidad o a la intimidad. Muchas personas con hafefobia pueden establecer vínculos cálidos y estrechos con otras personas, aunque les preocupe que esos vínculos estén en peligro debido a su incapacidad para mostrar afecto físico.
Miedo a ser olvidado
Después de leer un post muy interesante sobre las fobias, he decidido escribir sobre mi fobia más destacada e investigar por qué me da tanto miedo. Mi mayor miedo en el mundo son los pies de los demás. Sí, sé que suena absolutamente ridículo e infantil, pero en realidad no soporto la idea de que los pies de alguien me toquen, estén cerca de mí o yo tenga que tocarlos. Clínicamente esto se llama podofobia.
Personalmente, mi miedo a los pies proviene de cuando era pequeña. Mi mejor amiga de primer grado jugaba al fútbol y a menudo tenía pie de atleta. Se quitaba toda la asquerosa piel muerta de los pies y la dejaba en la almohada en la que yo dormía. Está claro que de niña estaba traumatizada, pero ¿por qué ahora, con 18 años, sigo teniendo ese miedo?
Después de mucho investigar me interesó saber que los científicos nunca han hecho ningún estudio sobre la podofobia y todavía no tienen ninguna razón discernible de por qué la gente la tiene. Aunque había pocas causas conocidas para la podofobia, parecía haber muchas personas que pensaban que podían curar a la gente de esto. La más popular que encontré fue una sesión de audio en línea que hipnotizaba a los pacientes y mientras estaban en hipnosis les “quitaba” el miedo a los pies. Según este proceso hipnótico las fobias son simplemente patrones de comportamiento aprendidos que descansan en nuestra mente inconsciente. Al inducir el estado hipnótico, el hipnotizador pretende romper el patrón negativo y hacer que el paciente acepte un nuevo condicionamiento en su lugar. Si esto realmente funciona, nadie puede estar seguro, ya que no hay estudios concluyentes que demuestren sus efectos, y yo no estaba muy dispuesto a gastar 8 dólares en el set de audio, así que no pude probarlo yo mismo.