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Fobia a estar encerrado

junio 16, 2022
Fobia a estar encerrado

Escopofobia

La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. Puede desencadenarse por muchas situaciones o estímulos, como los ascensores, especialmente cuando están abarrotados, las habitaciones sin ventanas y las habitaciones de hotel con puertas cerradas y ventanas selladas. Incluso las habitaciones con cerradura en el exterior, los coches pequeños y la ropa ajustada al cuello pueden inducir una respuesta en las personas con claustrofobia. Se suele clasificar como un trastorno de ansiedad, que a menudo da lugar a ataques de pánico. La aparición de la claustrofobia se ha atribuido a muchos factores, como la reducción del tamaño de la amígdala y el condicionamiento clásico.

Un estudio indica que entre el 5 y el 10% de la población mundial padece claustrofobia grave, pero sólo un pequeño porcentaje de estas personas recibe algún tipo de tratamiento para el trastorno.

La claustrofobia está clasificada como un trastorno mental y conductual, [1] específicamente un trastorno de ansiedad. Los síntomas suelen desarrollarse durante la infancia o la adolescencia[2]. Se cree que la claustrofobia suele tener un síntoma clave: el miedo a la asfixia. En al menos uno, si no varios, de los siguientes ámbitos: habitaciones pequeñas, aparatos de resonancia magnética o de TAC, coches, autobuses, aviones, trenes, túneles, cuevas submarinas, sótanos, ascensores y cuevas.

Amaxofobia

Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.

  Fobia a conducir nombre

Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.

Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias simplemente se producen en personas propensas a tenerlas.

Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.

Laberintofobia

La cleitofobia es el miedo a quedar atrapado. Es una “fobia específica” (a diferencia de la fobia social). La cleitrofobia puede afectar a adultos o niños. El trastorno implica síntomas significativos de miedo o ansiedad cuando uno está realmente atrapado, teme estarlo o piensa en estarlo. Estos síntomas pueden incluir:

Puede ser bastante difícil diferenciar la cleitrofobia de la claustrofobia. La distinción importante entre ambas es que la cleitrofobia es el miedo a una situación. La claustrofobia, en cambio, es un miedo a los espacios pequeños o cerrados, es decir, un miedo a un tipo de lugar.

Para ilustrar esta distinción, alguien con claustrofobia podría sentirse ansioso al entrar en una tienda de campaña pequeña, pero alguien con cleitrofobia se sentiría bien. La diferencia se debe a la facilidad percibida para salir y a la probabilidad percibida de quedar atrapado.

  Que causa la fobia social

Un ascensor suele ser un reto para las personas con cleitrofobia o claustrofobia porque es un espacio pequeño y cerrado y siempre existe la posibilidad de que las puertas no se abran cuando deberían. Este no es el caso de la pequeña tienda de campaña descrita anteriormente, ya que la puerta (solapa) se abre o cierra fácilmente.

Oulinofobia

Claustrofobia puede utilizarse para describir a alguien con miedo a los espacios pequeños y cerrados. Si eres claustrofóbico, no hay casi nada que te dé más miedo que la perspectiva de quedarte atrapado en un ascensor durante mucho tiempo.

El latín phobia significa miedo. En este caso, está emparejado con claudere, que significa “cerrar”; claustrofóbico describe el miedo a estar en un espacio pequeño y cerrado. Se puede utilizar esta palabra para hablar de alguien con una afección psiquiátrica o con una afección más leve, incluso sólo una aversión a los espacios pequeños o cerrados. También puedes utilizar “claustrofóbico” para describir un lugar que te produce pánico, como la sala claustrofóbica de la biblioteca donde se reúne tu club de manga cada semana.

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