Prueba de estrés crónico
“Las hormonas del estrés norepinefrina, epinefrina, dopamina y cortisol pueden aumentar con el estrés derivado de los acontecimientos de la vida, el trabajo, las relaciones, las finanzas, etc. Y confirmamos que el estrés es un factor clave que contribuye al riesgo de hipertensión y eventos cardiovasculares”, dijo el autor del estudio Kosuke Inoue, M.D., Ph.D., profesor asistente de epidemiología social en la Universidad de Kyoto en Kyoto, Japón. Inoue también está afiliado al departamento de epidemiología de la Escuela de Salud Pública Fielding de la Universidad de California en Los Ángeles.
“Las investigaciones anteriores se centraban en la relación entre los niveles de la hormona del estrés y la hipertensión o los eventos cardiovasculares en pacientes con hipertensión existente. Sin embargo, faltan estudios sobre adultos sin hipertensión”, afirma Inoue. “Es importante examinar el impacto del estrés en los adultos de la población general porque proporciona nueva información sobre si es necesario considerar la medición rutinaria de las hormonas del estrés para prevenir la hipertensión y los eventos de ECV”.
Disminución del cortisol
Una situación estresante -ya sea algo ambiental, como un plazo de entrega inminente en el trabajo, o psicológica, como la preocupación persistente por perder un empleo- puede desencadenar una cascada de hormonas del estrés que producen cambios fisiológicos bien orquestados. Un incidente estresante puede hacer que el corazón lata con fuerza y la respiración se acelere. Los músculos se tensan y aparecen gotas de sudor.
Esta combinación de reacciones al estrés también se conoce como la respuesta de “lucha o huida”, ya que evolucionó como un mecanismo de supervivencia que permite a las personas y a otros mamíferos reaccionar rápidamente ante situaciones que amenazan la vida. La secuencia de cambios hormonales y respuestas fisiológicas, cuidadosamente orquestada pero casi instantánea, ayuda a luchar contra la amenaza o a huir hacia un lugar seguro. Por desgracia, el cuerpo también puede reaccionar de forma exagerada ante factores de estrés que no suponen una amenaza para la vida, como los atascos, la presión laboral y las dificultades familiares.
A lo largo de los años, los investigadores no sólo han aprendido cómo y por qué se producen estas reacciones, sino que también han adquirido conocimientos sobre los efectos a largo plazo que el estrés crónico tiene en la salud física y psicológica. Con el tiempo, la activación repetida de la respuesta al estrés pasa factura al organismo. Las investigaciones sugieren que el estrés crónico contribuye a la hipertensión arterial, favorece la formación de depósitos que obstruyen las arterias y provoca cambios cerebrales que pueden contribuir a la ansiedad, la depresión y la adicción. Otras investigaciones preliminares sugieren que el estrés crónico también puede contribuir a la obesidad, tanto por mecanismos directos (haciendo que la gente coma más) como indirectos (disminuyendo el sueño y el ejercicio).
Síntomas de estrés crónico
El estrés es un acontecimiento complejo que afecta a la homeostasis de todo el organismo. En casos de estrés, la concentración/liberación de hormonas del estrés/catecolaminas puede elevarse entre 20 y 40 veces los valores fisiológicos y puede alcanzar entre 0,17 y 0,54 μg por minuto. En algunos órganos, como el bazo o el intestino, pueden provocar concentraciones locales de hasta 0,1-1 mM (Felten y Olschowka, 1987; Bergquist et al., 1998). Esto se debe a la descarga de vesículas sinápticas en las terminaciones nerviosas noradrenérgicas. Las catecolaminas (dopamina, norepinefrina y epinefrina) se encuentran en todos los reinos vegetal y animal (Akula y Mukherjee, 2020). En los mamíferos, pueden estimular la lipólisis y la glucogenólisis y movilizar la energía más rápidamente que el cortisol, ya que la actividad de este último requiere la transcripción de genes.
Las catecolaminas son compuestos orgánicos nitrogenados derivados del aminoácido L-tirosina (Figura 1). El primer paso en la biosíntesis de estas moléculas es la hidroxilación de la L-tirosina a L-dopa (L-dihidroxi-fenilalanina) por la tirosina hidroxilasa. A continuación, la L-dopa es descarboxilada en dopamina por la Dopa-decarboxilasa. Esta hormona es convertida sucesivamente en norepinefrina (NE) y luego en epinefrina (Epi) por la dopamina β-hidroxilasa y la feniletanolamina-N-metiltransferasa, respectivamente.
Estrés crónico
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Reimpresiones y permisosAcerca de este artículoCite este artículoKoelsch, S., Boehlig, A., Hohenadel, M. et al. El impacto del estrés agudo en las hormonas y citoquinas y cómo su recuperación se ve afectada por el estado de ánimo positivo evocado por la música.
Sci Rep 6, 23008 (2016). https://doi.org/10.1038/srep23008Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
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