Trastorno de ansiedad
Una sensación de pesadez o incomodidad en la cabeza puede hacer que el día sea especialmente difícil. Por ejemplo, puede sentir que no puede sostener la cabeza (cabeza pesada) o que tiene una banda apretada alrededor de la cabeza. Los médicos suelen asociar la pesadez de cabeza con el cansancio, los dolores de cabeza, la niebla cerebral, los mareos, el dolor de cuello y la presión en la cabeza y la cara.
Cuando la cabeza se siente pesada, puede ser un síntoma de varias afecciones diferentes, por lo que determinar la causa es un reto. Tendrá que evaluar todos sus síntomas y los acontecimientos recientes de su vida para determinar las causas de su sensación de incomodidad en la cabeza. Sin embargo, la ansiedad es casi siempre una de las principales causas de la pesadez de cabeza y las cefaleas tensionales.
La ansiedad se refiere a la sensación de miedo, preocupación o nerviosismo antes, durante y después de un acontecimiento estresante. Un ataque de ansiedad puede provocar presión y pesadez en la cabeza, junto con un corazón acelerado, problemas de concentración y sudoración.
Para la mayoría de las personas, la ansiedad aparece y desaparece. Sin embargo, para otras, la ansiedad puede persistir y empeorar con el tiempo. Cuando persiste e interfiere en su vida diaria, es posible que sufra un trastorno de ansiedad. Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son:
Dolor de cabeza cuando no se come lo suficiente
Culpe a su sistema nervioso autónomo. Se trata de un sistema del cuerpo que no controlas conscientemente, pero que regula cosas como el ritmo cardíaco, la respiración, la micción y la función sexual. También es el sistema que reacciona cuando estás bajo una amenaza física. El sistema nervioso autónomo produce su respuesta de lucha o huida, que está diseñada para ayudarle a defenderse o a huir del peligro.
Para algunas personas, esta situación es el inicio de un círculo vicioso. “La ansiedad y el estrés producen por sí mismos estos síntomas físicos y, además, tu reacción a esos síntomas puede empeorarlos. Cuanto más te concentras en ellos, más te alarmas y más intensos se vuelven tus síntomas”, dice el Dr. Barsky. “Puede llegar a estar realmente fuera de control y volverse tan incómodo que tal vez no puedas hacer mucho más que sentarte y preocuparte”.
Es posible que te obsesiones tanto con los efectos físicos de tu estado de ansiedad que ni siquiera te des cuenta de que estabas ansioso para empezar, dice el Dr. Barsky. Entonces, ¿cómo saber si la ansiedad está causando sus síntomas? Y si lo es, ¿cómo puede sentirse mejor? El Dr. Barsky ofrece algunos consejos para ayudarle a interrumpir este ciclo.
Estrés por no comer
Brandi Jones MSN-Ed, RN-BC es una enfermera titulada y propietaria de Brandi Jones LLC, donde escribe blogs sobre salud y bienestar, artículos y educación. Vive con su marido y su springer spaniel y disfruta acampando y explotando su creatividad en su tiempo libre.
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Los síntomas de la falta de alimentación varían en función del tiempo transcurrido desde la última vez que una persona comió, la edad y las enfermedades crónicas que pueda tener. Algunos de los síntomas iniciales son el resultado de que el cuerpo no tiene suficiente azúcar e incluyen temblores, irritabilidad, náuseas y otros. En la mayoría de los casos, comer resuelve estos síntomas.
Si una persona sigue sin comer, puede tener problemas de dicción, confusión, síncope (desmayos) o convulsiones. La falta de alimentación prolongada puede provocar una grave pérdida de peso, fatiga, depresión y problemas estomacales.
Dolor de cabeza por ansiedad
En primer lugar, descubrieron que las personas con migraña tenían una mayor prevalencia de trastornos alimentarios, más síntomas de ansiedad y depresión y una mayor prevalencia de neuroticismo. Las personas afectadas por este trastorno también tenían una peor calidad de vida. A continuación, dividieron el grupo de migrañosos en dos: con y sin trastornos alimentarios, basándose en el Test de Actitudes Alimentarias. Lo que descubrieron fue lo siguiente: las personas con migraña que también padecían un trastorno alimentario tenían un dolor más intenso con un mayor impacto en su calidad de vida. También eran más obesas, tenían más ansiedad, depresión y una mayor prevalencia de neuroticismo.
La asociación entre la migraña y los trastornos alimentarios podría estar relacionada con la disfunción de la serotonina, una condición común a ambos trastornos. El descubrimiento de que las personas con migraña y trastornos alimentarios concomitantes tienen más ansiedad y depresión corrobora esta posibilidad, según los investigadores.
La migraña es una enfermedad compleja que afecta a millones de personas con un alto impacto en la calidad de vida (2). En una consulta neurológica habitual por migraña, no es habitual preguntar a los pacientes por sus hábitos alimentarios y rasgos de personalidad. Este estudio muestra la importancia de buscar esas comorbilidades durante la visita médica. Los resultados abren una nueva ventana de posibilidades en el tratamiento de la migraña, centrándose en la terapia conductual dirigida a los trastornos de la alimentación y la personalidad.