Cefalea en racimos
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Rochelle Collins, DO, está certificada en medicina familiar. Es profesora clínica adjunta de medicina familiar en la Universidad de Quinnipiac y trabaja en la práctica privada en Hartford, Connecticut.
Los dolores de cabeza son muy comunes y pueden afectar a personas de cualquier edad y sexo. Existen dos tipos: las cefaleas primarias y las secundarias. Las cefaleas primarias, como la migraña, surgen de forma independiente, mientras que las secundarias se deben a condiciones de salud o enfermedades subyacentes.
Las cefaleas unilaterales pueden surgir tanto en casos de cefaleas primarias como secundarias. En el caso de las cefaleas primarias, las migrañas y las cefaleas en racimo suelen ser las culpables, pero también pueden provocarlas muchas otras afecciones, desde conmociones cerebrales y traumatismos hasta alergias, enfermedades o accidentes cerebrovasculares. Este artículo repasa las causas de las cefaleas izquierdas y el modo de tratarlas.
Neuralgia occipital
Casi todo el mundo ha tenido dolor de cabeza, y la mayoría de nosotros lo hemos tenido muchas veces. Un dolor de cabeza leve es poco más que una molestia que se alivia con un analgésico de venta libre, algo de comida o café, o un breve descanso. Pero si el dolor de cabeza es intenso o inusual, puede preocuparse por un derrame cerebral, un tumor o un coágulo de sangre. Afortunadamente, estos problemas son poco frecuentes. Aun así, debe saber cuándo un dolor de cabeza necesita atención urgente y cómo controlar la gran mayoría de los dolores de cabeza que no son una amenaza para su salud.
Los médicos no comprenden del todo las causas de la mayoría de los dolores de cabeza. Sí saben que el tejido cerebral y el cráneo nunca son responsables, ya que no tienen nervios que registren el dolor. Pero los vasos sanguíneos de la cabeza y el cuello pueden señalar el dolor, al igual que los tejidos que rodean el cerebro y algunos nervios importantes que se originan en él. El cuero cabelludo, los senos paranasales, los dientes y los músculos y articulaciones del cuello también pueden causar dolor de cabeza.
Puedes ocuparte de muchos tipos de dolores de cabeza por ti mismo, y tu médico puede darte medicamentos para controlar la mayoría de los dolores de cabeza más fuertes. Pero algunos dolores de cabeza requieren atención médica inmediata. He aquí algunas señales de advertencia para saber cuándo debes preocuparte por los dolores de cabeza:
Migraña
ResumenLas cefaleas en racimo, que se producen en patrones cíclicos o períodos de racimo, son uno de los tipos de cefalea más dolorosos. Una cefalea en racimos suele despertarle en mitad de la noche con un dolor intenso en un ojo o alrededor de él, en un lado de la cabeza.
Los ataques frecuentes, conocidos como períodos de cefalea en racimos, pueden durar de semanas a meses, y suelen ir seguidos de períodos de remisión en los que los dolores de cabeza cesan. Durante la remisión, no se producen dolores de cabeza durante meses y a veces incluso años.
Afortunadamente, la cefalea en racimos es poco frecuente y no pone en peligro la vida. Los tratamientos pueden hacer que los ataques de cefalea en racimos sean más cortos y menos graves. Además, los medicamentos pueden reducir el número de cefaleas en racimo que se padecen. Productos y servicios
Las cefaleas en racimo suelen producirse en patrones cíclicos denominados períodos de racimo . Los posibles síntomas incluyen dolor intenso en un ojo o alrededor de él o en un lado de la cabeza. Puede haber lagrimeo, congestión nasal y secreción nasal en el lado afectado de la cabeza.
Las personas con cefalea en racimos, a diferencia de las que padecen migraña, suelen pasearse o sentarse y mecerse de un lado a otro. La cefalea en racimos puede presentar algunos síntomas similares a los de la migraña, como la sensibilidad a la luz y al sonido, aunque normalmente en un lado.
Síntomas de alarma del dolor de cabeza
Los síntomas de dolor de la cefalea cervicogénica (CGH) van desde una molestia leve o moderada hasta un dolor intenso con limitación de la movilidad del cuello. La cefalea cervicogénica puede manifestarse como un dolor intermitente o continuo que suele sentirse en la cabeza, el cuello, el hombro y/o el brazo.
Es posible tener HGC sin dolor de cuello. A veces, los problemas de la articulación cervical pueden no ser dolorosos continuamente, pero pueden ser sensibles al tacto. Esto también es indicativo de un problema de cuello que da lugar a un dolor de cabeza. La frecuencia y la duración del dolor pueden variar cada vez que se produce un CGH.
Algunas afecciones, como las migrañas y las cefaleas tensionales, comparten características similares a las de las CGH en cuanto a la localización y los síntomas. Por lo tanto, es necesario realizar una evaluación cuidadosa para descartar la presencia de HGC. También es posible que el CGH se presente con una cefalea migrañosa.
Los desencadenantes más comunes están relacionados con la posición y la aplicación de presión externa. Los síntomas de CGH desencadenados por la tos o la maniobra de Valsalva pueden indicar condiciones subyacentes más graves, como tumores o disección de la arteria vertebral cervical.