Hablemos de la depresión: centrémonos en las personas mayores
El contenido de este folleto se ofrece únicamente como información general. El contenido de este folleto se ofrece únicamente como información general y no pretende ser un consejo en el que se deba confiar. No constituye en modo alguno una alternativa al asesoramiento específico. Por lo tanto, debe obtener el asesoramiento profesional o especializado pertinente antes de tomar o abstenerse de tomar cualquier medida basada en la información de este folleto. Si cree que padece alguna enfermedad, debe consultar inmediatamente a un médico o a otro profesional de la salud. Aunque hacemos esfuerzos razonables para recopilar información precisa en nuestros folletos y para actualizar la información en nuestros folletos, no hacemos ninguna representación, garantía o garantía, ya sea expresa o implícita, de que el contenido de este folleto sea preciso,
Si se deprime, puede empezar a sentirse más molesto por su salud, aunque ésta no haya cambiado realmente a peor. El tratamiento de la depresión no puede eliminar los problemas de salud física, pero puede hacerlos mucho más soportables.
Depresión en personas mayores
Pero la depresión, como muchas otras dolencias, suele manifestarse de forma diferente en las personas mayores que en las más jóvenes. Por ejemplo, una persona mayor deprimida no se siente necesariamente triste, sino que puede quejarse de falta de energía y atribuir los síntomas a la edad. Y eso puede hacer que sea más difícil para los médicos, los seres queridos y las propias personas mayores detectar la depresión. El hecho de que ciertos medicamentos y enfermedades médicas puedan provocar la depresión -o imitarla- también complica las cosas, lo que hace difícil saber cuándo hay que buscar ayuda crucial.
“Cuando una persona mayor tiene una depresión no tratada, puede perder el interés por las actividades que antes le interesaban y alejarse de la interacción social y las actividades físicas, lo que puede acabar provocando una pérdida de funcionalidad”, dice el Dr. Ronald D. Adelman, codirector de la División de Geriatría y Medicina Paliativa del NewYork-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center. “Esa es una de las razones por las que es importante no descartar ningún cambio de comportamiento como si fuera simplemente parte de la ‘vejez'”.
Tratamiento de la depresión en adultos mayores | Basado en la evidencia
Sentirse deprimido de vez en cuando es una parte normal de la vida, pero si estos sentimientos duran unas semanas o meses, es posible que tenga depresión. Lea este artículo para conocer los signos y síntomas comunes de la depresión, las opciones de tratamiento y si usted o su ser querido pueden estar en riesgo de padecerla.
La depresión es un trastorno grave del estado de ánimo. Puede afectar a su forma de sentir, actuar y pensar. La depresión es un problema común entre los adultos mayores, pero la depresión clínica no es una parte normal del envejecimiento. De hecho, los estudios demuestran que la mayoría de los adultos mayores se sienten satisfechos con sus vidas, a pesar de tener más enfermedades o problemas físicos que las personas más jóvenes. Sin embargo, si usted ha experimentado la depresión como una persona más joven, puede ser más probable que tenga depresión como un adulto mayor.
La depresión es algo serio y existen tratamientos para ayudarla. Para la mayoría de las personas, la depresión mejora con el tratamiento. El asesoramiento, los medicamentos u otras formas de tratamiento pueden ayudar. No tiene por qué sufrir: hay opciones de ayuda y tratamiento disponibles. Hable con su médico si cree que puede tener depresión.
La salud mental es importante: Depresión y ansiedad en los adultos mayores
La gente suele pensar que la depresión en los adultos mayores es una respuesta normal a las pérdidas del envejecimiento. Cuando dicen, por ejemplo, “No me extraña que esté deprimido, tiene 82 años”, o “Si yo tuviera artritis, probablemente también estaría deprimido”, puede que tengan buena intención, pero la depresión no es normal.
Busque ayuda: La depresión merece el mismo cuidado y atención que cualquier otra condición médica. No hay que avergonzarse de buscar ayuda. Las opciones de tratamiento para la depresión incluyen los medicamentos antidepresivos, disponibles en un médico de familia, y el asesoramiento. Ambos pueden ser muy eficaces. Los adultos mayores que contemplen el suicidio deben hablar con su médico o acudir al servicio de urgencias del hospital más cercano.
Evite el alcohol: Tomar una copa puede parecer que le hace sentirse mejor durante un rato, pero el alcohol puede en realidad empeorar la depresión. Estar activo, disfrutar de los demás y comer bien puede darle un subidón natural que no tendrá efectos negativos.
Espiritualidad: Buscar respuestas sobre la vida y llegar a la paz con el pasado y el presente puede mejorar tu perspectiva de la vida. Examinar tu fe puede implicar volver a tus raíces, encontrar la comunión en una religión organizada o buscar la comprensión fuera de una religión tradicional.