Ansiedad por falta de aire
Para ver si la ansiedad puede estar desempeñando un papel en sus síntomas de ansiedad, califique su nivel de ansiedad utilizando nuestro Test de Ansiedad o Test de Trastorno de Ansiedad online gratuito de un minuto de duración. Cuanto más alta sea la puntuación, más probable será que contribuya a sus síntomas de ansiedad, incluida la sensación de falta de aire.
Este síntoma de falta de aire puede ocurrir raramente y durar sólo unos instantes, ocurrir frecuentemente o persistir las 24 horas del día. Por ejemplo, se siente sin aliento de vez en cuando y no tan a menudo, se siente sin aliento de vez en cuando, o se siente sin aliento o que no puede recuperar el aliento todo el tiempo.
Este síntoma suele denominarse disnea: es un término clínico que designa la sensación de falta de aire o de respiración que experimentan tanto los sujetos normales como los pacientes con enfermedades que afectan al sistema respiratorio[1].
Las respuestas de estrés de alto grado, como las que se producen durante los ataques de ansiedad y de pánico, pueden crear episodios dramáticos de falta de aire. Visite nuestro artículo “síntomas de los ataques de ansiedad” para obtener más información.
Dificultad para respirar ansiedad
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Durante un ataque de pánico, se activa la respuesta de lucha o huida, lo que puede provocar una intensa cascada de síntomas incómodos, como la falta de aire y la hiperventilación. Tanto si ha sufrido un único ataque de pánico como si le han diagnosticado un trastorno de pánico, experimentar la falta de aire puede resultar increíblemente inquietante y aterrador. Comprender mejor la falta de aire y su relación con los ataques de pánico puede ayudarle a usted o a un ser querido a encontrar los recursos, el apoyo y las estrategias adecuadas para reducir o eliminar los síntomas.
Además de experimentar falta de aire y/o hiperventilación, puede sentirse débil, mareado y aturdido. También puede experimentar otros síntomas de un ataque de pánico o de un trastorno de pánico durante este tiempo.
No puedo respirar profundamente
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Si padece un trastorno de pánico, probablemente esté familiarizado con los síntomas de los ataques de pánico. Las palpitaciones, los temblores, las sacudidas, el entumecimiento y el hormigueo son sólo algunas de las incómodas sensaciones que se experimentan a menudo durante un ataque de pánico. La falta de aliento es otro síntoma común de los ataques de pánico que puede provocar sentimientos de miedo y malestar extremo. A continuación analizamos por qué ocurre esto y cómo afrontarlo.
Las personas que sufren ataques de pánico a menudo describen una incapacidad para respirar y una sensación de no poder llevar suficiente aire a sus pulmones. Otros afirman que tienen la sensación de ahogarse o asfixiarse.
Cuando se experimenta la falta de aire, es posible que se intente introducir aire en el cuerpo tomando bocanadas de aire. No es infrecuente que tenga la sensación de estar sufriendo una emergencia médica grave, como un ictus o un ataque al corazón. Aunque la falta de aire es un síntoma común y rara vez significa un problema médico, puede aumentar la sensación de miedo y ansiedad durante un ataque de pánico.
Siento que no puedo respirar bien
En su nuevo libro Breath: The New Science of a Lost Art (La nueva ciencia de un arte perdido), el periodista James Nestor sostiene que los humanos modernos se han vuelto bastante malos en este acto tan básico de la vida. Respiramos por la boca y por el pecho, y lo hacemos demasiado rápido. Existe incluso un fenómeno llamado “apnea del correo electrónico”, en el que los oficinistas que realizan múltiples tareas respiran de forma irregular y superficial, o incluso contienen la respiración, durante medio minuto o más mientras están pegados a sus dispositivos.
Además de todos los preocupantes problemas de salud que esto puede causar -detallados con precisión en el libro de Nestor-, nuestra ineptitud para respirar puede tener otra gran consecuencia: contribuir a nuestra ansiedad y otros problemas de salud mental.
Investigadores como Epel están explorando esta cuestión utilizando técnicas de respiración -algunas nuevas, otras antiguas- para ayudar a las personas nerviosas a evitar la ansiedad. Lo que están descubriendo es que la respiración, algo que hacemos todo el tiempo, podría ser una clave ignorada para encontrar más calma y paz.
Pero la respiración ofrece un enfoque diferente, que evita las complejidades de la mente y se dirige directamente al cuerpo. En lugar de intentar pensar que no se siente ansiedad, se puede hacer algo concreto -respirar lenta o rápidamente, a un ritmo determinado o a través de una fosa nasal- y a veces encontrar un alivio inmediato.