Trombocitopenia
Un hombre de 53 años acudió al servicio de urgencias con una historia de 5 semanas de erupción petequial progresiva en las extremidades superiores e inferiores. Esta erupción se asociaba a hematomas en la parte posterior del muslo y la pantorrilla y a una leve sensibilidad que había estado presente durante 3 semanas. Tenía antecedentes médicos de enfermedad diverticular con un curso quirúrgico complicado, granulomas hepáticos estables, hipertensión y un hemangiopericitoma costal. Vivía solo, tenía una historia previa de consumo excesivo de alcohol, era un fumador actual con una historia de 35 paquetes y estaba en una pensión de invalidez. Sus medicamentos actuales eran oxycontin, endone, esomeprazol, rosuvastatina y aspirina. Sus alergias a medicamentos incluían cefalexina y flucloxacilina.
En la exploración, había un hematoma en la parte posterior de la pierna derecha, petequias perifoliculares en la parte anterior de las espinillas de forma bilateral (Figura 1a, b) y extensas equimosis en las extremidades inferiores (Figura 2a, b). No había lesiones en la mucosa oral.
Una biopsia en sacabocados realizada por su médico de cabecera mostró inflamación dérmica perifolicular y fibrosis, pero sin evidencia de vasculitis de pequeños vasos. Una ecografía Doppler de la pantorrilla derecha fue negativa para la trombosis venosa. La prednisolona oral y la amoxicilina no fueron eficaces en el tratamiento de la erupción.
Vasculitis
Es difícil determinar de forma concluyente si el estrés causa petequias. Mientras que existe una conexión entre el estrés y las erupciones comunes como la urticaria, no parece haber esa misma relación con el estrés y las petequias.
Las petequias aparecen cuando se rompen pequeños vasos sanguíneos y se produce una hemorragia superficial bajo la piel. Se forman pequeños puntos rojos que pueden agruparse y tener la apariencia de una erupción. Las pequeñas hemorragias suelen ser planas al tacto y permanecen bajo la piel. Aunque generalmente son de color rojo, también pueden serlo:
Ya sea en forma de unas pocas manchas pequeñas o de un grupo más grande de manchas, las petequias aparecen más comúnmente en los tobillos o en los pies. Sin embargo, pueden aparecer en cualquier zona de las extremidades, el torso o la cara. Otros nombres comunes para esta afección de la piel son:
Un tipo específico de petequia, conocido como petequia lineal por estrés, se produce cuando hay un impacto de alta velocidad en la piel. Según Oski’s Pediatrics: Principles & Practice de Julia A. McMillan, Ralph D. Feigin, Catherine DeAngelis y M. Douglas Jones, este tipo de petequias es común en los casos de abuso infantil. Se produce cuando un niño es golpeado con fuerza con la mano abierta. El impacto de la bofetada en la piel del niño deja un claro contorno de manchas de petequias en los dedos y la mano de la persona que golpeó al niño. El contorno de petequias suele formarse con cualquier lesión causada por una fuerza de alta velocidad.
Piernas de petequias
La septicemia, o sepsis, es el nombre clínico de la intoxicación de la sangre por bacterias. Es la respuesta más extrema del organismo a una infección. La sepsis que evoluciona hacia un shock séptico tiene una tasa de mortalidad de hasta el 50%, dependiendo del tipo de organismo implicado. La sepsis es una emergencia médica y necesita tratamiento médico urgente. Sin tratamiento, la sepsis puede provocar rápidamente daños en los tejidos, insuficiencia de órganos y la muerte.
Las personas con sepsis suelen desarrollar una erupción hemorrágica, un grupo de pequeñas manchas de sangre que parecen pinchazos en la piel. Si no se trata, estas manchas aumentan gradualmente y empiezan a parecerse a hematomas recientes. A continuación, estos hematomas se unen para formar zonas más grandes de daño y decoloración de la piel de color púrpura.
Las personas que enferman más lentamente también pueden desarrollar algunos de los signos de la meningitis. Los síntomas de la sepsis pueden parecerse a los de otras enfermedades o problemas médicos. Acuda siempre a su médico para que le haga un diagnóstico.
Para diagnosticar la sepsis, su proveedor de atención médica buscará una variedad de hallazgos físicos, como presión arterial baja, fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca y aumento de la frecuencia respiratoria. El médico también realizará una serie de pruebas de laboratorio para detectar signos de infección y daños en los órganos. Dado que algunos de los síntomas de la sepsis (como la fiebre y la dificultad para respirar) pueden observarse a menudo en otras afecciones, la sepsis puede ser difícil de diagnosticar en sus fases iniciales.
Diagnóstico diferencial de las petequias
Métodos: Un total de 116 bebés menores de 12 meses fueron examinados en su totalidad en las clínicas de vigilancia de la salud infantil. Se registraron el número y la localización de las petequias, así como los detalles de las posibles causas.
Conclusiones: Es probable que muchos lactantes sanos examinados en la comunidad tengan manchas petequiales. En este contexto, una o dos petequias son comunes y su presencia no debe considerarse patológica sin otros signos clínicos. Reconocer este hecho también puede ser útil cuando se examinan bebés que por lo demás están bien y presentan petequias en un entorno de atención secundaria.
Muchos niños evaluados en las unidades de urgencias y de evaluación diurna presentan algunas manchas petequiales; sólo una minoría tiene una enfermedad bacteriana invasiva.1-5 Actualmente no existe un consenso entre los pediatras para la evaluación y el tratamiento de los niños febriles con erupciones petequiales.6 Un enfoque reciente ha sido que la investigación y el tratamiento posteriores deben basarse en si el niño está bien o enfermo, combinado con los resultados del recuento de glóbulos blancos y la proteína C reactiva.7 Un algoritmo de diagnóstico reciente sugería utilizar una combinación de las características, la distribución y el diámetro de la púrpura con el estado clínico y la rigidez nucal.5 Gran parte de este trabajo se basa en la observación de que las petequias son un marcador importante de una enfermedad potencialmente grave. Para determinar la especificidad de las petequias en cualquier niño como marcador de enfermedad, es necesario establecer la prevalencia de las petequias en la población normal. Hasta donde sabemos, no hay datos publicados que proporcionen esta información. Hemos optado por examinar a los bebés menores de un año, ya que este grupo de edad presenta la mayor dificultad diagnóstica y tiene la mayor mortalidad por septicemia meningocócica.8 El conocimiento de la prevalencia de petequias en la población normal puede ayudar en la evaluación de los bebés que tienen algunas manchas no blanqueadas pero carecen de otras características de enfermedad meningocócica.