Síntomas físicos de la ansiedad
Los trastornos de ansiedad son el tipo más común de trastornos mentales en EE.UU. Pero un simple diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada puede no captar los aspectos específicos de lo que molesta a algunas personas. Un subgrupo de personas con ansiedad puede experimentar una angustia extrema al enfrentarse a las incertidumbres inherentes que aparecen en cualquier circunstancia de la vida, ya sea ayudar a un familiar con una enfermedad grave o elegir una nueva ruta para ir al trabajo que sea segura y fácil de recorrer.
Estas personas pueden responder a sus sentimientos sin dejar nada al azar. En el trabajo, parecen pulidos y preparados cuando dan una presentación porque consideran de antemano todas las preguntas que podrían plantear sus colegas y memorizan las posibles respuestas en los días previos a una reunión. Sin embargo, todo el trabajo de preparación puede servir de poco para aliviar los sentimientos de dolorosa ansiedad.
Sin embargo, los psicólogos están aprendiendo nuevas formas de tratar a estos enfermos, que pueden ser identificados a través de sus respuestas a una medida psicológica conocida como escala de intolerancia a la incertidumbre (IUS). Los pacientes pueden entonces beneficiarse de un tratamiento especializado.
Angustia y ansiedad
La ansiedad es una emoción que se caracteriza por un estado desagradable de agitación interior y que incluye sentimientos subjetivamente desagradables de temor ante acontecimientos anticipados[1][2] A menudo va acompañada de comportamientos nerviosos como ir de un lado a otro, quejas somáticas y rumiación[3].
La ansiedad es una sensación de inquietud y preocupación, generalmente generalizada y desenfocada como reacción exagerada ante una situación que sólo se percibe subjetivamente como amenazante[4]. Suele ir acompañada de tensión muscular,[5] inquietud, fatiga, incapacidad para recuperar el aliento, opresión en la región abdominal, náuseas y problemas de concentración. La ansiedad está estrechamente relacionada con el miedo,[6] que es una respuesta a una amenaza inmediata real o percibida (respuesta de lucha o huida); la ansiedad implica la expectativa de una amenaza futura, incluido el temor[5] Las personas que se enfrentan a la ansiedad pueden retirarse de situaciones que les han provocado ansiedad en el pasado[7].
Aunque la ansiedad es una respuesta humana normal, cuando es excesiva o persiste más allá de los periodos apropiados para el desarrollo puede diagnosticarse como un trastorno de ansiedad[8] Existen múltiples formas de trastorno de ansiedad (como el trastorno de ansiedad generalizado y el trastorno obsesivo compulsivo) con definiciones clínicas específicas. [9] Parte de la definición de un trastorno de ansiedad, que lo distingue de la ansiedad cotidiana, es que es persistente y suele durar 6 meses o más, aunque el criterio de duración pretende ser una guía general que permite cierto grado de flexibilidad y a veces es de menor duración en los niños[5].
Síntomas de ansiedad
Aunque el peligro sea real, el miedo es subjetivo, porque la imaginación juega un papel importante en la percepción de ese peligro. El miedo suele ir acompañado de reacciones físicas como, por ejemplo, la producción repentina y abundante de adrenalina.
La ansiedad sana es una reacción de adaptación normal ante un peligro o una situación importante en la vida. Cuando la ansiedad es más fuerte o crónica se convierte en una verdadera patología, en este caso se convierte en una vaga sensación de malestar, que se traduce en un estado de aprensión, de malestar más o menos intenso, dificultad para respirar, palpitaciones, sudoración excesiva.
La angustia es un escalón superior a la ansiedad, es un estado de ánimo siempre con una impronta ansiosa pero aún más invasiva, perturbadora y paralizante, debido a una afluencia de estímulos emocionales, además la angustia es una emoción puntual y se presenta como una crisis, mientras que la ansiedad tiene un carácter más crónico. La diferencia entre angustia y ansiedad es sutil. La medicina considera la angustia como una forma exasperada de ansiedad.
Ataque de ansiedad
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.