Freud psicoanálisis
La angustia está en el centro de la teoría psicoanalítica de los afectos (sentimientos), y desde el principio del pensamiento psicoanalítico ha sido reconocida como central para la comprensión del conflicto mental (ya que es a través de los malos sentimientos que los conflictos son sentidos y conocidos). En sus primeros trabajos, Freud, de acuerdo con su primer modelo de descarga de la función mental, consideraba que la ansiedad era una “transformación tóxica” de la libido no descargada. Este fracaso de la descarga podía ser fisiológico (“realista”), como en el coitus interruptus u otras prácticas sexuales incompletas o insatisfactorias, lo que daba lugar a las “neurosis reales” o a las “neurosis de angustia”; o bien podía surgir de la represión (o de su fracaso), como síntoma de la presión continuada de los deseos inaceptables, lo que daba lugar a las “psiconeurosis”: las histerias y las obsesiones.
En 1926 Freud revisó radicalmente sus ideas sobre la ansiedad, abandonando la distinción entre ansiedad neurótica y realista, y la afirmación de que la represión causaba ansiedad. En esta nueva teoría, Freud distinguía dos tipos de ansiedad, una ansiedad “automática” traumática, orientada a la realidad, en la que el sistema se veía desbordado, y una ansiedad secundaria, “neurótica”, en la que se anticipaban las represalias de estas situaciones, poniendo en marcha procesos defensivos. La “ansiedad automática” era una reacción afectiva a la impotencia experimentada durante una experiencia traumática. El prototipo de esta experiencia reside en el desamparo del bebé durante y después del nacimiento, en el que el peligro procede del exterior e inunda un sistema psíquico esencialmente no mediado por el yo (aún no formado).
La teoría de Freud
PROBABLEMENTE calificarán lo que les dije sobre el nerviosismo ordinario en mi última conferencia como una información muy fragmentaria e insatisfactoria. Lo sé, y creo que probablemente le sorprendió mucho que no mencionara el miedo, del que la mayoría de las personas nerviosas se quejan y describen como su mayor fuente de sufrimiento. Puede alcanzar una intensidad terrible que puede dar lugar a las empresas más salvajes. Pero no quiero quedar por debajo de sus expectativas en este asunto. Me propongo, por el contrario, tratar el problema del miedo de las personas nerviosas con gran precisión y discutirlo con ustedes con cierta amplitud. 1
El miedo en sí no necesita presentación; todo el mundo ha conocido alguna vez esta sensación o, más exactamente, este efecto. Me parece que nunca nos hemos preguntado seriamente por qué los nerviosos sufrían tanto y tan intensamente bajo esta condición. Tal vez se pensó que era algo natural; es habitual confundir las palabras “nervioso” y “ansioso” como si significaran lo mismo. Eso es injustificable; hay personas ansiosas que no son nerviosas, y personas nerviosas que padecen muchos síntomas, pero no la tendencia a la ansiedad. 2
Neurosis Freud
Sigmund Freud (6 de mayo de 1856 – 23 de septiembre de 1939) es considerado el fundador del enfoque psicodinámico de la psicología, que busca las pulsiones inconscientes para explicar el comportamiento humano. Freud creía que la mente es responsable de las decisiones conscientes e inconscientes que toma en función de las pulsiones psicológicas. El id, el ego y el superego son tres aspectos de la mente que Freud creía que conformaban la personalidad de una persona. Freud creía que las personas son “simples actores en el drama de [sus] propias mentes, empujados por el deseo, arrastrados por la coincidencia”. Bajo la superficie, nuestras personalidades representan la lucha de poder que se desarrolla en lo más profundo de nuestro ser”[1].
Freud no creía en la existencia de una fuerza sobrenatural que nos haya preprogramado para comportarnos de una manera determinada. Su idea del id explica por qué las personas actúan de determinada manera cuando no está en consonancia con el ego o el superego. “La religión es una ilusión y deriva su fuerza del hecho de que se ajusta a nuestros deseos instintivos”[2] Freud creía que la gente confía en la religión para dar explicaciones a las ansiedades y tensiones en las que no quieren creer conscientemente. Freud sostenía que la humanidad creó a Dios a su imagen y semejanza. Esto invierte la idea de cualquier tipo de religión porque creía que está construida por la mente. El papel de la mente es algo de lo que Freud habló repetidamente porque creía que la mente es responsable de las decisiones conscientes e inconscientes basadas en las pulsiones y las fuerzas. La idea de que la religión hace que la gente se comporte de forma moral es incorrecta según Freud porque creía que ninguna otra fuerza tiene el poder de controlar la forma de actuar de las personas. Los deseos inconscientes motivan a las personas a actuar en consecuencia.
Ansiedad psicodinámica
Los artículos de Verywell Mind son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud mental. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Los mecanismos de defensa son respuestas psicológicas inconscientes que protegen a las personas de los sentimientos de ansiedad, de las amenazas a la autoestima y de las cosas en las que no quieren pensar o afrontar. Descritos por primera vez por Sigmund Freud en su teoría psicoanalítica, los mecanismos de defensa funcionan para protegerse de la ansiedad.
La agresión desplazada es un ejemplo común de este mecanismo de defensa. En lugar de expresar tu ira de forma que pueda tener consecuencias negativas (como discutir con tu jefe), expresas tu ira hacia una persona u objeto que no suponga una amenaza (como tu cónyuge, tus hijos o tus mascotas).
La negación es una negativa rotunda a admitir o reconocer que algo ha ocurrido o está ocurriendo. Las personas que viven con adicción a las drogas o al alcohol suelen negar que tienen un problema, mientras que las víctimas de sucesos traumáticos pueden negar que el suceso haya ocurrido.