Cómo combatir la ansiedad
Tanto la ansiedad como el estrés pueden causar importantes problemas de salud mental y física. Ambas son respuestas y emociones normales, y cualquiera de ellas puede volverse inmanejable y requerir apoyo profesional. Comprenda las diferencias entre ambos, lo que distingue el estrés y la preocupación problemáticos de los normales, y lo que puede hacer para encontrar alivio.
El estrés y la ansiedad no son sentimientos o reacciones anormales. Todos los experimentamos a veces y en distintos grados. Cualquiera de ellos puede llegar a ser abrumador y perturbar tu vida, pero existen importantes diferencias. La más notable es que la ansiedad puede ser una enfermedad mental específica, un tipo de trastorno de ansiedad. Independientemente de si sus problemas están relacionados con el estrés, la ansiedad o ambos, es importante saber cuándo buscar ayuda profesional. El tratamiento puede ayudarte a gestionar tus emociones y reacciones, reduciendo el estrés y la ansiedad en tu vida.
El estrés es una respuesta perfectamente normal del cuerpo a algún tipo de cambio, demanda o amenaza. La respuesta puede tener un componente físico, emocional o mental. Todo el mundo experimenta algún grado de estrés en su vida. Cada persona puede responder de forma diferente a los factores estresantes, y algunos reaccionan con mayor intensidad o frecuencia que otros. Los posibles factores de estrés, que pueden ser puntuales o continuos, incluyen:
Qué es el estrés
Tabla 2 Características de la muestra por género (números, porcentajes, medias e intervalos de confianza del 95%)Tabla de tamaño completoAsociaciones de las variables del estudio con el malestar psicológico por géneroLa tabulación cruzada de las diferentes variables con el malestar psicológico en hombres y mujeres se presenta en la Tabla 3. La mayoría de las variables independientes se asociaron con el malestar psicológico, pero con algunas diferencias de género. La educación se asoció con el malestar psicológico sólo en las mujeres, y una menor educación se asoció con más malestar. Ayudar a un padre o a un hijo fuera del propio hogar se asoció con menos malestar, pero de forma estadísticamente significativa sólo en los hombres que ayudaban a un padre y en las mujeres que ayudaban a un hijo. Ayudar a alguien que no es el propio hijo o padre se asoció con más angustia, pero de forma estadísticamente significativa sólo en las mujeres.
Tabla 3 Asociaciones de las variables del estudio con el malestar psicológico según el género (punto de corte del MHI-5 <=52) (%)Tabla de tamaño completoAnálisis de regresión logística multivariable por separado para hombres y mujeresLos conflictos entre el trabajo y la familia fueron igualmente factores de protección o de riesgo en ambos géneros (Tabla 4). Sólo un ámbito, “A veces ignoro a mi familia cuando estoy totalmente absorbido por mi trabajo”, se asoció con el malestar psicológico en las mujeres, pero no en los hombres. El ámbito más angustioso en ambos sexos fue el conflicto entre la familia y el trabajo, “A menudo me resulta difícil concentrarme en mi trabajo por cuestiones domésticas”, mientras que el segundo más angustioso fue “Me siento inadecuado como padre”.
Test de estrés, ansiedad y depresión
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Amy Morin, LCSW, es la editora en jefe de Verywell Mind. También es psicoterapeuta, autora del bestseller “13 Things Mentally Strong People Don’t Do” (13 cosas que no hacen las personas mentalmente fuertes) y presentadora del podcast The Verywell Mind.
El miedo y la ansiedad a menudo aparecen juntos, pero estos términos no son intercambiables. Aunque los síntomas suelen coincidir, la experiencia de una persona con estas emociones difiere en función de su contexto. El miedo se relaciona con una amenaza conocida o entendida, mientras que la ansiedad es consecuencia de una amenaza desconocida, esperada o mal definida.
Tanto el miedo como la ansiedad producen una respuesta de estrés similar. Pero muchos expertos creen que hay diferencias importantes entre ambos. Estas diferencias pueden explicar cómo reaccionamos ante diversos factores de estrés en nuestro entorno.
Estrés frente a ansiedad
Ansiedad, depresión y estrés: casi todo el mundo siente estas emociones en algún momento. Todas son reacciones comunes a los retos de la vida, desde la pérdida de un ser querido hasta el divorcio. A primera vista, pueden parecerse mucho, pero existen claras diferencias.
Si te sientes a menudo ansioso o deprimido sin motivo aparente, es posible que padezcas un trastorno de ansiedad, depresión o ambos. No es raro que alguien sufra de ambas condiciones al mismo tiempo. De hecho, aproximadamente la mitad de las personas a las que se les diagnostica depresión también padecen un trastorno de ansiedad.
La depresión y la ansiedad son enfermedades graves pero tratables. Se pueden utilizar los mismos medicamentos para aliviar los síntomas de cada una de ellas. Ambas comparten síntomas similares, como nerviosismo, irritabilidad, insomnio y problemas de concentración, pero cada una tiene sus propias causas.
Si estos sentimientos duran más de dos semanas e interfieren en las actividades diarias, como pasar tiempo con los amigos, cuidar de la familia o ir al trabajo, lo más probable es que esté experimentando un episodio depresivo mayor.