Síntomas de ansiedad a largo plazo
Como profesor asociado del departamento de kinesiología de la Universidad de McMaster, dirijo un equipo de investigadores del NeuroFit Lab, donde hemos demostrado que el malestar psicológico puede comprometer la salud mental.
El sistema inmunitario actúa como la seguridad fronteriza, patrullando el cuerpo en busca de células extrañas y perjudiciales para él. Funciona de forma muy parecida a los programas Nexus o Global Entry para viajeros preaprobados; a cualquier persona inscrita en el programa se le escanea el iris para confirmar rápidamente su identidad y poder cruzar la frontera con rapidez. Pero en lugar de escanear el iris, el sistema inmunitario escanea la superficie exterior de una célula en busca de su pasaporte biológico, o lo que los científicos llaman un motivo.
Las células del cuerpo tienen un motivo (un motivo “propio”) que es diferente del motivo “no propio” de las células extrañas y los patógenos, como el SARS-CoV-2. Este motivo no propio se conoce como patrón molecular asociado a patógenos (PAMP).
Otro tipo de motivo es el motivo “propio dañado”, conocido como patrón molecular asociado al daño, o DAMP. Este motivo lo expresa una célula dañada o moribunda que ya no sirve al organismo. El estrés daña las células del cuerpo, transfigurando los motivos del yo en motivos del yo dañado. Esto eleva la inflamación en todo el cuerpo de forma similar a como si estuviera infectado. Esta respuesta, en ausencia de una infección real, se denomina respuesta inmunitaria estéril.
¿Puede el estrés debilitar su sistema inmunitario?
El sistema inmunitario es el mecanismo de defensa que utiliza el cuerpo para mantenerlo a salvo de las bacterias y los virus. Es increíblemente poderoso, más fuerte de lo que la mayoría de la gente cree. Cada vez que ingieres gérmenes o bacterias, el sistema inmunitario de tu cuerpo los destruye rápidamente, porque está entrenado para hacer lo que sea necesario para evitar que enfermes.
La ansiedad tiene una relación complicada con el sistema inmunitario y, desgraciadamente, hay pruebas de que un exceso de ansiedad puede debilitar el sistema inmunitario de forma drástica. Puede provocar un estrés en el cuerpo que, a su vez, libera una hormona del estrés llamada cortisol. El cortisol es la principal hormona del estrés del cuerpo, y es algo así como el sistema de alarma de la naturaleza. La ansiedad no provoca enfermedades, pero cuando hay contacto con gérmenes, el sistema inmunitario debilitado puede luchar para combatirlos.
El cortisol debilita el sistema inmunitario por una buena razón. Durante los períodos de estrés intenso, el cortisol intenta reducir la inflamación debilitando algunos de los anticuerpos que pueden aumentar la inflamación. También activa la inmunidad natural (la capacidad de combatir los problemas de forma inmediata) y aleja los recursos de las inmunidades específicas (la capacidad de prevenir las enfermedades que el cuerpo sabe controlar).
El cerebro de la ansiedad frente al cerebro normal
Hay muchas razones por las que la ansiedad es mala para nuestro cuerpo, y nuestro objetivo es evitarlas todas si podemos. Nuestro cuerpo puede descarrilarse por completo a causa de la ansiedad, y las consecuencias físicas del estrés son una enorme carga que hay que soportar. Uno de estos efectos es el impacto que tiene sobre el sistema inmunitario. El sistema inmunitario es el mecanismo de defensa del cuerpo contra las bacterias y los organismos externos. Es lo que el cuerpo utiliza para luchar contra los virus y otros intrusos. Es una de las armas más poderosas del cuerpo y mucho más duradera de lo que mucha gente cree. Cada vez que el cuerpo ingiere algo amenazante, algo ajeno al organismo, el sistema inmunitario entra en acción para asegurarse de que no se enferme. Está entrenado para hacer lo que sea necesario para evitar que eso ocurra. La relación entre la ansiedad y nuestro sistema inmunitario es complicada. Por desgracia, hay investigaciones que apuntan a que la ansiedad tiene un efecto debilitador en el sistema inmunitario. Demuestra que un exceso de ansiedad puede reducir el sistema inmunitario de tu cuerpo y estresarlo, liberando una hormona llamada cortisol. El cortisol es la principal hormona del estrés y actúa como sistema de alarma de tu cuerpo.
Síntomas de ansiedad
Hay muchas razones por las que la ansiedad es mala para nuestro cuerpo, y nuestro objetivo es evitarlas todas si podemos. Nuestro cuerpo puede descarrilarse por completo a causa de la ansiedad, y las consecuencias físicas del estrés son una gran carga que hay que soportar. Uno de estos efectos es el impacto que tiene sobre el sistema inmunitario. El sistema inmunitario es el mecanismo de defensa del cuerpo contra las bacterias y los organismos externos. Es lo que el cuerpo utiliza para luchar contra los virus y otros intrusos. Es una de las armas más poderosas del cuerpo y mucho más duradera de lo que mucha gente cree. Cada vez que el cuerpo ingiere algo amenazante, algo ajeno al organismo, el sistema inmunitario entra en acción para asegurarse de que no se enferme. Está entrenado para hacer lo que sea necesario para evitar que eso ocurra. La relación entre la ansiedad y nuestro sistema inmunitario es complicada. Por desgracia, hay investigaciones que apuntan a que la ansiedad tiene un efecto debilitador en el sistema inmunitario. Demuestra que un exceso de ansiedad puede reducir el sistema inmunitario de tu cuerpo y estresarlo, liberando una hormona llamada cortisol. El cortisol es la principal hormona del estrés y actúa como sistema de alarma de tu cuerpo.