Cómo calmar un ataque de ansiedad
Dice el refrán que “lo único que hay que temer es el propio miedo”, pero hay muchas cosas que dan miedo. Saber cómo superar el miedo y la ansiedad es crucial. Gestionar bien nuestro miedo y nuestra ansiedad -y conocer la diferencia entre ambos- es importante para nuestra salud mental y nuestro éxito profesional.
Cuando vivíamos en cuevas, necesitábamos evaluar constantemente si estábamos a salvo. Una sensibilidad muy afinada a las amenazas potenciales era necesaria para sobrevivir. No experimentamos los mismos tipos de estrés que hace miles de años, pero la respuesta es prácticamente la misma.
Nuestros cuerpos -y cerebros- reaccionan a ambos tipos de amenazas de la misma manera. En otras palabras, da igual que la amenaza sea física, emocional o social. Las campanas de alarma del sistema nervioso autónomo no distinguen entre hablar en público y un tigre de dientes de sable. De hecho, muchos de nosotros preferiríamos esto último.
Aunque sea desagradable, el miedo es una respuesta saludable. Nuestra respuesta de lucha o huida nos mantiene vivos, seguros y prósperos. Sin embargo, cuando el miedo constante te impide vivir la vida al máximo, se convierte en ansiedad.
Cómo dejar de lado la ansiedad
Si sufre de ansiedad, sepa que no está solo; alrededor de 40 millones de adultos en Estados Unidos, o el 18% de la población, se ven afectados por la ansiedad cada año[1]Datos y estadísticas . Asociación Americana de Ansiedad y Depresión. Consultado el 14/10/2021. .
También debes saber que la ansiedad es tratable. Es posible aliviar la ansiedad por ti mismo, con mecanismos de afrontamiento probados y verdaderos. Estas habilidades pueden ayudarle a manejar la ansiedad no sólo en el momento, sino también con el tiempo, con la práctica (aunque no deben sustituir el tratamiento adecuado de un profesional de la salud mental).
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La ansiedad es una sensación de angustia, tensión y preocupación combinadas, y puede afectar a su cuerpo físicamente mediante el aumento de la presión arterial y otros síntomas. Si bien la ansiedad ocasional es común e incluso esperada a medida que navegamos por las tensiones de la vida, para quienes padecen un trastorno de ansiedad, el miedo y la preocupación no se disipan y pueden interferir con su capacidad para llevar a cabo las actividades diarias.
Cómo ayudar a alguien con ansiedad
La ansiedad pone en marcha la respuesta de estrés del cuerpo (también llamada lucha o huida). Esta oleada instantánea de hormonas del estrés es una respuesta de supervivencia. Te prepara para reaccionar rápidamente y protegerte si lo necesitas. Si tienes miedo o no estás seguro de estar a salvo, la ansiedad te impulsa a ser precavido.
Aprender a afrontar la ansiedad requiere tiempo, paciencia y práctica. Sobre todo, hay que estar dispuesto a enfrentarse a las situaciones que provocan ansiedad. Empieza con un pequeño paso. Cuanto más practiques, mejor será tu capacidad para reducir la ansiedad.
Y si tu ansiedad es extrema o difícil de sobrellevar, o si te sientes ansioso por un problema con el que necesitas ayuda, díselo a uno de tus padres o a otro adulto en el que confíes. Con la atención y el apoyo adecuados, puedes sentirte menos ansioso y más seguro de ti mismo.
Cómo lidiar con la preocupación
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La ansiedad es algo que todo el mundo experimenta de vez en cuando, pero para algunas personas puede llegar a ser omnipresente y excesiva. El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación persistente y excesiva.
Los pensamientos ansiosos e intrusivos pueden generar angustia y dificultar la superación de la situación. Por ejemplo, esta preocupación: “Mi novio va a romper conmigo”. Se trata de un pensamiento intrusivo que, en realidad, es bastante normal que una persona tenga. Puede surgir de la nada o en respuesta a una situación concreta.
Sin embargo, una persona excesivamente ansiosa valoraría este pensamiento como muy significativo, revisaría todas las razones por las que este pensamiento podría ser cierto, trataría de reducir la ansiedad a corto plazo (fortaleciéndola efectivamente a largo plazo), y se estresaría mucho por ello.