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Ataques de ansiedad muy seguidos

octubre 9, 2022
Ataques de ansiedad muy seguidos

Tengo un ataque de ansiedad

Los ataques de ansiedad (ataques de pánico) son episodios de miedos agudos acompañados de fuertes síntomas, como palpitaciones y aceleración del corazón, sudoración, temblores, falta de aliento, hormigueo, sensación de estar fuera de control, etc.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), define los ataques de pánico como: Un ataque de pánico es un episodio súbito de miedo intenso que desencadena reacciones físicas graves cuando no hay ningún peligro real ni causa aparente[1].

Quienes experimentan ataques de ansiedad aprenden rápidamente que pueden ser experiencias muy desagradables. Aun así, los ataques de ansiedad y sus síntomas pueden superarse con éxito con la información, la ayuda y el apoyo adecuados.

Los ataques de ansiedad pueden experimentarse como ataques de pánico con “síntomas limitados”, en los que el ataque va acompañado de sólo unos pocos síntomas, mientras que también pueden experimentarse como ataques de ansiedad “completos”, en los que el ataque va acompañado de muchos o todos los síntomas.

Además, una persona puede tener un ataque de ansiedad con “síntomas limitados” en un momento dado con pocos síntomas y tener un ataque de ansiedad “completo” con muchos o todos los síntomas en otro momento. Todas las variaciones y combinaciones son comunes.

Síntomas de un ataque de pánico

El trastorno de pánico es el término utilizado para describir cuando los ataques de pánico son recurrentes e incapacitantes. El trastorno de pánico puede caracterizarse por: Durante un ataque de pánico, usted se siente repentinamente abrumado por las sensaciones físicas descritas anteriormente. Los ataques de pánico alcanzan su punto álgido en unos 10 minutos y suelen durar hasta media hora, lo que le hace sentirse cansado o agotado. Pueden ocurrir varias veces al día o sólo una vez cada cierto tiempo. Incluso pueden ocurrir mientras las personas están dormidas, despertándolas durante el ataque. Muchas personas experimentan un ataque de pánico una o dos veces en su vida; esto es común y no es un trastorno de pánico.

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Los ataques de pánico son sorprendentemente comunes. Hasta el 40% de la población experimentará un ataque de pánico en algún momento de su vida.1 Algunos de los signos y síntomas comunes de un ataque de pánico son:

Las personas que sufren un ataque de pánico también pueden experimentar una “desrealización”, es decir, una sensación de que usted o el mundo que le rodea no son reales. Se cree que este síntoma está asociado a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo durante la respuesta de ansiedad.

Resaca de ataque de pánico

Una crisis nerviosa suele ser igual en todas las personas, en el sentido de que está causada por el estrés y la incapacidad de afrontarlo. Las crisis son también similares en el sentido de que conducen a una pérdida de la capacidad de funcionar normalmente. Los distintos tipos incluyen las crisis causadas por la depresión o un trastorno de ansiedad, una crisis que provoca síntomas psicóticos o el agotamiento laboral. Las crisis nerviosas también pueden diferir en los tipos de situaciones que causan el estrés y en si se acumulan lentamente o se producen rápidamente después de un acontecimiento estresante importante.

El término crisis nerviosa se refiere a una serie de crisis de salud mental relacionadas con el estrés y que hacen que una persona sea incapaz de funcionar normalmente. Aunque no se trata de un diagnóstico específico de salud mental, la crisis nerviosa es una situación real y grave que puede tener efectos profundos en la persona que la experimenta. El estrés que provoca una crisis nerviosa puede variar de un individuo a otro, pero lo común es que la persona no está afrontando bien el estrés en su vida.

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Qué hacer si alguien tiene un ataque de pánico

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) agrupa los ataques de pánico en dos categorías: esperados o inesperados. Si siente que ha tenido un ataque de pánico sin motivo, es probable que haya experimentado uno que se consideraría inesperado.

Los ataques de pánico esperados suelen estar asociados a un desencadenante específico, como las multitudes, los vuelos o los exámenes, mientras que los ataques de pánico inesperados no tienen un desencadenante aparente y pueden parecer que ocurren sin motivo.

Los ataques de pánico suelen ser el resultado de una mala interpretación de los síntomas físicos de la ansiedad. Las palpitaciones pueden confundirse con los síntomas de un ataque al corazón, la falta de aire o la sensación de desmayo pueden interpretarse como una señal de que la persona se está desmayando o muriendo, y los pensamientos acelerados pueden llevar a la persona a pensar que está perdiendo el control de su mente.

Si sufres ataques de pánico, es importante que practiques el autocuidado y te enseñes estrategias de relajación que te ayuden a controlarlos. También se recomienda buscar apoyo profesional para los ataques de pánico, ya que esto puede ayudarle a controlarlos de forma eficaz y evitar que se produzcan en el futuro.

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