Ataques de ansiedad
Los ataques de pánico son eventos intensamente aterradores. Pueden aparecer en cualquier momento y, cuando lo hacen, pueden arruinarle el día por completo. Muchas personas descubren que el único momento en el que descansan de los ataques de pánico o de pensar en ellos es cuando se van a dormir.
Pero para algunas personas, el miedo no se detiene ahí. Aunque no es tan común, algunas personas experimentan ataques de pánico mientras duermen. Este acontecimiento aterrador le hará despertarse de golpe y puede causar un miedo y una angustia inmensos. Sin embargo, es importante recordar que los ataques de pánico son sólo el resultado de la ansiedad; no son peligrosos, sólo dan miedo.
Todos los tipos de ataques de pánico son increíblemente estresantes y pueden dificultar mucho la vida cotidiana. Estos ataques pueden provocar síntomas físicos y mentales tan angustiosos que pueden hacer que las personas teman salir de su propia casa.
Aunque se dice que el ataque de pánico se produce mientras se duerme, la idea de que es un “ataque de pánico para dormir” puede ser un poco engañosa. Es muy difícil dormir durante el transcurso de estos ataques de pánico, y el ataque real suele despertarle, causando un miedo y una desorientación importantes.
¿Se puede tener un ataque de ansiedad mientras se duerme?
Los ataques de pánico nocturnos se producen por la noche y hacen que te despiertes con miedo. Es posible que le cueste respirar, que su corazón se acelere y que sude profusamente. Las personas que padecen ataques de pánico, o trastorno de pánico, son más propensas a tener ataques de pánico nocturnos. La terapia cognitivo-conductual (TCC) y los antidepresivos pueden aliviar los ataques de pánico.
¿Cómo puedo detener los ataques de ansiedad mientras duermo?
Intente hacer algo relajante para cambiar su enfoque, como estiramientos de yoga, escuchar música tranquila y suave, leer un libro inspirador o incluso una tarea menor como planchar. Vuelve a la cama cuando estés preparado – Vuelve a la cama sólo cuando empieces a sentirte cansado y preparado para dormir.
Ataque de pánico vs. ataque de ansiedad
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Todos los ataques de pánico pueden ser una experiencia aterradora, pero pueden ser aún más aterradores si le sacan del sueño. Conocidos como ataques de pánico nocturnos, estos ataques pueden contribuir a alterar el sueño y dejarle con una sensación de cansancio durante todo el día.
Los ataques de pánico nocturnos pueden producirse sin un desencadenante evidente y despertarle del sueño. Son frecuentes las sensaciones somáticas, como sudoración, palpitaciones y dolor en el pecho. Las emociones fuertes combinadas con las sensaciones físicas molestas pueden contribuir al temor de que el ataque conduzca a una pérdida de control sobre uno mismo.
Aunque los síntomas de los ataques de pánico suelen alcanzar su punto álgido en pocos minutos antes de remitir gradualmente, los efectos del ataque pueden afectar a la persona durante mucho más tiempo. El exceso de preocupación y miedo asociado a esta experiencia puede provocar a menudo insomnio.
Cómo calmar el ataque de ansiedad
Dormir bien es esencial para nuestra salud y bienestar. El sueño favorece el descanso y la relajación y nos da la oportunidad de recuperarnos y dejar atrás el estrés del día. Sin embargo, este no es el caso de muchas personas que luchan contra los ataques de pánico por la noche.
Estos síntomas pueden ser tan graves que a veces hacen creer a quienes los padecen por primera vez que están sufriendo un ataque al corazón o un ataque de nervios. Con el tiempo, los ataques de pánico pueden volverse más frecuentes y el miedo a sufrirlos se arraiga, dando lugar a un “círculo vicioso”. También puedes experimentar lo que se conoce como sacudidas hipnóticas. Si estás especialmente estresado o ansioso, también puedes experimentar lo que se conoce como sacudidas hipnóticas. Estas sensaciones musculares involuntarias, como sacudidas, se producen cuando estás en la fase más ligera del sueño.
Los ataques de pánico nocturnos, también conocidos como “ataques de pánico nocturnos” o “terrores nocturnos”, ocurren mientras estás dormido y te despiertan, a menudo con los mismos síntomas que los ataques de pánico diurnos. Sin embargo, aunque estos ataques nocturnos suelen durar sólo unos minutos, puede pasar mucho tiempo hasta que te calmes lo suficiente como para volver a dormir después de sufrir uno. Esto, unido a la preocupación por si vas a tener otro ataque de pánico, puede provocar insomnio.
Ataque de pánico silencioso
La ansiedad del sueño es un tipo de ansiedad de ejecución que implica un ciclo de pensamientos ansiosos antes de acostarse, muchos de los cuales implican malestar, nerviosismo y preocupación. Mientras que durante el día hay docenas de tareas que ocupan sus funciones cognitivas, su cerebro puede a menudo luchar para mantenerse ocupado por la noche, recurriendo así a cualquier emoción y pensamiento ansioso. La ansiedad puede conducir a un ciclo interminable de estrés y mal sueño. Si a menudo experimentas ansiedad nocturna, puede ser difícil saber si tienes problemas para dormir porque estás ansioso o si te sientes ansioso porque no puedes dormir. Según las investigaciones, el sueño y la ansiedad van de la mano. Tener ansiedad puede causar problemas de sueño y dificultar la conciliación del mismo, pero la falta de sueño también puede desencadenar la ansiedad. Si no puedes dormir, puede que te dé miedo irte a la cama y despertarte sintiéndote aún más privado de sueño. Los investigadores de la Universidad de Berkeley sugieren que la falta de sueño puede activar regiones del cerebro que desencadenan una preocupación excesiva, lo que provoca más ansiedad y hace que el sueño sea aún más esquivo