Trastornos del nervio vago post covídicos
Lleva mensajes entre el cerebro, los órganos y el sistema digestivo, y es la parte principal del sistema nervioso parasimpático, responsable de la regulación del estado de ánimo, la respuesta inmunitaria, la digestión y el ritmo cardíaco.
Debido al papel que desempeña el nervio vago en el eje intestino-cerebro, los expertos están prestando atención a su potencial para mitigar el estado de ánimo y controlar enfermedades como la ansiedad y la depresión. Existen varias formas de terapia o “tonificación” del nervio vago, pero ¿qué eficacia tienen?
La especialista en traumas Valarie Harris, LPC-MHSP, trabaja principalmente con veteranos que padecen TEPT o traumas sexuales militares (TSM). Señala que los individuos que han vivido un trauma a menudo experimentan un nervio vago hiperactivo, que puede manifestarse como ansiedad y estados de ánimo irregulares, así como síntomas como náuseas, problemas intestinales y dolores aleatorios.
La comunicación entre el “primer” cerebro, en la cabeza, y el “segundo”, en el intestino, es instantánea”, dice el doctor Shawn M. Talbott, que se define como psiconutricionista. “El nervio vago es la forma en que una experiencia estresante puede hacer que te sientas mal del estómago casi inmediatamente y cómo tener una intoxicación alimentaria puede dejarte ansioso”.
¿Cómo afecta el nervio vago a la ansiedad?
Las fibras del nervio vagal, que van desde el cerebro hasta el abdomen, han sido ungidas por algunos influencers como la clave para reducir la ansiedad, regular el sistema nervioso y ayudar al cuerpo a relajarse.
¿Puede un nervio vago pinzado provocar ansiedad?
Sabe que un nervio vago pellizcado o irritado no sólo provoca dolor de cuello, sino que también puede provocar innumerables problemas en todo el cuerpo y la mente, como el aumento de la ansiedad, la depresión, los dolores de cabeza y las migrañas, el mal funcionamiento del sistema digestivo e inmunitario, el aumento del ritmo cardíaco, etc.
Síntomas del daño al nervio vago
A veces, entender nuestro cuerpo nos ayuda con nuestra mente, así que ¿por qué no aprender un poco de ciencia para ponernos en antecedentes de nuestros sentimientos? Esta comprensión y entendimiento nos permite sentirnos bien. Entonces, ¿qué es el nervio vago y cómo estimularlo nos ayuda a optimizar nuestra salud mental, de forma natural?
Es un nervio craneal errante que toca todos los órganos de nuestro cuerpo, especialmente el intestino. Es una parte fundamental de nuestro sistema de descanso, digestión y relajación, también conocido como sistema nervioso parasimpático. Es el nervio más largo del cuerpo y suministra información vital a los órganos y al cerebro.
Controla cosas como el ritmo cardíaco, la digestión, la respiración, la deglución e incluso la necesidad de orinar, pero eso no es todo. El nervio vago también afecta a nuestra salud mental. Se ha demostrado que estimularlo reduce el estrés, la ansiedad, la depresión e incluso los síntomas del TEPT. Los estudios demuestran que cuando se estimula este nervio podemos superar más fácilmente estos síntomas de salud mental. Así, aunque nos sintamos mal, estos sentimientos pueden durar menos y a menudo podemos recuperarnos más rápidamente.
Tratamiento de la ansiedad del nervio vago
Si ha estado luchando contra una enfermedad crónica, probablemente no necesite un artículo científico para convencerse de que sus retos tienen un precio emocional. Sin embargo, puede ser útil tener algo de ciencia que diga que su estrés emocional es algo más que “fatiga por enfermedad”.
Cuando vemos a los pacientes, rara vez se enfrentan a uno o dos retos. En el caso del estrés emocional, este problema suele aparecer al final de una larga lista de síntomas y afecciones. Al final de esta lista de dolor de cuello, problemas de digestión, tubos en los oídos, problemas de audición, problemas de visión, y otros síntomas de tipo neurológico, vascular y condiciones de tipo psiquiátrico, por nombrar sólo algunos, nos hablan de su incapacidad para dejar de tomar opioides y antidepresivos, y de su incapacidad para regular o controlar su estrés, ansiedad y emociones.
“Tengo depresión resistente al tratamiento, fatiga crónica, ansiedad, despersonalización, presión craneal, nube oscura, dolor de cuello/hombros. Estuve buscando en internet y encontré tus vídeos que me llevaron a buscar un médico de columna cervical superior. Finalmente, se descubrió que tengo una subluxación de mi atlas probablemente atascado en la desalineación un tiempo muy largo. Llevo más de 30 años buscando alivio”.
¿Cuál es el tratamiento de los trastornos del nervio vago?
El nervio vago es una parte fundamental del sistema nervioso autónomo, que se compone de dos ramas clave: la parasimpática -la rama que nos permite descansar, relajarnos, hacer la digestión y recargarnos- y la simpática -la rama responsable de nuestra respuesta al estrés y de la supervivencia mediante el control de funciones como el ritmo cardíaco, el azúcar en sangre y el cortisol, que nos ayudan a huir de una amenaza de forma rápida y eficaz-. El nervio vago es el nervio principal del sistema nervioso parasimpático, que viaja desde nuestro tronco cerebral hasta un gran número de órganos y tejidos como el intestino, los pulmones y el corazón. Por ello, este nervio recibió el nombre de “vago”, que en latín significa “errante”, debido a sus efectos de gran alcance en muchas partes del cuerpo.
Una respuesta nerviosa parasimpática saludable, gobernada por el nervio vago, es esencial para nuestro bienestar mental y nuestra salud física. Esto se debe a que cuando funcionamos desde un “punto de vista” parasimpático, somos capaces de reparar, digerir y asimilar correctamente los nutrientes de los alimentos y regenerarnos. Hemos evolucionado para estar en este estado la mayor parte del tiempo, sin embargo, debido a las presiones de la vida moderna y el estrés crónico, muchos de nosotros estamos continuamente en un estado simpático, donde estamos constantemente en un modo fisiológico de “lucha o huida”. El estrés es uno de los principales factores de riesgo de todas las enfermedades y las nuevas investigaciones demuestran que también es un factor fundamental de muchas de las enfermedades crónicas actuales, como las cardiopatías, la diabetes y la enfermedad del intestino irritable.