Desconfianza irracional en las relaciones
¿Puede Finlandia seguir promocionándose como un país con una policía altamente capacitada y con buenas relaciones con las comunidades cuando son los guardias de seguridad privados los que también se encargan de las interacciones cotidianas con los ciudadanos?
Parece que estamos asistiendo a un cambio de las políticas proactivas y preventivas que abordan las causas profundas de las crisis y las catástrofes hacia un paradigma más reactivo de preparación general y resiliencia. Estos dilemas o tensiones constituyeron el telón de fondo intelectual y social del curso intensivo SAFER.SG.350 Gestión de crisis y liderazgo organizado en la Universidad de Tampere en septiembre de 2021.
¿La desconfianza provoca ansiedad?
La desconfianza es una respuesta válida al sentirse traicionado o abandonado. Pero los sentimientos generalizados de desconfianza pueden tener un impacto negativo en la vida de una persona. Esto puede dar lugar a ansiedad, ira o dudas sobre sí mismo.
¿De qué es síntoma la desconfianza?
El trastorno paranoide de la personalidad (PPD) es una condición de salud mental marcada por un patrón de desconfianza y sospecha de los demás sin una razón adecuada para sospechar. Las personas con PPD están siempre en guardia, creyendo que los demás intentan constantemente rebajarles, dañarles o amenazarles.
Qué es la desconfianza interpersonal
La austeridad se ha apoyado en una política de miedo y desconfianza para impulsar políticas que golpean con más fuerza a los más vulnerables. El miedo se produce en situaciones de peligro, ya sea físico o emocional, mientras que la desconfianza es una respuesta a las relaciones sociales poco fiables o perjudiciales. Ambos imaginan un futuro negativo[i]. Culpar a las personas de la desgracia, la discapacidad o la pobreza, y promover la idea de que las personas que reciben ayuda del Estado no son dignas de confianza, fomenta directamente la desconfianza en la sociedad. Además, las personas que viven en comunidades con menos recursos, y con mayores niveles de desorden y desorganización, tienen mayores niveles de desconfianza[ii], y se ha demostrado que las políticas de austeridad han afectado más a estas zonas desfavorecidas[iii].
Los costes de la salud mentalEl miedo y la desconfianza son fundamentales para muchos problemas de salud mental. Se sabe que los acontecimientos de la vida calificados como peligrosos provocan experiencias de ansiedad grave[iv]. Las sociedades que tienen menos confianza también tienden a ser menos igualitarias y tienen mayores niveles de diagnósticos de salud mental[v]. Los altos niveles de desconfianza se asocian con un aumento del 80% en la mala salud general declarada[vi]. Los bajos niveles de confianza también aumentan la probabilidad de ser diagnosticado con depresión en casi un 50%[vii]. Las personas que viven en barrios con altos niveles de desconfianza también presentan mayores niveles de todos los problemas de salud mental, en particular de psicosis[viii]. También se sabe que la pérdida de confianza en el mundo y en los demás es un precursor del suicidio[ix]. Por lo tanto, las políticas que aumentan la desconfianza dentro de las comunidades y entre ellas son venenosas tanto para la cohesión comunitaria como para la salud mental individual.
Efectos de la falta de confianza en una relación
BI y la Conflict Resolution Quarterly le invitan a participar en una exploración en línea sobre lo que pueden hacer quienes tienen experiencia en conflictos y construcción de la paz para ayudar a defender las democracias liberales y animarlas a estar a la altura de sus ideales.
La desconfianza es la expectativa confiada de que los motivos, las intenciones y los comportamientos de otro individuo son siniestros y perjudiciales para los propios intereses. En las relaciones de interdependencia, esto suele conllevar una sensación de miedo y anticipación de malestar o peligro. La desconfianza nos impulsa naturalmente a tomar medidas que reduzcan nuestra vulnerabilidad en un intento de proteger nuestros intereses. En consecuencia, es probable que nuestra desconfianza en los demás evoque una orientación competitiva (en lugar de cooperativa) que estimule y exacerbe el conflicto. La desconfianza también se ha relacionado con una menor satisfacción, compromiso y motivación en el trabajo.
La desconfianza puede surgir debido a las diferencias en la pertenencia al grupo: los individuos se identifican y se vinculan positivamente con sus grupos internos, pero asignan estereotipos negativos a los miembros de los grupos externos y pueden verlos con recelo y hostilidad. La desconfianza también puede surgir directamente como resultado de experiencias personales entre individuos, como cuando una persona rompe una promesa a otra. Es probable que la desconfianza aumente con la magnitud de la violación, el número de violaciones anteriores y la percepción de que el infractor tenía la intención de cometer la violación. (Véase también la sección sobre expectativas violadas en el ensayo sobre la confianza).
Apego ansioso, celos
Por naturaleza soy una persona bastante confiada. En circunstancias normales, tiendo a dar confianza a los demás esperando que me correspondan. Si la otra persona demuestra no ser digna de confianza, entonces reduzco el nivel de confianza que le doy. En las relaciones en las que he experimentado la desconfianza, he comprobado que no suele estar causada por una ruptura significativa de la confianza (aunque esas son las que captan nuestra atención inmediata), sino más bien por varios casos menores a lo largo del tiempo. Una promesa incumplida aquí, un plazo no cumplido allá, y un patrón de comportamiento poco fiable, poco ético, incompetente o indiferente se convierte en la tendencia.
La desconfianza no se produce de la noche a la mañana. Se desarrolla progresivamente a través de etapas, y si podemos reconocer estas etapas cuando estamos en ellas, tenemos la oportunidad de abordar la situación antes de que la desconfianza eche raíces.
1. Duda – La primera etapa de la desconfianza comienza con la duda. Empiezas a experimentar una ligera incertidumbre sobre la fiabilidad de alguien que te hace detenerte un poco. Puede ser esa duda persistente en el fondo de tu mente que no puedes descartar, o algo que no se siente bien en la situación, aunque no puedes poner el dedo en la llaga exactamente.