Espasmo del diafragma deutsch
Actualidad. Las manifestaciones paroxísticas no epilépticas representan un grupo de enfermedades que se encuentran habitualmente en la práctica diaria del médico neuropediatra. Su frecuencia, según diversas fuentes bibliográficas, oscila entre el 1,5% y el 28%. Las manifestaciones no epilépticas se diagnostican a menudo como epilépticas. En estos casos, el tratamiento iniciado con medicamentos antiepilépticos es injustificado y tiene consecuencias psíquicas y económico-sociales desfavorables.
Las epilepsias infantiles, junto a los otros eventos cerebrales críticos no epilépticos, son los trastornos neurológicos más frecuentes relacionados con la edad. El diagnóstico diferencial de la epilepsia es esencial, ya que sus consecuencias personales y sociales en los pacientes afectados deben basarse únicamente en datos sólidos, siendo la epilepsia, desgraciadamente, sobrediagnosticada. Jeavons [15, 33] encontró que el 20-25% de los pacientes relacionados con su epilepsia, no tenían crisis epilépticas.
La infravaloración del diagnóstico de epilepsia es mucho menos frecuente. Sin embargo, el diagnóstico erróneo de crisis no epilépticas puede apreciarse en pacientes con manifestaciones atípicas, que se suponen, de forma errónea, de origen psicógeno, pero que están representadas por los movimientos paroxísticos, o, en los casos de epilepsia familiar frontal, por las crisis nocturnas que, con poca frecuencia, se interpretan como parasomnias [25, 33].
Respiración paradójica
Los espasmos infantiles son pequeñas convulsiones con grandes consecuencias. El reconocimiento temprano conduce a mejores resultados; esperar a buscar tratamiento puede aumentar el riesgo de que su bebé sufra una lesión cerebral permanente.¿Qué son los espasmos infantiles? Los espasmos infantiles, descritos por primera vez con un grupo de síntomas conocidos como síndrome de West, son una forma de epilepsia que se da en 1 de cada 2.000 niños. Suele comenzar entre los 2 y los 12 meses de edad y alcanza su punto máximo entre los 4 y los 8 meses.¿Qué aspecto tienen los espasmos infantiles?
Aunque estas convulsiones pueden durar sólo uno o dos segundos, a menudo se producen muy juntas y cada espasmo se produce cada 5-10 segundos en una serie. Durante un espasmo, el cuerpo se pone rígido de repente, la espalda puede arquearse y los brazos, las piernas y la cabeza pueden doblarse hacia delante. Sin embargo, los espasmos infantiles a veces pueden ser difíciles de notar -quizás sólo los ojos se giren hacia arriba o haya un pequeño crujido de barriga-. Son más frecuentes justo después de que el bebé se despierte y rara vez se producen durante el sueño.Poco después de que comiencen los espasmos, los padres pueden notar una serie de cambios en su bebé:
Tratamiento del estado epiléptico convulsivo generalizado
El hipo es un acontecimiento no infrecuente que la mayoría de las personas experimentan en algún momento de su vida. El término médico es singultus, que deriva del latín “singult”, que significa “recuperar la respiración mientras se solloza”. El hipo es el resultado de una contracción repentina e involuntaria del diafragma y los músculos intercostales. A las contracciones les sigue un cierre brusco de la glotis que produce el característico sonido “hic”. A menudo, estos episodios son transitorios y se resuelven en 48 horas. Pueden ocurrir en adultos, niños, bebés y en el útero. En los adultos, no tienen ninguna finalidad fisiológica. Se cree que pueden desempeñar un papel en el entrenamiento de los músculos respiratorios en el útero[1]. El hipo agudo puede ser incómodo y una breve molestia, sin embargo, el hipo persistente e intratable tiene un impacto significativo en la calidad de vida al interferir con la alimentación, el sueño, el habla y las actividades sociales, y puede ser un presagio de una patología médica grave[2].
El hipo se produce en todas las edades, desde el útero hasta los ancianos. Se desconoce la incidencia y la prevalencia del hipo en la comunidad, y no parece haber diferencias basadas en la variación racial o geográfica. Los informes sugieren que hay hasta 4.000 admisiones anuales en los EE.UU. por hipo[20] El hipo intratable tiene un predominio en los hombres mayores, con una razón de probabilidades de 2,4, y en aquellos con mayor altura y peso. [5][21][22][23] La incidencia del hipo persistente es mayor en pacientes con ciertos trastornos, especialmente en aquellos con trastornos del sistema nervioso central como la enfermedad de Parkinson, cáncer avanzado donde la incidencia puede llegar a ser del 4 al 9%, y del 8 al 10% en aquellos con enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)[7][5][24][25].
Espasmos musculares
Nota: Este documento contiene información sobre los efectos secundarios del lorazepam. Algunas de las formas de dosificación enumeradas en esta página pueden no aplicarse a la marca Ativan.En resumenLos efectos secundarios comunes de Ativan incluyen: estado de sedación. Otros efectos secundarios incluyen: mareos. Consulte a continuación la lista completa de efectos adversos.Para el consumidorSe aplica al lorazepam: cápsula oral de liberación prolongada, solución oral, comprimido oralOtras formas de dosificación:
Efectos secundarios que requieren atención médica inmediataAdemás de sus efectos necesarios, el lorazepam (el principio activo contenido en Ativan) puede causar algunos efectos no deseados. Aunque no todos estos efectos secundarios pueden ocurrir, si ocurren pueden necesitar atención médica.
Efectos secundarios que no requieren atención médica inmediataPueden producirse algunos efectos secundarios del lorazepam que normalmente no requieren atención médica. Estos efectos secundarios pueden desaparecer durante el tratamiento a medida que su cuerpo se adapta al medicamento. Además, su profesional de la salud puede informarle sobre las formas de prevenir o reducir algunos de estos efectos secundarios.