Miedo al apego
La tafofobia es el miedo a ser enterrado vivo. Las investigaciones sugieren que surgió (y probablemente alcanzó su punto álgido) durante el siglo XVIII, en una época en la que la peste estaba muy extendida y la gente temía que los médicos o los profesionales de la medicina los declararan muertos por error. La tafofobia era un fenómeno tan extendido que existían “ataúdes de seguridad” y los cadáveres solían almacenarse durante mucho tiempo antes de ser enterrados para asegurarse de que no se despertaran.
La eisoptrofobia es el miedo a los espejos o, más concretamente, a ver el propio reflejo en un espejo. Mirarse en un espejo puede causar a las personas con eisoptrofobia vergüenza o angustia, y puede conducir a la depresión, según un estudio de caso de 2014 que detalla la lucha de una mujer de 55 años con esta fobia durante 30 años.
La ombrofobia es el miedo a la lluvia. Forma parte de una categoría que los investigadores denominan “fobias al entorno natural”, que también incluye los huracanes (lilapsofobia), la nieve (cionofobia), el frío (criofobia) y el viento (ancrafobia). Las personas con estas fobias pueden ser más propensas a tener algún tipo de educación formal relacionada con la meteorología, lo que las dota de “una mayor comprensión de los peligros potenciales asociados al mal tiempo”, según los autores de un estudio reciente.
Haphephobia
Roxanna Namavar, D.O. es una psiquiatra de adultos centrada en la salud integral. Completó su residencia en el Sistema de Salud de la Universidad de Virginia y actualmente tiene una consulta privada en la ciudad de Nueva York.
Merriam-Webster define una fobia como “un miedo exagerado, generalmente inexplicable e ilógico a un objeto, clase de objetos o situación en particular”. Los síntomas de la fobia pueden incluir dificultad para respirar o sequedad de boca, pero también pueden ser más graves, como vómitos, dolor en el pecho y aceleración del corazón. Algunas personas incluso pierden la capacidad de hablar cuando se enfrentan a sus fobias. Hay algunas fobias bastante extrañas, como la fobia a los sueños húmedos, llamada oneirogmofobia. Mientras que, para las personas que no tienen fobias, éstas pueden parecer un poco divertidas, es una gran lucha para las personas que se enfrentan a ellas en la vida cotidiana. Las fobias pueden obstaculizar todo tipo de cosas, entre ellas una relación sentimental satisfactoria. A continuación le presentamos algunos miedos relacionados con el amor que quizá no conozca.
Genofobia
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La erotofobia es una fobia o miedo excesivo e irracional al sexo. Esta afección suele ser compleja, ya que las personas con erotofobia pueden tener miedo al sexo en más de un sentido. Por ejemplo, pueden temer el acto sexual (genofobia) junto con el miedo a ser tocados (hafefobia).
Para que el miedo al sexo se convierta en una fobia, el miedo debe ser excesivo, irracional, crear gran ansiedad o angustia y producirse durante al menos 6 meses. No se trata simplemente de “tener miedo al sexo”, que puede ser natural -e incluso esperable- en algunas situaciones y para algunas personas.
También conocida como coitofobia, la genofobia es el miedo a las relaciones sexuales. Las personas con genofobia pueden ser capaces de iniciar relaciones románticas y pueden disfrutar bastante de actividades como los besos y los abrazos, pero tienen miedo de pasar a una demostración de afecto más física.
Tengo miedo de acercarme a alguien
El miedo es involuntario. Puedes dejarte arrastrar por el miedo a algo, a cualquier cosa, sin ni siquiera saber que lo has desarrollado. Durante todo este tiempo, hemos hablado con cariño del sexo, pero ¿sabías que algunas personas le tienen realmente miedo? Sí, ¡has leído bien! Uno podría preguntarse qué significa tener “miedo al sexo” o a la intimidad física, pero sinceramente, es lo que es. Llámalo irracional, raro, lo que quieras, pero el hecho es que el miedo es involuntario.
Todos podemos tener miedo de algo o de otra cosa durante el sexo. Desde contraer una infección de las vías urinarias hasta preocuparse por la rotura del preservativo, pasando por una posición sexual concreta, ¡ninguna de ellas puede compararse con las que enumeramos a continuación! ¡Sigue leyendo!
No, este no es el miedo de los hombres. Es un miedo a la menstruación y puede darse tanto en hombres como en mujeres. En las mujeres, ese pánico antes de estar a punto de tener la regla, ¡es esto! Mientras que en los hombres, incluso la idea de la sangre del periodo puede ser temible.
La parafobia es el miedo a la perversión sexual. Es una fobia bastante complicada. Algunas personas temen ser pervertidas, mientras que otras se preocupan por las perversiones de su pareja. La parafobia puede producirse, a veces, también por la educación.