El estrés y el crecimiento del cabello
El estrés prolongado, o crónico, expone a las personas a una serie de problemas de salud. Entre ellos se encuentran la depresión y la ansiedad, así como problemas de digestión y sueño. El estrés crónico también se ha relacionado durante mucho tiempo con la caída del cabello, pero las razones no se conocían bien.
El crecimiento del cabello consta de tres etapas. En la de crecimiento (anágena), las hebras de cabello se abren paso a través de la piel. En la degeneración (catágena), el pelo deja de crecer y el folículo de la base del mechón se encoge. En el reposo (telógeno), el pelo se cae y el proceso puede comenzar de nuevo. El pelo es uno de los pocos tejidos que los mamíferos pueden regenerar a lo largo de su vida.
El ciclo de crecimiento del pelo está impulsado por las células madre que residen en el folículo piloso. Durante el crecimiento, las células madre se dividen para convertirse en nuevas células que regeneran el pelo. En el periodo de reposo, las células madre están inactivas. Hasta ahora, los investigadores no habían determinado exactamente cómo el estrés crónico afectaba a las células madre del folículo piloso.
Los investigadores empezaron por comprobar el papel de las glándulas suprarrenales, que producen las principales hormonas del estrés: la corticosterona en los roedores y el cortisol en los humanos. Al eliminar las glándulas suprarrenales de los ratones se produjeron ciclos rápidos de recrecimiento del cabello. La regeneración del folículo piloso no se ralentizó a medida que estos ratones envejecían, como ocurrió en los ratones de control. Por el contrario, las células madre del folículo piloso siguieron entrando en la fase de crecimiento y regenerando los folículos pilosos durante toda la vida de los animales. El equipo pudo restablecer el ciclo capilar normal alimentando a los ratones con corticosterona.
¿Se puede prevenir la caída del cabello?
¿Puede el estrés provocar la caída del cabello? Sí, los estudios sugieren que el estrés afecta a los folículos pilosos, provocando la caída del cabello. Factores como el estrés físico y emocional, las lesiones y la ansiedad pueden desencadenar la caída del cabello. Incidentes como los accidentes, la hospitalización, las infecciones, las cargas financieras, las deudas, la muerte de un ser querido, los problemas relacionados con el trabajo, etc., contribuyen significativamente al estrés.
Si la caída diaria del cabello supera los 80-100 mechones habituales, es posible que sufra una caída del cabello relacionada con el estrés. Si notas calvas en el cuero cabelludo, puede ser un signo de Alopecia Areata. Si ha tenido la necesidad de arrancarse el pelo, puede tratarse de una tricotilomanía inducida por el estrés.
Las soluciones tópicas y los fármacos aprobados por la FDA, de venta libre, como Minoxidil y Finasteride, pueden ayudar a promover el crecimiento del cabello y actuar como tratamientos para la caída del cabello debida al estrés. El Minoxidil o Rogaine mejora el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cuero cabelludo, nutriendo así los folículos pilosos. La finasterida, por su parte, es un medicamento de venta con receta que reduce la conversión de la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), la hormona que es la principal responsable de la caída del cabello en los hombres. La finasterida estimula el crecimiento del cabello al reducir los niveles de DHT.
Efluvio telógeno
¿Puede el estrés provocar la caída del cabello? Sí, los estudios sugieren que el estrés afecta a los folículos pilosos y provoca la caída del cabello. Factores como el estrés físico y emocional, las lesiones y la ansiedad pueden desencadenar la caída del cabello. Incidentes como los accidentes, la hospitalización, las infecciones, las cargas financieras, las deudas, la muerte de un ser querido, los problemas relacionados con el trabajo, etc., contribuyen significativamente al estrés.
Si la caída diaria del cabello supera los 80-100 mechones habituales, es posible que esté sufriendo una caída del cabello relacionada con el estrés. Si notas calvas en el cuero cabelludo, puede ser un signo de Alopecia Areata. Si ha tenido la necesidad de arrancarse el pelo, puede tratarse de una tricotilomanía inducida por el estrés.
Las soluciones tópicas y los fármacos aprobados por la FDA, de venta libre, como Minoxidil y Finasteride, pueden ayudar a promover el crecimiento del cabello y actuar como tratamientos para la caída del cabello debida al estrés. El Minoxidil o Rogaine mejora el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al cuero cabelludo, nutriendo así los folículos pilosos. La finasterida, por su parte, es un medicamento de venta con receta que reduce la conversión de la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), la hormona que es la principal responsable de la caída del cabello en los hombres. La finasterida estimula el crecimiento del cabello al reducir los niveles de DHT.
Pérdida de cabello en Harvard
Hay muchos síntomas de ansiedad que parecen autocumplirse. Un ejemplo común es la caída del cabello. A menudo parece que los que viven con un miedo constante a perder el pelo pueden contribuir a su propia caída, al provocarse a sí mismos tanto estrés y ansiedad que se les puede caer el pelo.
La ansiedad y la caída del cabello tienen una relación compleja, y probablemente no sea lo que usted piensa. Pero la ansiedad puede, en algunos casos, provocar la caída del cabello, y en otros casos puede hacer que la propia caída del cabello sea más difícil de controlar.
La cuestión clave entre la ansiedad y la caída del cabello es el estrés. La ansiedad puede crear un estrés prolongado y persistente. Aunque técnicamente se trata de dos condiciones distintas y el estrés a largo plazo por sí solo puede provocar muchos de los mismos síntomas, la realidad es que cualquier persona que padezca ansiedad se somete a un fuerte estrés mental y físico todo el tiempo.
Es muy probable que las personas con una pérdida de cabello leve causada por la ansiedad estén sufriendo un efluvio telógeno, o simplemente un cabello debilitado por el estrés. Pero los otros dos también son preocupantes y afectan a un porcentaje menor de la población con ansiedad.