Terapia para las fobias
DiagnósticoEl diagnóstico de las fobias específicas se basa en una entrevista clínica exhaustiva y en las directrices de diagnóstico. El médico le preguntará sobre sus síntomas y le hará un historial médico, psiquiátrico y social. Puede utilizar los criterios de diagnóstico del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría.
TratamientoEl mejor tratamiento para las fobias específicas es una forma de psicoterapia llamada terapia de exposición. A veces, el médico también puede recomendar otras terapias o medicamentos. Entender la causa de una fobia es en realidad menos importante que centrarse en cómo tratar el comportamiento de evitación que se ha desarrollado con el tiempo.
El objetivo del tratamiento es mejorar la calidad de vida para que deje de estar limitado por sus fobias. A medida que aprenda a gestionar y relacionarse mejor con sus reacciones, pensamientos y sentimientos, descubrirá que su ansiedad y su miedo se reducen y dejan de controlar su vida. El tratamiento suele dirigirse a una fobia específica a la vez.
Fobias más comunes
Un miedo se convierte en fobia cuando tienes que cambiar tu estilo de vida para controlarlo. Una fobia es un miedo o temor extremo o irracional que despierta un objeto o una circunstancia concreta, hasta el punto de restringir gravemente su vida.
Pero no es necesario vivir con una fobia. Todas las fobias son tratables, dice el profesor Isaac Marks, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres. “No hay necesidad de que nadie siga sufriendo”, dice. “La gente puede superar las fobias”.
“La gente pide ayuda cuando una fobia empieza a interferir en su vida: por ejemplo, puede verse obligada a dejar el trabajo porque no puede coger el transporte público, o a quedarse en casa para evitar conocer gente”, dice Marks.
Las fobias pueden ser específicas -como el miedo a las arañas, a las alturas o a los dentistas- o más generalizadas, como el temor a los espacios abiertos, el miedo a relacionarse con otras personas (fobia social) o incluso el temor a desarrollar una fobia (fobofobia).
“La agorafobia y la fobia social suelen ser mucho más incapacitantes que las fobias específicas, aunque en ocasiones alguien con una fobia específica se ve gravemente afectado por ella”, afirma el psicólogo Paul Salkovskis, del King’s College de Londres.
Ejemplos de fobias específicas
El trastorno de ansiedad social (también conocido como fobia social) se caracteriza por el miedo extremo, la evitación o ambas cosas a una o más situaciones sociales o de actuación, como hacer una presentación, conocer a gente nueva o comer delante de otros. Esta afección es común, con una prevalencia a lo largo de la vida de hasta el 13%, y un tercio de las personas afectadas presenta una disfunción importante.
Se buscó en la literatura en inglés sobre el trastorno de ansiedad social indexada en MEDLINE utilizando las frases “social phobia” o “social anxiety disorder”; esta búsqueda se complementó con otras fuentes de datos, como libros de texto recientes, para determinar los síntomas clínicos comunes, el diagnóstico diferencial y el manejo en el ámbito de la atención primaria.
El reconocimiento y el tratamiento del trastorno de ansiedad social son deficientes; sólo una pequeña minoría de pacientes con esta afección la diagnostican o tratan adecuadamente. Los médicos de atención primaria deben sospechar la existencia de un trastorno de ansiedad social en los pacientes que presentan síntomas y signos específicos (como hiperhidrosis, rubor, temblor e hipertensión de bata blanca), en los pacientes que presentan síntomas de ansiedad (como dolor torácico, palpitaciones o mareos) o en los pacientes que presentan otro trastorno de ansiedad conocido, depresión o abuso de sustancias. El tratamiento farmacológico consiste en inhibidores de la recaptación de serotonina, inhibidores de la monoaminooxidasa o benzodiacepinas de alta potencia. Un tipo específico de psicoterapia llamado terapia cognitivo-conductual es otro tratamiento eficaz, pero no es aceptable ni accesible para la mayoría de los pacientes.
Fobia social
Tal vez te hayan sudado las manos antes de una primera cita. O te has quedado despierto preocupándote toda la noche antes de una reunión importante. La mayoría de nosotros nos preocupamos o nos ponemos nerviosos de vez en cuando. En el caso de las personas con trastornos de ansiedad, estos sentimientos se producen con demasiada frecuencia y pueden ser abrumadores.
Las personas con este tipo de trastorno de ansiedad tienen un miedo intenso a algo que supone una amenaza real pequeña o nula. Empiezan a temer el objeto o la situación temidos, y pueden hacer todo lo posible por evitarlos por completo. Cuando una fobia le causa angustia o interfiere en su vida, puede requerir tratamiento.
Las fobias específicas suelen comenzar con un acontecimiento perturbador durante la infancia o la adolescencia. Por ejemplo, un niño que es mordido por un perro puede llegar a temer a todos los perros. Como resultado, puede renunciar a algunas de sus actividades favoritas, como reunirse con sus amigos en el parque, por miedo a encontrarse con un perro. Otras fobias comunes son el miedo a las alturas, a volar, a los insectos o serpientes, al agua y a los lugares cerrados.
Las personas con fobia social tienen mucho miedo a ser observadas y juzgadas por los demás. También se preocupan constantemente por pasar vergüenza. Incluso después de darse cuenta de que su miedo es excesivo, se sienten impotentes para controlarlo. La fobia social suele comenzar en los primeros años de vida, y puede continuar hasta bien entrada la edad adulta.