Respuesta al estrés
Una situación estresante -ya sea algo ambiental, como un plazo de entrega inminente en el trabajo, o psicológica, como la preocupación persistente por perder un empleo- puede desencadenar una cascada de hormonas del estrés que producen cambios fisiológicos bien orquestados. Un incidente estresante puede hacer que el corazón lata con fuerza y la respiración se acelere. Los músculos se tensan y aparecen gotas de sudor.
Esta combinación de reacciones al estrés también se conoce como la respuesta de “lucha o huida”, ya que evolucionó como un mecanismo de supervivencia que permite a las personas y a otros mamíferos reaccionar rápidamente ante situaciones que amenazan la vida. La secuencia de cambios hormonales y respuestas fisiológicas, cuidadosamente orquestada pero casi instantánea, ayuda a luchar contra la amenaza o a huir hacia un lugar seguro. Por desgracia, el cuerpo también puede reaccionar de forma exagerada ante factores de estrés que no suponen una amenaza para la vida, como los atascos, la presión laboral y las dificultades familiares.
A lo largo de los años, los investigadores no sólo han aprendido cómo y por qué se producen estas reacciones, sino que también han adquirido conocimientos sobre los efectos a largo plazo del estrés crónico en la salud física y psicológica. Con el tiempo, la activación repetida de la respuesta al estrés pasa factura al organismo. Las investigaciones sugieren que el estrés crónico contribuye a la hipertensión arterial, favorece la formación de depósitos que obstruyen las arterias y provoca cambios cerebrales que pueden contribuir a la ansiedad, la depresión y la adicción. Otras investigaciones preliminares sugieren que el estrés crónico también puede contribuir a la obesidad, tanto por mecanismos directos (haciendo que la gente coma más) como indirectos (disminuyendo el sueño y el ejercicio).
Estrés a corto plazo
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El cortisol es una hormona esteroidea natural que desempeña un papel fundamental en la respuesta del organismo al estrés. Aunque a menudo se le llama “la hormona del estrés” por su papel más conocido, también contribuye a muchos de los procesos del organismo. Es segregada por las glándulas suprarrenales y participa en la regulación de las siguientes funciones y otras más:
Las glándulas suprarrenales liberan cortisol en respuesta al estrés o al miedo como parte de la respuesta de lucha o huida del organismo. Cuando te enfrentas a algún tipo de amenaza en tu entorno, tu cuerpo pasa por una serie de reacciones casi instantáneas que te preparan para quedarte y lidiar con el problema o escapar a un lugar seguro.
Cuando los niveles de cortisol son demasiado elevados, puedes experimentar una serie de síntomas no deseados. Se ha demostrado que los niveles más altos y prolongados de cortisol en el torrente sanguíneo (como los asociados al estrés crónico) tienen efectos negativos, como:
Prueba de esfuerzo crónica
El cortisol es una hormona esteroidea que regula una amplia gama de procesos en todo el cuerpo, incluyendo el metabolismo y la respuesta inmune. También tiene un papel muy importante a la hora de ayudar al cuerpo a responder al estrés.
El cortisol es una hormona esteroidea que regula una amplia gama de procesos vitales en todo el cuerpo, incluyendo el metabolismo y la respuesta inmune. También desempeña un papel muy importante en la respuesta del organismo al estrés.
El cortisol es una hormona esteroidea, uno de los glucocorticoides, que se produce en la corteza de las glándulas suprarrenales y se libera en la sangre, que lo transporta por todo el cuerpo. Casi todas las células tienen receptores para el cortisol, por lo que éste puede tener muchas acciones diferentes según el tipo de células sobre las que actúe. Estos efectos incluyen el control de los niveles de azúcar en la sangre y, por tanto, la regulación del metabolismo, la actuación como antiinflamatorio, la influencia en la formación de la memoria, el control del equilibrio de la sal y el agua, la influencia en la presión arterial y la ayuda al desarrollo del feto. En muchas especies, el cortisol también es responsable de desencadenar los procesos relacionados con el parto.
Ciclo de respuesta al estrés
Más conocido por su papel en la reacción natural de nuestro cuerpo al estrés, el Eje HPA incluye un grupo de glándulas secretoras de hormonas de los sistemas nervioso y endocrino. La función principal del Eje HPA es regular la respuesta al estrés. A continuación se describe lo que ocurre en el cerebro y el cuerpo cuando se experimenta algo estresante:
Cuando experimentamos algo estresante, el hipotálamo libera una hormona llamada hormona liberadora de corticotropina (CRH). La CRH indica a la hipófisis que segregue una hormona llamada hormona andrenocorticotrópica (ACTH) en el torrente sanguíneo.
La ACTH desciende hasta las glándulas suprarrenales, donde provoca la liberación de diferentes hormonas de distintas partes de las glándulas suprarrenales. Provoca la secreción de una clase de hormonas esteroides llamadas glucocorticoides de la corteza – uno de estos glucocorticoides es el cortisol, que desempeña un papel importante en la respuesta al estrés. La ACTH también desencadena la secreción de epinefrina y norepinefrina desde la médula suprarrenal (centro de las glándulas suprarrenales) – cuando se liberan desde las glándulas suprarrenales, actúan como hormonas. La norepinefrina y la epinefrina actúan para mantener el cuerpo vigilante y capaz de hacer frente al estrés, promoviendo el estado de alerta y aumentando el flujo sanguíneo a los músculos esqueléticos para asegurar que estén listos para actuar.