Viktor Frankl sobre las experiencias en los campos de concentración
Con una vida que abarcó la mayor parte del siglo XX, Viktor Emil Frankl (26 de marzo de 1905 – 2 de septiembre de 1997) fue testigo de un período transformador en la historia del mundo. Se le conoce sobre todo por ser un superviviente del Holocausto, pero en realidad esto representó un breve periodo de su larga vida. Cuando entró en los campos de concentración a los 37 años, ya había pasado gran parte de su vida adulta como psiquiatra y neurólogo, especializado en el tratamiento de pacientes suicidas. También había desarrollado su propia teoría psicológica llamada Logoterapia (en griego significa “curación a través del significado”). Su contribución duradera ha sido al campo de la psicología, con su reconocimiento del significado como factor de salud mental y su defensa de que el papel del psicólogo era ayudar a sus pacientes a encontrar el significado.
Frankl estaba tan interesado en la psicología que empezó a tomar clases nocturnas para adultos cuando estaba en la escuela secundaria. Antes de comenzar su educación autodidacta era un estudiante de honor y posteriormente sus notas bajaron. Estudió filosofía y aprendió hipnosis a los 15 años. Frankl publicó su primer artículo a los 18 años y a los 22 ya daba conferencias sobre el sentido de la vida.
Buscar el sentido de la vida hoy con Viktor Frankl
El hombre en busca de sentido es un libro de 1946 de Viktor Frankl que relata sus experiencias como prisionero en los campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial, y describe su método psicoterapéutico, que consistía en identificar un propósito en la vida por el que sentirse positivo, y luego imaginar inmersivamente ese resultado. Según Frankl, la forma en que un prisionero imaginaba el futuro afectaba a su longevidad. El libro pretende responder a la pregunta “¿Cómo se reflejaba la vida cotidiana en un campo de concentración en la mente del prisionero medio?” La primera parte constituye el análisis de Frankl sobre sus experiencias en los campos de concentración, mientras que la segunda parte presenta sus ideas sobre el significado y su teoría llamada logoterapia.
Según una encuesta realizada por el Book-of-the-Month Club y la Biblioteca del Congreso, El hombre en busca de sentido pertenece a una lista de “los diez libros más influyentes de Estados Unidos”[1] En el momento de la muerte del autor, en 1997, el libro había vendido más de 10 millones de ejemplares y había sido traducido a 24 idiomas[2][3].
Viktor Frankl sobre su estancia en Auschwitz, Kaufering
fue un psiquiatra austriaco que fundó la logoterapia, una escuela de psicoterapia que describe la búsqueda del sentido de la vida como la fuerza motivacional humana central[2] La logoterapia forma parte de las teorías de la psicología existencial y humanista[3].
Frankl nació como el mediano de tres hijos de Gabriel Frankl, funcionario del Ministerio de Servicios Sociales, y Elsa (de soltera Lion), de familia judía[1]. Su interés por la psicología y el papel del sentido se desarrolló cuando empezó a tomar clases nocturnas de psicología aplicada mientras cursaba el primer ciclo de secundaria[1]. De adolescente, empezó a mantener correspondencia con Sigmund Freud, cuando le pidió permiso para publicar uno de sus trabajos[7][8] Tras graduarse en el instituto en 1923, estudió medicina en la Universidad de Viena. Durante sus estudios, se especializó en neurología y psiquiatría, centrándose en la depresión y el suicidio.
Tras obtener el título de médico en 1930, Frankl adquirió una amplia experiencia en el Hospital Psiquiátrico Steinhof, donde se encargaba del tratamiento de mujeres suicidas. En 1937 comenzó a ejercer su profesión en el ámbito privado, pero la anexión nazi de Austria en 1938 limitó sus posibilidades de tratar a los pacientes[1]. En 1940 se incorporó al Hospital Rothschild, el único hospital de Viena que seguía admitiendo judíos, como jefe del departamento de neurología. Antes de ser deportado a los campos de concentración, ayudó a numerosos pacientes a evitar el programa de eutanasia nazi dirigido a los discapacitados mentales[5][13].
Viktor Frankl: Citas que cambian la vida (La búsqueda de sentido del hombre)
“No apuntes al éxito. Cuanto más lo apuntes y lo conviertas en un objetivo, más vas a fallar. Porque el éxito, al igual que la felicidad, no puede perseguirse; debe surgir, y sólo lo hace como efecto secundario no intencionado de la dedicación personal a una causa mayor que uno mismo o como subproducto de la entrega a una persona distinta de uno mismo. La felicidad debe ocurrir, y lo mismo ocurre con el éxito: hay que dejar que ocurra sin preocuparse por ello. Quiero que escuches lo que tu conciencia te manda hacer y que lo lleves a cabo lo mejor que sepas. Entonces vivirás para ver que a la larga -¡a la larga, digo! – el éxito te seguirá precisamente porque te has olvidado de pensar en él”
“El amor es la única manera de captar a otro ser humano en lo más íntimo de su personalidad. Nadie puede ser plenamente consciente de la esencia misma de otro ser humano si no lo ama. Gracias a su amor, puede ver los rasgos y características esenciales de la persona amada; y aún más, ve lo que hay de potencial en ella, lo que aún no se ha actualizado, pero que debería hacerlo. Además, con su amor, la persona que ama permite a la persona amada actualizar estas potencialidades. Al hacerle consciente de lo que puede ser y de lo que debe llegar a ser, hace que estas potencialidades se hagan realidad”.