Causas de la envidia en la Biblia
La envidia no siempre es fácil de separar de los celos. La envidia está detrás de las peores formas de destrucción. La envidia prefiere destruir, los celos (modo de amor) prefieren controlar. Tanto la envidia como los celos hacen que la persona busque la compañía social; pero mientras que los celos buscan la implicación social, la envidia deja que la persona se conforme con ser un observador social. Cuando la envidia es dominante en mí, me gusta tomar el té de la tarde en una tetería y ver el mundo pasar (sin embargo, a veces mi estado de ánimo cambia entonces a modo de celos en autocompasión cuando surge la soledad).Tipos de emoción
En la infancia, la envidia de los rasgos generales del carácter de un padre aparece como una falta de apego hacia ese padre (la envidia es uno de los factores que subyacen al autismo). La diferencia aquí entre el odio y la envidia es que el odio puede considerarse como un apego negativo, mientras que la envidia destruye y neutraliza cualquier apego mientras el niño se encuentre en una posición de desigualdad con el progenitor. [³]
Cómo vencer el estrés y tener éxito en los exámenesSi eres una de las muchas personas que se estresan cuando se trata de hacer exámenes, tenemos algunos consejos para ti que te ayudarán a superarlo y a concentrarte de verdad para sacar buenas notas.
Para qué sirve la envidia
ShareLa raíz de la envidiaJan 22 20214 min readLa envidia puede ser difícil de soportar. Es un sentimiento incómodo, que puede surgir en distintos momentos y por diversas razones. Y para muchos de nosotros, aunque lo reconozcamos cuando aparece, los celos no son algo fácil de superar, ya que estamos predispuestos a ser competitivos y a compararnos con los demás. La envidia forma parte de la naturaleza humana. Por desgracia, siempre habrá alguien que tenga más de una cosa (dinero, éxito) o cualidad (carisma, inteligencia) que tú, nos recuerdan los expertos. Una cita de Ray Cummings: “La comparación es el ladrón de la alegría”, puede resonar profundamente en ti.
Cuando te comparas con los demás, lo cual es fácil de hacer, mentalmente te pones en una competencia que te hace sentir mal contigo mismo. Tu cuerpo también está bajo presión. Cuando tienes envidia, tus niveles de cortisol -una hormona del estrés- empiezan a aumentar del mismo modo que cuando experimentas otras emociones negativas, como la ira o la tristeza. La combinación puede afectar a tu capacidad de concentración, de trabajo y de participación en las actividades cotidianas.
Siempre envidio a los demás
Los trastornos de la personalidad se asocian con frecuencia a comportamientos socialmente inaceptables que no siempre se consideran desviados. Por otra parte, la envidia se ha relacionado con diversas formas de inadaptación, como los conflictos interpersonales, la baja autoestima, la depresión, la ansiedad, la agresividad e incluso conductas delictivas como el vandalismo y hasta el asesinato. Según el DSM-IV, ninguno de los trastornos de la personalidad, excepto la personalidad narcisista, está formalmente asociado a la envidia. Sin embargo, este “pecado capital” es tan omnipresente en las relaciones humanas que no puede limitarse sólo a las personalidades narcisistas. La mayoría de los estudiosos reconocen que las personas negarían que envidian a otra persona, ya que la envidia se considera socialmente como algo muy indeseable; se espera que los informes verbales estén sesgados. Para sortear esta dificultad, se propone un cuestionario proyectivo. Construimos dos cuestionarios: una versión directa (VD) y una versión indirecta (IV). La muestra consistió en 786 estudiantes de secundaria y universidad. Los resultados sugieren que la versión indirecta proporciona una evaluación más precisa de la envidia.
Que hay detrás de la envidia del momento
Aristóteles definió la envidia como el dolor ante la buena fortuna de otro, provocado por “los que tienen lo que nosotros deberíamos tener”[2]. Bertrand Russell dijo que la envidia era una de las causas más potentes de la infelicidad[3]. Investigaciones recientes han estudiado las condiciones en las que se produce, cómo se enfrenta la gente a ella y si puede inspirar a las personas a emular a quienes envidian[4][5].
Algunos idiomas, como el neerlandés, distinguen entre “envidia benigna” (benijden en neerlandés) y “envidia maliciosa” (afgunst), lo que apunta a la posibilidad de que existan dos subtipos de envidia[4] Las investigaciones demuestran que la envidia maliciosa es una emoción desagradable que hace que la persona envidiosa quiera derribar a los más favorecidos incluso a su propia costa, mientras que la envidia benigna implica el reconocimiento de que los demás son más favorecidos, pero hace que la persona aspire a ser igual de buena[6]. [6] La envidia benigna sigue siendo una emoción negativa en el sentido de que se siente desagradable.[7][8] Según los investigadores, la envidia benigna puede proporcionar emulación, motivación de mejora, pensamientos positivos sobre la otra persona y admiración.[9] Este tipo de envidia, si se trata correctamente, puede afectar positivamente al futuro de una persona motivándola a ser mejor persona y a tener éxito.[10][11]