Aprendizaje colaborativo
En un Aula de Aprendizaje Activo (ALC) los estudiantes se sientan en mesas redondas en lugar de en la clásica disposición de las clases, lo que proporciona una mayor dinámica de grupo y flexibilidad. Con la ayuda de tabletas y teléfonos móviles, los grupos de trabajo pueden conectarse entre sí en una pantalla grande y compartir ideas y materiales entre ellos. Por ejemplo, el profesor tiene más oportunidades de apoyar y seguir el trabajo del grupo que cuando los alumnos trabajan en salas de grupo separadas. Los grupos pueden interactuar de diferentes maneras y aprender unos de otros. El profesor también puede seguir las discusiones de los alumnos y así medir sus conocimientos. El Aula de Aprendizaje Activo también es adecuada para la introducción de cursos. Con la ayuda de la tecnología, los alumnos pueden conocerse rápidamente de forma lúdica.
Los alumnos se conectan de forma inalámbrica a las pantallas. Las pantallas son interactivas. Entre las marcas grises, las paredes están cubiertas con papel pintado de pizarra. La moqueta amortigua el sonido hasta un nivel confortable en la sala.
Durante el taller se aprende a utilizar la tecnología de la sala, pero también se obtiene un enfoque pedagógico adecuado para el aula. Le mostramos ejemplos de cómo dejar que sus alumnos trabajen alrededor de las mesas y cómo puede compartir fácilmente el material entre las mesas y le damos ideas sobre el uso de las superficies de la pizarra.
Aprendizaje pasivo
El aprendizaje activo es un término utilizado para describir las estrategias de instrucción que promueven la participación activa de los estudiantes en los procesos de construcción del conocimiento. Dichas estrategias pueden incluir actividades prácticas, breves tareas de escritura y debate, tareas de resolución de problemas, recopilación y síntesis de información, generación de preguntas y actividades basadas en la reflexión, entre otras. En conjunto, estos enfoques pretenden involucrar las habilidades de pensamiento de orden superior de los alumnos a través de la producción y articulación del conocimiento, en contraposición a la transmisión pasiva de hechos e ideas.
Por lo general, las estrategias de aprendizaje activo implican una mezcla de tareas individuales y colaborativas, dando a los estudiantes la oportunidad de reflexionar o predecir los resultados, y luego compartir y discutir sus ideas con los compañeros. Las actividades pueden durar desde unos pocos minutos hasta grandes segmentos de un período de clase; la cuestión es simplemente activar los procesos cognitivos de los alumnos mientras están en clase. La información que se ofrece a continuación le ayudará a diseñar y aplicar estrategias que apoyen esta categoría tan amplia de métodos de enseñanza.
Aprendizaje supervisado
En este taller experimentará actividades en una sala de ALC y utilizaremos esta técnica de enseñanza para conocer y debatir el pensamiento y la investigación que hay detrás del aprendizaje activo. Tendrá la oportunidad de considerar cómo esta forma de enseñar podría mejorar sus propios cursos.
CeUL ofrece talleres para todos los profesores de la Universidad de Estocolmo sobre una variedad de temas de enseñanza y aprendizaje. Están diseñados para satisfacer las necesidades tanto de los profesionales experimentados como de los recién llegados. Cada sesión ofrece la oportunidad de discutir experiencias y conocimientos compartidos con colegas.
Ejemplos de aprendizaje activo
En Manchester Met fomentamos un enfoque de “aprendizaje activo” en la planificación y el diseño de la enseñanza. El aprendizaje activo es un término general que implica un enfoque centrado en el estudiante, con alumnos que participan “activamente” en tareas interesantes, a menudo con sus compañeros. Fundamentalmente, el proceso permite a los alumnos desarrollar su propio aprendizaje a través de actividades significativas, a la vez que se apropian de ese proceso. Al participar activamente en las oportunidades de aprendizaje que les presentamos, los alumnos pueden explorar y aplicar lo que han aprendido para promover un aprendizaje “más profundo”.
Aunque los enfoques de aprendizaje activo se aplican más comúnmente al diseño de las actividades de enseñanza, también pueden influir en el diseño y la planificación de la evaluación. Por ejemplo, mediante la adopción de la evaluación en grupo o la evaluación por pares.
Este recurso describe un conjunto de actividades que pueden utilizarse en un contexto de enseñanza en línea o presencial. Incluyen una breve descripción de la actividad y algunas notas para ayudarle a empezar a pensar en cómo utilizarlas en un aula.