Declaración normativa
Las cotizaciones se refieren al precio de venta más reciente de una acción, un bono o cualquier otro activo negociado. Además, la mayoría de las clases de activos también cotizan el precio de compra y venta que determina el precio de venta final. La oferta se define como el precio más alto que un comprador está dispuesto a pagar por los activos, mientras que la demanda es el precio más bajo que un vendedor está dispuesto a aceptar por vender.
Es habitual que los activos estables y líquidos registren diferenciales bid-ask estrechos en un entorno de negociación normal. Sin embargo, suelen desviarse tras preocupaciones sistémicas como acontecimientos geopolíticos o caídas generalizadas del mercado. La aparición de la volatilidad y la incertidumbre pone en movimiento los mecanismos de oferta y demanda que socavan las cotizaciones.
Las cotizaciones representan dos elementos de información para la mayoría de las clases de activos: el precio que un inversor tendría que pagar para comprar un activo en un momento determinado (el precio más bajo “pedido” por los vendedores) y el precio que un inversor recibiría por el mismo activo si lo vendiera en el mismo momento (la “oferta” más alta de los compradores potenciales). En conjunto, la diferencia entre ambos representa el coste de liquidez en el que incurre un inversor al negociar un activo, ya que debe comprar al precio de oferta y vender al precio de demanda.
¿Qué es una afirmación positiva en economía?
Una afirmación positiva es aquella que permite establecer hipótesis que pueden probarse empíricamente. En cambio, una afirmación normativa se basa en opiniones o valores subjetivos.
¿Cuál es un ejemplo de economía positiva?
La economía positiva es tangible, por lo que cualquier cosa que pueda corroborarse con un hecho, como la tasa de inflación, la tasa de desempleo, las estadísticas del mercado inmobiliario y el gasto de los consumidores, son ejemplos de economía positiva.
¿Cuál es un ejemplo de afirmación positiva?
Las afirmaciones positivas son afirmaciones que pueden probarse, modificarse o rechazarse cotejándolas con los hechos. Ejemplo: Unos tipos de interés más altos reducirán el precio de la vivienda. Las afirmaciones normativas son opiniones subjetivas que no se pueden contrastar. Ejemplo: El Gobierno debería aumentar el salario mínimo.
Economía normativa
El libro de Milton Friedman Essays in Positive Economics (1953) es una recopilación de artículos anteriores del autor, cuyo ensayo principal es “La metodología de la economía positiva”. Este ensayo postula el famoso, pero controvertido, principio de Friedman (llamado el F-Twist por Samuelson) de que los supuestos no tienen por qué ser “realistas” para servir como hipótesis científicas; basta con que hagan predicciones significativas.
Este primer ensayo del libro explora la distinción de John Neville Keynes entre economía positiva y normativa, lo que es frente a lo que debería ser en materia económica. El ensayo establece un programa epistemológico para la propia investigación de Friedman.
El ensayo sostiene que la economía como ciencia debe estar libre de juicios normativos para que pueda ser respetada como objetiva e informar a la economía normativa (por ejemplo, si se debe aumentar el salario mínimo). Los juicios normativos suelen implicar predicciones implícitas sobre las consecuencias de las distintas políticas. El ensayo sugiere que tales diferencias de principio podrían reducirse mediante el progreso de la economía positiva (1953, p. 5).
Citas económicas
Una política económica es una línea de actuación destinada a influir o controlar el comportamiento de la economía. Las políticas económicas suelen ser aplicadas y administradas por el gobierno. Ejemplos de políticas económicas son las decisiones tomadas sobre el gasto público y los impuestos, sobre la redistribución de la renta de los ricos a los pobres y sobre la oferta de dinero. La eficacia de las políticas económicas puede evaluarse de dos maneras, conocidas como economía positiva y normativa.
Economía positiva y normativa. La economía positiva intenta describir cómo funcionan la economía y las políticas económicas sin recurrir a juicios de valor sobre cuáles son los mejores resultados. La característica distintiva de las hipótesis económicas positivas es que pueden ponerse a prueba y confirmarse o rechazarse. Por ejemplo, la hipótesis de que “un aumento de la oferta de dinero provoca un aumento de los precios” pertenece al ámbito de la economía positiva porque puede comprobarse examinando los datos sobre la oferta de dinero y el nivel de precios.
Economía positiva y normativa
El término economía positiva se refiere al análisis objetivo en el estudio de la economía. La mayoría de los economistas analizan lo que ha sucedido y lo que está sucediendo actualmente en una economía determinada para formar su base de predicciones para el futuro. Este proceso de investigación es economía positiva. Por el contrario, un estudio económico normativo basa las predicciones futuras en juicios de valor.
La piedra angular de la práctica de la economía positiva es fijarse en las finanzas conductuales o en las relaciones económicas basadas en hechos y en la interacción causa-efecto para desarrollar teorías económicas. La economía conductual sigue una premisa basada en la psicología según la cual las personas tomarán decisiones financieras racionales en función de la información que encuentren a su alrededor.
Muchos se referirán a este estudio como economía “qué es” debido a su uso de la determinación del pensamiento basada en hechos. La economía normativa, por tanto, se denomina el estudio de “lo que debería haber sido” o “lo que debería ser”.
La historia de la economía positiva se remonta al siglo XIX. Fue durante esta época cuando la idea de “lo que es” y “lo que debería ser” fue identificada por primera vez por los primeros economistas como John Neville Keynes y John Stuart Mill.