Trastorno de ansiedad generalizada
¿Qué es la fobia social? Es perfectamente normal sentirse nervioso en situaciones sociales en las que podemos estar bajo la atención de otras personas, ya sean extrañas o conocidas. Asistir a un acto formal, dar un discurso en una boda o hacer una presentación ante los compañeros de trabajo puede provocar nerviosismo y ansiedad, tanto en los momentos previos como durante el acto. Sin embargo, para las personas que padecen fobia social (a veces conocida como trastorno de ansiedad social), actuar delante de otras personas y en situaciones sociales puede provocar una intensa ansiedad. Pueden temer que les juzguen, critiquen, se rían de ellos o les humillen delante de los demás, incluso en las situaciones más cotidianas. Por ejemplo, la perspectiva de comer delante de los demás en un restaurante puede ser desalentadora para algunas personas con fobia social. La fobia social puede producirse en la fase previa o durante la misma: La fobia social también puede ser específica; las personas temen una situación concreta o unas cuantas situaciones relacionadas con un miedo específico (como ser asertivo en el trabajo o con sus amigos).
Prueba de trastorno de ansiedad social
ResumenEs normal sentirse nervioso en algunas situaciones sociales. Por ejemplo, tener una cita o hacer una presentación puede provocar esa sensación de mariposas en el estómago. Pero en el trastorno de ansiedad social, también llamado fobia social, las interacciones cotidianas provocan una gran ansiedad, timidez y vergüenza porque se teme ser escudriñado o juzgado negativamente por los demás.
El trastorno de ansiedad social puede ser una enfermedad mental crónica, pero el aprendizaje de habilidades de afrontamiento en psicoterapia y la toma de medicamentos pueden ayudarle a ganar confianza y mejorar su capacidad para interactuar con los demás.
SíntomasLos sentimientos de timidez o incomodidad en determinadas situaciones no son necesariamente signos de trastorno de ansiedad social, especialmente en los niños. Los niveles de comodidad en situaciones sociales varían en función de los rasgos de personalidad y las experiencias vitales. Algunas personas son reservadas por naturaleza y otras son más extrovertidas.
En contraste con el nerviosismo cotidiano, el trastorno de ansiedad social incluye miedo, ansiedad y evitación que interfieren en las relaciones, las rutinas diarias, el trabajo, la escuela u otras actividades. El trastorno de ansiedad social suele comenzar a principios o mediados de la adolescencia, aunque a veces puede empezar en niños más pequeños o en adultos.
Síntomas de fobia social
La mayoría de las personas se sienten tímidas o nerviosas en determinadas situaciones sociales. Hablar en público o entrar en una habitación llena de extraños puede provocar ansiedad en muchas personas. Sin embargo, este tipo de aprensión común no indica una fobia social. Para las personas con fobia social, las situaciones sociales provocan sentimientos que van más allá de la simple ansiedad o el nerviosismo.
Una fobia social se produce en una persona cuando: Se calcula que alrededor del 3% de la población australiana padece fobia social en un año cualquiera. Hasta el 13% de la población puede desarrollar fobia social a lo largo de su vida. Los hombres y las mujeres se ven igualmente afectados, aunque es mayor el número de hombres que buscan tratamiento.
El tratamiento mediante TCC puede incluir Técnicas de control de la ansiedad El entrenamiento en relajación y las técnicas de respiración pueden ayudar a la persona a controlar sus síntomas de ansiedad. Algunos síntomas de ansiedad física pueden ser desencadenados por la hiperventilación (respiración excesiva). Respirar lenta y profundamente desde el abdomen, en lugar de respirar rápida y superficialmente desde el pecho, puede reducir los sentimientos de ansiedad.
Tratamiento de la ansiedad social
Las personas con fobia social temen que los demás las perciban como extrañas, embarazosas o incluso risibles. Su comportamiento (por ejemplo, su forma de caminar, comer o hablar) o los signos visibles de su miedo (por ejemplo, sonrojarse, sudar o temblar) les resultan embarazosos. Esta ansiedad no siempre es tan fuerte: suele referirse a situaciones en las que uno es observado o evaluado, como los exámenes o cuando habla o come en público. Sin embargo, también puede producirse cuando se trata directamente con la gente, como al hablar con desconocidos o personas del sexo opuesto, o al tratar con personas con autoridad. Las personas con fobia social evitan estas situaciones siempre que sea posible, o sólo las soportan con mucho miedo. A menudo se producen reacciones físicas de ansiedad (por ejemplo, palpitaciones, náuseas, diarrea o tensión muscular). A partir de esto, puede desarrollarse un ataque de pánico. Las personas con fobia social suelen tener dificultades para encontrar pareja o para desarrollar con éxito una carrera profesional, incluso cuando tienen la cualificación personal adecuada.
La fobia social es una de las enfermedades mentales más frecuentes. Entre 7 y 12 de cada 100 personas sufren fobia social al menos una vez en su vida. Las mujeres se ven afectadas una vez y media más que los hombres. La enfermedad suele surgir en la adolescencia.