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Puntos en las manos fobia

junio 16, 2022
Puntos en las manos fobia

Fobia específica

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Hemofobia

Otro nombre para la fobia a las lesiones es traumatofobia, del griego τραῦμα (trauma), “herida, dolor”[2] y φόβος (phobos), “miedo”.[3] Se asocia con la fobia a la sangre e inyecciones. Quienes la padecen muestran una ansiedad irracional o excesiva y un deseo de evitar objetos y situaciones específicas temidas, hasta el punto de evitar procedimientos médicos que podrían salvar la vida[4]. Según un estudio, es más común en las mujeres[5].

Lo que diferencia a la fobia a las lesiones es que, cuando una persona se expone a la sangre, a una lesión o a una inyección, empieza a experimentar sensaciones extremas de terror, como falta de aliento; sudoración excesiva; sequedad de boca; sensación de malestar; temblores; palpitaciones del corazón; incapacidad para hablar o pensar con claridad; miedo a morir, a volverse loco o a perder el control; una sensación de alejamiento de la realidad; o un ataque de ansiedad en toda regla[6].

  Fobia a las inyecciones

Los tratamientos disponibles son en su mayoría terapias conductuales y cognitivas, siendo la más común la conductual. Un método de terapia conductual para la traumatofobia consiste en exponer al cliente a los estímulos, que en este caso son la exposición a la sangre, las lesiones y las inyecciones, y repetir el proceso hasta que las reacciones del cliente disminuyan y/o se curen. La hipnoterapia también es una opción.

Lista de fobias

Un niño de 7 años acudió a la clínica para recibir tratamiento por una posible fobia a las agujas. Había recibido una vacuna en otro centro y había necesitado que varios proveedores lo sujetaran para completar el procedimiento. Su madre describió una escalada de miedo a las agujas durante al menos 2 años. No tenía otros miedos en otros entornos ni se le describió como un niño ansioso. Dijo que no le gustaban las tormentas eléctricas por el ruido, pero que no le preocupaban. Una revisión de la historia clínica no mostró ningún problema de salud mental o de comportamiento anterior, pero sí tuvo una laceración 2 años antes que necesitó puntos de sutura y que la madre describió como “no va bien”. El niño estaba obviamente angustiado por el incidente de la vacuna y expresó su remordimiento por el comportamiento extremo. Dijo: “Sé que está bien pero no podía parar”. Los antecedentes familiares eran positivos para una tía con ansiedad y depresión que fue tratada con medicación y terapia.

El examen físico pertinente reveló un niño que estaba hiperalerta. Se mostró muy preocupado cuando el médico limpió su estetoscopio con una almohadilla de alcohol, y hubo que mostrarle varias veces que el médico no tenía nada en las manos para que se moviera a la mesa de exploración. Por lo demás, era un niño muy cooperativo y agradable que podía distraerse durante la exploración, lo que también era normal.

  Fobia a las personas

Las peores fobias

El dúo de entrenadores de vida Speakmans – que aparecen con frecuencia en el programa para ayudar a los espectadores con sus problemas – estuvieron presentes durante el episodio del lunes de This Morning cuando hablaron con Michelle de Manchester sobre su inusual miedo, y la mujer no podía ni siquiera decir la palabra sin jadear por el teléfono.

No puedo ni decirlo. Es vil. Se me pone la piel de gallina, me dan arcadas, sólo de pensarlo, de verlo, de su color, de su olor”, dijo, admitiendo que simplemente lo llama “la cosa amarilla que se pone en las tartas de manzana”.

Michelle recordó que en el colegio la obligaban a comer natillas (perdón, la cosa amarilla), y no pudo terminar su historia sin tener arcadas, dejando a Phil y a la copresentadora Rochelle Humes en un ataque de risa.

Nos obligaban a comerla, y no era la mejor de las cosas cuando era más joven. Estaba lleno de grumos”, dijo antes de volver a vomitar. Si consigues que supere este miedo, te prometo que me bañaré en él”.

Esto puede parecer un poco extraño, pero yo te veo a ti y a las natillas como víctimas iguales”, dijo. Tú y la cosa amarilla estáis en el mismo equipo porque ambos sois víctimas de esa persona que os obligó a comerla en primer lugar. Tú piensas mal de ella y ella no hizo nada malo’.

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