Fobia a los agujeros
Es normal que los seres humanos experimenten miedo. De hecho, puede ser incluso fundamental para nuestra supervivencia, ya que activa la respuesta de “lucha o huida” y nos permite reaccionar rápidamente y protegernos si es necesario. Cuando los miedos son extremos, el campo de la psicología los considera fobias. Una fobia es un miedo intenso a un objeto o una situación que representa poco o ningún peligro real, como las alturas, las serpientes o los espacios pequeños. Aunque la mayoría de las fobias se desarrollan durante la infancia, también pueden manifestarse en los adultos. Las personas con fobias suelen darse cuenta de que sus miedos son infundados, pero luchan por controlar sus reacciones.
El terror y la ansiedad que acompañan a la exposición a un objeto o situación temidos pueden ser abrumadores, lo que lleva a los individuos a evitar los encuentros a toda costa. Incluso pueden cambiar su estilo de vida o poner en peligro su vida: mudarse para evitar un apartamento con ascensor debido a su fobia a los espacios pequeños, o rechazar un trabajo en un edificio alto debido a su miedo extremo a las alturas.
Aunque las fobias pueden parecer desconcertantes, en realidad son bastante comunes y muy tratables. Según la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión (ADAA), las fobias específicas afectan a 19 millones de adultos, el 8,7% de la población estadounidense. Además, las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir fobias que los hombres. ¿Cuáles son las fobias más comunes y cómo las tratan los profesionales de la salud mental?
Fobias complejas
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias simplemente se producen en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Definición de fobia psicológica
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Los investigadores aún no tienen claro qué causa exactamente las fobias. Los estudios más recientes muestran que es probable que exista una compleja interacción de factores que incluyen la genética, la química del cerebro, los desencadenantes ambientales y el comportamiento aprendido. Los dos enfoques principales para tratar las fobias son el uso de medicamentos y la psicoterapia.
El modelo médico hace hincapié en los componentes genéticos y químicos del cerebro de las fobias. Los medicamentos se prescriben para reducir los síntomas asociados a las fobias. Los estudios demuestran que en las fobias, los enfoques cognitivo-conductuales tienden a ser más eficaces a largo plazo que los enfoques farmacológicos.
Hay dos clases de medicamentos antidepresivos que a veces se utilizan para tratar las fobias: los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Aunque los antidepresivos se asocian más comúnmente con el tratamiento de los trastornos del estado de ánimo, como la depresión, también tienen efectos ansiolíticos que pueden ser útiles en las fobias.
Terapia para las fobias
Las fobias se caracterizan por sentimientos de miedo o ansiedad intensos desencadenados por determinadas situaciones, lugares, animales u objetos que son desproporcionados con respecto a cualquier peligro real. Estas situaciones no causan ansiedad a todo el mundo, aunque no ayuda mucho a quienes las padecen el hecho de que los demás no consideren la situación como amenazante.
Aunque una fobia puede parecer irracional o inusual para quienes no la padecen, son un tipo de trastorno de ansiedad. Esto significa que los sentimientos de ansiedad asociados a la fobia pueden activarse con sólo pensar o hablar de la situación u objeto, lo que puede ser debilitante.
Al recibir tratamiento para una fobia en Priory, la visita a uno de nuestros hospitales del Reino Unido o a los centros de bienestar de todo el país en régimen de hospitalización, atención diurna o ambulatoria, le da acceso a un plan de tratamiento personalizado para su fobia.
Utilizando técnicas terapéuticas basadas en la evidencia, aprenderá a controlar sus emociones relacionadas con el trastorno y, cuando esté preparado, participará en una “exposición graduada” a sus miedos, reduciendo así la evitación y los comportamientos que limitan la vida asociados a la enfermedad.