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Fobias con nombres raros

junio 17, 2022
Fobias con nombres raros

Nombres de fobia más largos

Los sufijos ingleses -phobia, -phobic, -phobe (del griego φόβος phobos, “miedo”) aparecen en el uso técnico de la psiquiatría para construir palabras que describen el miedo irracional, anormal, injustificado, persistente o incapacitante como trastorno mental (p. ej. agorafobia), en química para describir las aversiones químicas (por ejemplo, hidrofobia), en biología para describir los organismos a los que no les gustan ciertas condiciones (por ejemplo, acidofobia) y en medicina para describir la hipersensibilidad a un estímulo, normalmente sensorial (por ejemplo, fotofobia). En el uso común, también forman palabras que describen la aversión o el odio a una cosa o tema en particular (por ejemplo, homofobia). El sufijo es antónimo de -phil-.

Para más información sobre la vertiente psiquiátrica, incluida la forma en que la psiquiatría agrupa fobias como la agorafobia, la fobia social o la fobia simple, véase fobia. Las siguientes listas incluyen palabras terminadas en -fobia, e incluyen miedos que han adquirido nombres. En algunos casos, la denominación de las fobias se ha convertido en un juego de palabras, siendo un ejemplo notable un artículo humorístico publicado en 1998 por la BBC News.[1] En algunos casos, una palabra terminada en -fobia puede tener un antónimo con el sufijo -phil-, por ejemplo, germanófobo/germanófilo.

Lista de fobias de la a a la z

La tafofobia es el miedo a ser enterrado vivo. Las investigaciones sugieren que surgió (y probablemente llegó a su punto álgido) durante el siglo XVIII, en una época en la que la peste hacía estragos y la gente temía que los médicos o los profesionales de la medicina los declararan muertos por error. La tafofobia era un fenómeno tan extendido que existían “ataúdes de seguridad” y los cadáveres solían almacenarse durante mucho tiempo antes de ser enterrados para asegurarse de que no se despertaran.

  Significado de fobia rae

La eisoptrofobia es el miedo a los espejos o, más concretamente, a ver el propio reflejo en un espejo. Mirarse en un espejo puede causar a las personas con eisoptrofobia vergüenza o angustia, y puede conducir a la depresión, según un estudio de caso de 2014 que detalla la lucha de una mujer de 55 años con esta fobia durante 30 años.

La ombrofobia es el miedo a la lluvia. Forma parte de una categoría que los investigadores denominan “fobias al entorno natural”, que también incluye los huracanes (lilapsofobia), la nieve (cionofobia), el frío (criofobia) y el viento (ancrafobia). Según los autores de un estudio reciente, es más probable que las personas con estas fobias tengan algún tipo de educación formal relacionada con la meteorología, lo que las dota de “una mayor comprensión de los peligros potenciales asociados al mal tiempo”.

Fobofobia

Miedos. Todos los tenemos. Ya sea una de las fobias más comunes, como la de las serpientes (ofidiofobia), la de los payasos (coulrofobia) o la de las alturas (acrofobia), o algo un poco más oscuro, como la fobia a las cucharas (koutaliafobia), conocida recientemente por las historias de noviazgo de Liam Payne, de One Direction, y el DJ Greg James.

La mayoría de las personas (especialmente los padres) cuentan las horas para poder acurrucarse y dormir tranquilamente, pero hay quienes sufren un miedo aterrador a irse a la cama. Como el descanso adecuado es tan importante para el cuerpo como la comida y el agua, esta fobia puede empezar a entorpecer la vida cotidiana.

La causa principal puede ser que alguien sienta que no tiene control sobre su entorno mientras duerme. Algunos temen no volver a despertarse, mientras que otros tienen miedo de no poder conciliar el sueño, lo que a su vez se convierte en una profecía autocumplida. También hay pruebas que sugieren que la somnifobia está relacionada con otros trastornos del sueño, como la apnea del sueño y los terrores nocturnos.

  Fobia a tener novio

Lista de todas las fobias

Algunas de las formas en que esta palabra ha llegado a nuestro idioma son bastante directas, como (haptics, la palabra para “una ciencia que se ocupa del sentido del tacto”). Otras son menos directas, como (periapt, que proviene de añadir peri-, que significa “todo alrededor”, a una parte de haptein.

Tenemos la palabra para esta condición desde al menos finales del siglo XIX; Granville Stanley Hall, en su obra A Study of Ferars, escribió haber estudiado 111 “casos bien desarrollados” de dorofobia. La palabra viene del griego dora, que significa “la piel o el cuero de un animal”. Dora viene del verbo griego derein, que significa “despellejar o desollar”. Este es también el origen de derm, la palabra griega para piel, que aparece en palabras como dermatología.

W. C. Fields admite tener varias fobias, entre ellas la farmacofobia… miedo a los médicos y a la medicina… y dijo: “Dorofobia, porque una vez me tropecé con una puerta en la oscuridad”. Cuando se le indicó que la dorofobia significa miedo a las pieles, se limitó a decir: “¡No cambies de tema!” -The Leader-Post (Regina, Canadá), 30 de abril de 1938

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