Miedo dental
Si tiene miedo al dentista, no está solo. De hecho, más de 2 millones de personas en el Reino Unido tienen el mismo miedo. Recientemente se ha convertido en una fobia reconocida, llamada odontofobia/dentofobia, y los dentistas son muy conscientes de ello y están plenamente capacitados para dar tratamiento dental a las personas que tienen esta fobia para que se sientan más relajadas durante todo el proceso de ir al dentista.
Entonces, ¿qué hace que la gente tenga tanto miedo de ir al dentista? Bueno, la mayoría de las veces se reduce al “qué pasaría si”. La gente empieza a pensar en hacerse un procedimiento grande aunque no lo necesite, y ahí es donde entra en juego el “qué pasa si tienen que taladrar o usar agujas”.
La mayoría de la gente asocia al dentista con grandes agujas, perforaciones y tratamientos dolorosos. Pero no es así. En los últimos años, se ha avanzado mucho para que el tratamiento dental sea lo menos doloroso posible. Hace muchos años el tratamiento habría sido más doloroso, sin embargo, con el desarrollo de la tecnología y los equipos. Además, las personas que tienen fobia a las agujas son más propensas a tener miedo de ir al dentista.
Miedo a molestar a los demás
¿Qué es una fobia? La mayoría de la gente tiene miedo a algo, eso es cierto, pero no todos los miedos son iguales. Una fobia es un tipo de miedo muy específico. Clasificada como un trastorno de ansiedad, una fobia es consistente y a menudo irracional. El principal problema de una fobia es que la persona que la padece no entiende por qué tiene ese miedo. Y eso puede causar una gran frustración y afectar a otras áreas de su vida. Todo depende de la frecuencia con la que entren en contacto con el estimulante, desencadenando así una reacción ansiosa. En el caso de la dentofobia, normalmente se trata de citas periódicas, a no ser que se trate de una urgencia dental. En comparación con otras fobias (por ejemplo, la aracnofobia) hay menos elementos de incertidumbre.
Glosofobia
El miedo puede adoptar muchas formas, desde un ligero nerviosismo hasta un pánico total. Para quienes lo padecen de forma leve, la visita al dentista es una experiencia desagradable. Pero para una minoría significativa de fóbicos agudos, la ansiedad puede ser lo suficientemente intensa como para disuadir de la visita. Todos los días hablamos con pacientes nerviosos que se aterrorizan ante la mera idea de concertar una cita con el dentista.
Para este grupo, años de evasión y ausencia de citas pueden tener graves consecuencias para la salud oral y mental. No es raro que los dentistas se encuentren con pacientes que soportan años de dolor, enfermedades de las encías, dientes sueltos o perdidos y mala salud antes de enfrentarse finalmente a su miedo. Algunos incluso recurren al autotratamiento en lugar de superar su ansiedad.
Fobia, miedo o ansiedad: las reacciones adversas fuertes pueden adoptar muchas formas. Comprender la naturaleza y las causas de su fobia dental es la primera parte vital del rompecabezas que puede ayudarle a liberarse de la prisión del miedo.
Lo creas o no, el miedo es una emoción perfectamente sana. Es un instinto de supervivencia humano fundamental que surge de forma natural en el sistema nervioso y, sin él, tendríamos dificultades para evitar el peligro. Todos conocemos sus síntomas: aumento del ritmo cardíaco, sudoración de las palmas de las manos, náuseas y sensación de pánico, por nombrar sólo algunos.
Lista de fobias
Las estadísticas sugieren que, en los países occidentales, las fobias afectan al 7-13% de la población y que las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir una fobia que los hombres. Sin embargo, como muchas personas no se sienten cómodas hablando de sus fobias, se cree que esta cifra podría ser mucho mayor.
La fobia dental parece ser un fenómeno en aumento, aunque esto puede deberse a que, a medida que los médicos mejoran el tratamiento de las fobias, más personas buscan ayuda. La fobia dental -o dentofobia para darle su nombre correcto- se define generalmente como el miedo a los dentistas y a los trabajos dentales. La realidad es que la dentofobia está desencadenada por un conjunto de miedos complejos y de varios niveles, lo que significa que cada persona puede experimentar diferentes estímulos, diferentes niveles de miedo y diferentes síntomas.
En muchos casos, la dentofobia es un miedo genérico a los dentistas y al trabajo dental. Por lo tanto, las personas que padecen dentofobia no pueden ni siquiera visitar al dentista sin sufrir ataques de ansiedad u otros síntomas. Asimismo, los ataques también pueden ser estimulados por los olores, las imágenes o los sonidos genéricos de la consulta dental, por lo que basta con estar allí para desencadenar una reacción fóbica.