Misokinesia deutsch
La misofonía es un trastorno de disminución de la tolerancia a sonidos específicos o a sus estímulos asociados que se ha caracterizado utilizando diferentes lenguajes y metodologías.[4] Las reacciones a los sonidos desencadenantes van desde el enfado y la molestia hasta la activación de una respuesta de lucha o huida.[5] La afección se denomina a veces síndrome de sensibilidad selectiva al sonido. Entre los desencadenantes más comunes se encuentran los sonidos orales (por ejemplo, la respiración ruidosa, la masticación, la deglución), los chasquidos (por ejemplo, el golpeteo del teclado, el golpeteo de los dedos, los limpiaparabrisas) y los sonidos asociados con el movimiento (por ejemplo, el movimiento)[5] A menudo, los sonidos odiados son de naturaleza repetitiva.
Aunque la condición fue propuesta por primera vez en 2001 por Jastreboff y Jastreboff,[6] aún no se ha considerado una condición diagnosticable.[5] La misofonía no está clasificada como una condición auditiva o psiquiátrica, por lo que es diferente de la fonofobia (miedo al sonido); no hay criterios de diagnóstico estándar, y hay poca investigación sobre lo común que es o el tratamiento.[5] Los defensores sugieren que la misofonía puede afectar negativamente a la capacidad de lograr objetivos de vida y disfrutar de situaciones sociales. En 2019 no existían métodos basados en la evidencia para manejar la condición.
Misofonia
Las personas angustiadas por pensamientos recurrentes, no deseados e incontrolables o que se sienten impulsadas a repetir comportamientos específicos pueden padecer un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Los pensamientos y comportamientos que caracterizan al TOC pueden interferir en la vida cotidiana, pero el tratamiento puede ayudar a las personas a controlar sus síntomas.
Aunque todo el mundo se preocupa o siente la necesidad de volver a comprobar las cosas en alguna ocasión, los síntomas asociados al TOC son graves y persistentes. Estos síntomas pueden causar angustia y llevar a comportamientos que interfieren en las actividades cotidianas. Las personas que padecen el TOC pueden sentir la necesidad de comprobar las cosas repetidamente o de realizar rutinas durante más de una hora al día como forma de conseguir un alivio temporal de la ansiedad. Si los síntomas del TOC no se tratan, estos comportamientos pueden perturbar el trabajo, la escuela y las relaciones personales y pueden provocar sentimientos de angustia.
Los síntomas del TOC suelen aparecer en la infancia, alrededor de los 10 años, o en la juventud, entre los 20 y 21 años, y suelen aparecer antes en los chicos que en las chicas. La mayoría de las personas son diagnosticadas de TOC cuando llegan a la edad adulta.
Fonofobia
ResumenLa misokinesia -o el “odio a los movimientos”- es un fenómeno psicológico que se define por una fuerte respuesta afectiva o emocional negativa ante la visión de los movimientos pequeños y repetitivos de otra persona, como ver a alguien moviendo nerviosamente una mano o un pie. Entre las personas que experimentan regularmente la sensibilidad a la misokinesia, existe un creciente reconocimiento popular de los retos que presenta, como demuestran los grupos de apoyo en línea. Sin embargo, sorprendentemente, la investigación científica sobre el tema es escasa. Este artículo es novedoso al examinar sistemáticamente si la sensibilidad a la misokinesia existe realmente en la población general y, en caso afirmativo, si existe una variabilidad individual en la intensidad o el alcance de las sensibilidades declaradas. A través de tres estudios que incluyeron a 4.100 participantes, confirmamos la existencia de la sensibilidad a la misocinesia tanto en la población estudiantil como en la no estudiantil, con aproximadamente un tercio de nuestros participantes autoinformando algún grado de sensibilidad al ver las conductas repetitivas e inquietas de los demás que se encuentran en su vida diaria. Además, la variabilidad individual en el rango y la intensidad de las sensibilidades reportadas sugieren que los impactos socio-afectivos negativos asociados con las sensibilidades a la misokinesia pueden crecer con la edad. Nuestros hallazgos confirman que un gran segmento de la población general puede tener una sensibilidad visual-social que ha recibido poco reconocimiento formal.
Misokinesia
Oyes a tu cónyuge respirar cerca y te enfadas al instante. Tu hijo de 6 años bosteza y eso desencadena en ti una reacción de lucha o huida. Evitas los restaurantes porque no soportas el sonido de la masticación. Los sonidos que otras personas no parecen percibir te ponen los pelos de punta. Puede que tengas misofonía.
Las personas con misofonía se ven afectadas emocionalmente por sonidos comunes, normalmente los que hacen los demás y a los que los demás no prestan atención. Los ejemplos anteriores (respirar, bostezar o masticar) crean una respuesta de lucha o huida que desencadena la ira y el deseo de escapar. La misofonía está poco estudiada y no se sabe cuán común es. Afecta a unos peor que a otros y puede llevar al aislamiento, ya que las personas que la padecen tratan de evitar estos sonidos desencadenantes. Las personas que padecen misofonía a menudo se sienten avergonzadas y no lo mencionan a los profesionales de la salud, y a menudo éstos no han oído hablar de ella. Sin embargo, la misofonía es un trastorno real que compromete seriamente el funcionamiento, la socialización y, en última instancia, la salud mental. La misofonía suele aparecer alrededor de los 12 años, y probablemente afecta a más personas de las que creemos.