Claustrofobia deutsch
La claustrofobia es el miedo a los espacios cerrados. Puede desencadenarse por muchas situaciones o estímulos, como los ascensores, especialmente cuando están llenos, las habitaciones sin ventanas y las habitaciones de hotel con puertas cerradas y ventanas selladas. Incluso las habitaciones con cerradura en el exterior, los coches pequeños y la ropa ajustada al cuello pueden inducir una respuesta en las personas con claustrofobia. Se suele clasificar como un trastorno de ansiedad, que a menudo da lugar a ataques de pánico. La aparición de la claustrofobia se ha atribuido a muchos factores, como la reducción del tamaño de la amígdala y el condicionamiento clásico.
Un estudio indica que entre el 5 y el 10% de la población mundial padece claustrofobia grave, pero sólo un pequeño porcentaje de estas personas recibe algún tipo de tratamiento para el trastorno.
La claustrofobia está clasificada como un trastorno mental y conductual, [1] específicamente un trastorno de ansiedad. Los síntomas suelen desarrollarse durante la infancia o la adolescencia[2]. Se cree que la claustrofobia suele tener un síntoma clave: el miedo a la asfixia. En al menos uno, si no varios, de los siguientes ámbitos: habitaciones pequeñas, aparatos de resonancia magnética o de TAC, coches, autobuses, aviones, trenes, túneles, cuevas submarinas, sótanos, ascensores y cuevas.
Escopofobia
La claustrofobia es un miedo situacional que provoca una gran ansiedad en espacios pequeños como ascensores, túneles, aviones, armarios, incluso coches pequeños, etc. Cualquier espacio que se sienta apretado y constrictivo puede desencadenar a alguien con esta fobia. La palabra claustrofobia procede del latín “clauder”, que significa cerrar, y del griego “phobos”, que significa temor o miedo.
Las personas claustrofóbicas suelen ser propensas a otros tipos de ansiedad y ataques de pánico, por lo que podría haber un factor genético y biológico en la fobia. Además, las personas que experimentan distorsión espacial son más propensas a padecer claustrofobia, ya que tienen una percepción exagerada del espacio personal. Como ocurre con muchas fobias, las experiencias traumáticas del pasado pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la claustrofobia. Si alguien se queda accidentalmente atrapado en un ascensor, por ejemplo, esto podría crear fácilmente una mentalidad de Claustrofobia. También los niños que fueron castigados encerrándolos en habitaciones o que tuvieron que permanecer en un espacio reducido durante mucho tiempo tienden a desarrollar Claustrofobia.
Síntomas de claustrofobia
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La claustrofobia se define como el miedo a los espacios cerrados. Como cualquier fobia, la gravedad de la claustrofobia puede variar mucho de una persona a otra. Se pueden experimentar síntomas en habitaciones pequeñas, espacios reducidos, multitudes y muchas otras situaciones.
Algunas personas con claustrofobia se sienten incómodas en los ascensores, en las atracciones de los parques de atracciones que utilizan sistemas de retención seguros (como las montañas rusas), en los baños públicos o incluso en las puertas giratorias. Las cámaras de resonancia magnética y otras pruebas médicas también pueden resultar difíciles o imposibles si se padece claustrofobia.
Si tienes claustrofobia, puedes experimentar una ansiedad leve en un espacio cerrado o incluso ataques de pánico graves, y los síntomas pueden empeorar cuanto más tiempo permanezcas en el lugar. Es posible que llores, grites e intentes salir de la situación por cualquier medio.
Miedo a la restricción
Miedo a los espacios cerradosEl miedo a los espacios cerrados, o claustrofobia, es un miedo intenso o irracional a los espacios pequeños o a la posibilidad de no tener escapatoria de un espacio cerrado.Las personas que sufren este tipo de fobia llegarán a extremos para evitar situaciones que impliquen habitaciones, espacios o ascensores pequeños. Esta evitación repercutirá con frecuencia en la vida profesional y personal de la persona, evitando coger ascensores, entrar en un sótano o en una oficina pequeña y, a veces, incluso en procedimientos médicos como la resonancia magnética o la tomografía computarizada.EXISTE UN TRATAMIENTO EFICAZLa terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudarnos a volver a enfrentarnos a estas situaciones y a enseñarnos habilidades y estrategias específicas para afrontar la ansiedad. Este enfoque nos permite enfrentarnos a nuestros miedos de forma segura y gradual.Pedir ayuda es el primer paso.Contacta con nosotros para que te llamemos sin compromiso.Estamos aquí para ayudarteDescubre cómo nuestros programas de tratamiento de fobias pueden ayudarte. Rellene el formulario de consulta y nos pondremos en contacto con usted para hablar de ello. También puede llamarnos al (02) 8540 8739 para hablar con uno de nuestros apasionados psicólogos.