Fobia a la pérdida
Sin embargo, el trabajo del doctor Martin en la idílica aldea de Portwenn sigue siendo el mismo, con sus bruscos modales y su fobia a la sangre muy intactos, además de muchas más acrobacias médicas para que Clunes se quede atascado.’Nunca conseguiré un trabajo mejor’ El doctor Martin tiene fans en todo el mundo y vuelve para una octava serie. Pero, ¿qué pueden esperar los “clunianos” ahora que el malhumorado médico de cabecera y su esposa Louisa salvaron su matrimonio en la última serie? Martin Clunes habla con Georgia Humphreys sobre el drama que se avecina..Rachel Timoney (interpretada por Emily Bevan, destacada por su papel en “The Casual Vacancy”) suavizar su acerada personalidad, curar su paralizante fobia a la sangre o salvar su desintegrado matrimonio…Doc Martin Serie 7 “¿Qué pasa con tu fobia a la sangre y tu TOC y el hecho de que siempre tienes que comer pescado…La televisión de hoy; Doc descubre que tiene la culpa? “¿Qué pasa con tu fobia a la sangre y tu TOC y el hecho de que siempre tienes que comer pescado?RECORD tv
Desmayo de sangre
Los trastornos de ansiedad en general y las fobias específicas en particular se han estudiado ampliamente, especialmente sus aspectos cognitivos. Sin embargo, la fobia BII sigue siendo poco estudiada. De hecho, a menudo se hace referencia a la fobia BII como “la olvidada” (5) o “un diagnóstico descuidado” (6). En su revisión de la psicofisiología de la BII fobia, Ritz et al. (7) incluyeron una subsección titulada “cogniciones – el factor descuidado en la investigación del tratamiento de la BII fobia” (p. 64), enfatizando aún más la necesidad de la investigación cognitiva en este trastorno. Esta necesidad también se refleja en el hecho de que la mayoría de los estudios citados en este artículo no son recientes, ya que la fobia BII -o al menos sus aspectos cognitivos- no se ha estudiado con frecuencia. Así, se sabe poco sobre las particularidades cognitivas y emocionales en el procesamiento de los estímulos que provocan miedo en la BII, como también señalan Cisler et al. (8) en su revisión sobre este trastorno.
La fobia a la BII se compara a menudo con otras fobias específicas, como la de las arañas y la de las serpientes. Estas comparaciones entre la BII fobia y las fobias a los animales, que han sido investigadas intensamente, pueden ayudarnos a entender si la BII fobia es realmente única y cualitativamente diferente de estos otros trastornos, como sugirieron por primera vez Sawchuk et al. (9). Por ejemplo, Tolin et al. (10) pidieron a los participantes con BIIfobia o fobia a las arañas que valoraran varias imágenes relacionadas con la fobia en escalas de miedo y asco. Mientras que los participantes con BII fobia mostraban fuertes sentimientos de asco hacia las imágenes relacionadas con la fobia, los participantes con fobia a las arañas mostraban una mezcla de ambas emociones, siendo el miedo la emoción más dominante [véase también (11), para resultados similares en una población no clínica]. Sawchuk et al. (12) informaron de resultados similares utilizando análisis de función discriminante, lo que sugiere que estas fobias son efectivamente cualitativamente diferentes. No obstante, ambos grupos mostraron una elevada sensibilidad al asco en comparación con los participantes de control.
Aichmofobia
La fobia a la sangre (también, AE: Hemofobia, BE: Hemofobia) es el miedo extremo e irracional a la sangre. Al igual que la tripanofobia y la traumatofobia, los casos agudos de este miedo pueden provocar reacciones físicas poco comunes en la mayoría de los demás miedos, concretamente el síncope vasovagal (desmayo)[1] Estas tres fobias suelen clasificarse como “fobia a la sangre-inyección-lesión” (frase utilizada por el DSM-IV)[2] o “fobia a la sangre-lesión-enfermedad”[3].
En los pacientes con fobia a la sangre vasovagal, se considera que los pacientes que son tratados con éxito con intervenciones psicológicas son únicos[5]. Por el contrario, muchas técnicas conductuales útiles para mitigar el síncope vasovagal, como la aplicación de tensión a los músculos en un esfuerzo por aumentar la presión sanguínea, son útiles para los pacientes con fobia a la sangre[6]. También se utilizan dispositivos médicos, como marcapasos, para tratar a los pacientes con fobia a la sangre[5].
Bii fobia
La fobia a la sangre (también conocida como hemofobia o hematofobia en inglés americano y hemofobia o hematofobia en inglés británico) es un miedo irracional extremo a la sangre, un tipo de fobia específica. Los casos graves de este miedo pueden provocar reacciones físicas poco comunes en la mayoría de los demás miedos, concretamente el síncope vasovagal (desmayo)[1] También pueden producirse reacciones similares en la tripofobia y la traumatofobia. Por este motivo, el DSM-IV clasifica estas fobias como fobia a la sangre-inyección-lesión[2]. Algunos de los primeros textos se refieren a esta categoría como “fobia a la sangre-lesión-enfermedad”[3].
La fobia a la sangre suele estar causada por un traumatismo directo o indirecto en la infancia[3]. Aunque algunos han sugerido una posible relación genética, un estudio de gemelos sugiere que el aprendizaje social y los acontecimientos traumáticos, más que la genética, tienen mayor importancia[cita requerida]. La fobia a las inyecciones de sangre (BII) afecta a cerca del 4% de la población en Estados Unidos[4].
La inclusión de la BII dentro de la categoría de fobias específicas o simples en los sistemas clasificatorios refleja la percepción de que el miedo tiene un papel primordial en el trastorno. En consonancia con esta suposición, la fobia a la sangre parece compartir una etiología común con otras fobias. Kendler, Neale, Kessler, Heath y Eaves (1992) han argumentado, a partir de datos que comparan gemelos monocigóticos con dicigóticos, que el factor genético común a todas las fobias (agorafobia, fobia social y fobias específicas), predispone fuertemente a una persona a las fobias específicas.