Pronunciación del miedo a los puentes
La gefirofobia, gehidrofobia o gefisofobia (de gephura, “puente”) es el miedo a cruzar puentes. Los gehidrofóbicos pueden evitar las rutas que les lleven por los puentes. Algunas de las posibles explicaciones de la gefirofobia pueden ser el miedo a la integridad estructural del propio puente, o el temor a que el puente se derrumbe si intentan cruzarlo. Las causas de esta fobia incluyen perder el control del coche al cruzar el puente, ver accidentes de coche en el puente, derrumbes de puentes como los que se ven en las noticias, o incluso quedar atrapado en el estrecho puente.
Los gefirofóbicos pueden empezar a sudar, sentirse ligeramente incómodos o tener náuseas cuando tienen que cruzar el puente. Cuando los enfermos graves se enfrentan al puente para cruzarlo, pueden experimentar una ansiedad paralizante y/o ataques de pánico.
En la cultura popular, la gefirofobia es el nombre de un mapa del videojuego Halo. En el mapa, las dos bases están conectadas únicamente por un puente flanqueado por puestos de francotiradores. El nombre proviene probablemente del hecho de que los jugadores son asesinados con frecuencia en el puente.
Síntomas de la gefirofobia
Condición médicaGefirofobiaEl antiguo puente Tappan Zee (demolido en 2019 y sustituido por un puente más nuevo) ofrecía un servicio para ayudar a quienes padecían gefrofobia a cruzar el puente sin vacilar.EspecialidadPsicología, Psiquiatría y Neurología
La gefirofobia es el trastorno de ansiedad o fobia específica caracterizado por el miedo a los puentes y túneles. En consecuencia, quienes padecen gefifobia pueden evitar las rutas que les lleven por puentes o, si son pasajeros, actuarán con mucha aprensión al pasar por un puente[1][2][3] El término gefifobia proviene del griego γέφυρα (gephura), que significa “puente”,[4] y φόβος (phobos), que significa “miedo”[5].
Algunas de las posibles manifestaciones de la geofobia pueden ser el miedo a salirse del puente, el miedo a que una ráfaga de viento lo haga caer a uno del puente, o el miedo a que el puente se derrumbe al cruzarlo (por ejemplo, el miedo a que el puente carezca de integridad estructural). El miedo se solapa con la acrofobia (el miedo a las alturas), ya que la gefirofobia tiende a exacerbarse en los puentes más altos en comparación con los que están más cerca del agua o del suelo.
Grupo de apoyo a la geofobia
La gefirofobia es el miedo irracional a cruzar puentes. Las personas que padecen esta enfermedad pueden experimentar una gran cantidad de ansiedad por el mero hecho de pensar en cruzar puentes, por no hablar de hacerlo realmente. De hecho, su ansiedad puede ser tan intensa que incluso puede sufrir un ataque de pánico completo como resultado de ello. Aunque tal afluencia de ansiedad no siempre será el caso de todas las personas que sufren de geofobia, sigue siendo muy plausible que ocurra.
Alguien que experimenta un ataque de pánico completo como resultado de su gefifobia puede esperar tener un aumento del ritmo cardíaco, un aumento del ritmo respiratorio, una presión arterial más alta, tensión muscular, temblores y sudoración excesiva, entre otros síntomas. Aunque los ataques de pánico no siempre son el caso de todas las personas que experimentan síntomas de gefifobia, es posible que se produzcan, especialmente si sus síntomas son muy graves.
Las personas que padecen geofobia pueden evitar lo que temen. Pueden llevar esto al extremo asegurándose de no exponerse a cruzar puentes de ninguna manera. Por ejemplo, alguien con esta afección puede negarse a cruzar un puente, aunque sea lo más conveniente para él. Es probable que esta preocupación excesiva y el pensamiento irracional sean una de las principales causas de su angustia mental.
¿Qué tan común es la geofobia?
El miedo a cruzar por los puentes (gefifobia) puede ser debilitante, pero hay cosas que se pueden hacer para sobrellevar y eventualmente superar esta fobia. La gefirofobia se experimenta de diferentes maneras; para algunos, conducir sobre puentes y barrancos altos es especialmente intimidante, mientras que otras personas encuentran que caminar sobre puentes es especialmente aterrador. Esta fobia puede estar relacionada con una experiencia traumática o con una respuesta aprendida a la hora de conducir o caminar por los puentes. Puede impedirte ir al trabajo, al colegio o incluso dar un buen paseo con la familia o los amigos[1].
El contenido de este artículo no pretende sustituir el asesoramiento, el examen, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre debe ponerse en contacto con su médico u otro profesional sanitario cualificado antes de iniciar, cambiar o interrumpir cualquier tipo de tratamiento sanitario.
Resumen del artículoEl miedo a pasar por los puentes puede ser realmente estresante e incómodo, pero hay formas de empezar a superar tu fobia. Intenta cruzar puentes pequeños que den menos miedo para acostumbrarte a pasar por ellos. Otra cosa que puedes hacer es ver vídeos de gente cruzando puentes para hacerte a la idea. Si tienes que pasar por un puente, respira profundamente para relajarte. Las fobias tardan en desaparecer, pero cuanto más te expongas a ellas y las entiendas, menos poder tendrán. Si tu fobia tiene un grave impacto en tu vida, habla con un terapeuta sobre ella. Para obtener más consejos, incluyendo cómo distraerse para no pensar en pasar por los puentes, sigue leyendo.