Ejemplos de fobias específicas
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Es poco probable que estas tres categorías se excluyan mutuamente, ya que lo más probable es que múltiples causas interactúen en los individuos para provocar fobias. Por ejemplo, puede ser que las diferencias biológicas en el cerebro sean desencadenadas por una experiencia o algo en el entorno de esa persona, o que una experiencia negativa pueda conducir a una respuesta aprendida.
El id es la parte más primitiva e instintiva de la mente y es la base de nuestros impulsos. El superego compone la moral, los valores y las prohibiciones interiorizadas durante el desarrollo. El ego es el moderador racional entre ambos. Una parte importante del deber del ego es controlar los impulsos del id.
La teoría del aprendizaje es un conjunto de teorías ampliamente inclusivo que se basa en los principios del conductismo y la teoría cognitiva. Ivan Pavlov fue el pionero de la teoría del aprendizaje al demostrar que se podía entrenar a los perros para que salivaran cuando sonaba una campana. Desde entonces, numerosos psicólogos se han basado en el trabajo de Pavlov para desarrollar teorías más complejas del comportamiento humano.
Qué es la agorafobia
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias pueden simplemente producirse en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Las fobias más comunes
Una fobia es un trastorno de ansiedad que se define por un miedo persistente y excesivo a un objeto o situación[1] Las fobias suelen dar lugar a una rápida aparición del miedo y suelen estar presentes durante más de seis meses[1] Las personas afectadas hacen todo lo posible por evitar la situación o el objeto, hasta un grado mayor que el peligro real que representa[1]. [Si no pueden evitar el objeto o la situación, experimentan una gran angustia[1]. Otros síntomas pueden ser los desmayos, que pueden producirse en la fobia a la sangre o a las lesiones,[1] y los ataques de pánico, que suelen darse en la agorafobia[6]. Alrededor del 75% de las personas con fobias tienen fobias múltiples[1].
Las fobias pueden dividirse en fobias específicas, trastorno de ansiedad social y agorafobia.[1][2] Las fobias específicas se dividen a su vez en ciertos animales, el entorno natural, la sangre o las lesiones y situaciones particulares.[1] Las más comunes son el miedo a las arañas, el miedo a las serpientes y el miedo a las alturas. [7] Las fobias específicas pueden estar causadas por una experiencia negativa con el objeto o la situación en la primera infancia.[1] La fobia social es cuando una persona teme una situación debido a la preocupación de que los demás la juzguen.[1] La agorafobia es un miedo a una situación debido a la percepción de dificultad o incapacidad para escapar.[1]
Las peores fobias
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Si tiene una fobia, tendrá una necesidad abrumadora de evitar todo contacto con la fuente de su ansiedad. Entrar en contacto con la causa de su fobia, o incluso pensar en ello, puede provocarle ansiedad y causarle pánico.
Si la causa de su fobia es un objeto o animal con el que no entra en contacto habitualmente, como una serpiente, es poco probable que afecte a su vida cotidiana. Sin embargo, si tiene una fobia más compleja, como la agorafobia (véase más adelante), puede resultarle muy difícil llevar una vida normal.
Las fobias afectan a distintas personas de manera diferente. Algunas personas sólo reaccionan con una ansiedad leve cuando se enfrentan al objeto de su miedo, mientras que otras experimentan una ansiedad grave o sufren un ataque de pánico severo.
Las fobias complejas tienden a ser más incapacitantes que las fobias simples porque suelen estar asociadas a un miedo o ansiedad muy arraigados a una circunstancia o situación concreta. Dos ejemplos comunes de fobias complejas son la agorafobia y la fobia social.