Miedo a dormir solo
La somnifobia, comúnmente conocida como miedo a dormir, es cuando los durmientes se sienten extremadamente preocupados o temerosos a la hora de acostarse. Se sabe que esta fobia le mantiene despierto durante toda la noche y está relacionada con trastornos del sueño como la apnea del sueño. Dado que el sueño es esencial para nuestra vida cotidiana, evitar irse a la cama puede afectar a su bienestar general.
No es de extrañar que si desarrolla somnifobia, tenga ideas negativas sobre el sueño. Es posible que veas el sueño como algo que da miedo o temor en lugar de como algo bueno para tu salud. Además, si piensa o se preocupa por quedarse dormido, puede empeorar los sentimientos de ansiedad.
Tener una mentalidad positiva sobre el sueño puede ayudar a su cerebro a asociar la hora de acostarse con la restauración y la paz. Si pensar en el sueño le produce ansiedad, puede engañar a su cerebro diciéndose a sí mismo que está intentando mantenerse despierto. Esta práctica se denomina intención paradójica (similar a la psicología inversa) y puede ser útil para dormir mejor.
Crear una rutina para relajar la mente antes de acostarse es una buena forma de relajarse y prepararse para dormir. Beber tu té favorito o leer un buen libro puede ayudarte a dejar de lado tus preocupaciones, especialmente si disfrutas de estas actividades.
Ansiedad por el sueño
Algunos creen que es de naturaleza evolutiva, ya que antes de que tuviéramos las comodidades de la vida moderna, éramos más vulnerables cuando dormíamos. Pero hoy en día, suele ser un miedo infundado que en realidad tiene un efecto perjudicial para nuestra salud y bienestar.
También puede sufrir ataques de pánico por la noche (ataques de pánico nocturnos), que son estallidos repentinos e intensos de ansiedad extrema. La ansiedad durante el sueño puede provocar una grave incapacidad para descansar lo suficiente, o nada, por la noche. Esto puede llevarle a desarrollar insomnio como resultado de la ansiedad.
La ansiedad para dormir puede producirse por una multitud de razones. Una persona puede temer irse a dormir porque le preocupa tener pesadillas o terrores nocturnos. O puede creer que algo malo va a ocurrir durante la noche, como un robo, un incendio o la muerte.
Una persona con un trastorno de ansiedad generalizada también puede preocuparse por el sueño o por la noche. Pueden ponerse mucho más ansiosos en ese momento, sin nada que les distraiga de sus pensamientos. Y la idea de estar despierto preocupándose por la noche puede hacer que se sienta ansioso por irse a la cama. Hay una multitud de causas de ansiedad que pueden haber desencadenado esto, incluyendo:
Miedo a morir en el sueño
El insomnio, también conocido como insomnio, es un trastorno del sueño en el que las personas tienen problemas para dormir[1] y pueden tener dificultades para conciliar el sueño o para permanecer dormidos el tiempo deseado[9][11] El insomnio suele ir seguido de somnolencia diurna, baja energía, irritabilidad y un estado de ánimo deprimido[1]. [Puede dar lugar a un mayor riesgo de colisiones con vehículos de motor, así como a problemas de concentración y aprendizaje[1]. El insomnio puede ser de corta duración, de días o semanas, o de larga duración, de más de un mes[1].
El insomnio puede producirse de forma independiente o como consecuencia de otro problema[2]. Entre las afecciones que pueden provocar insomnio se encuentran el estrés psicológico, el dolor crónico, la insuficiencia cardíaca, el hipertiroidismo, la acidez estomacal, el síndrome de las piernas inquietas, la menopausia, ciertos medicamentos y drogas como la cafeína, la nicotina y el alcohol. [2] [8] Otros factores de riesgo son trabajar en turnos de noche y la apnea del sueño. 9] El diagnóstico se basa en los hábitos de sueño y en un examen para buscar las causas subyacentes. 3] Se puede realizar un estudio del sueño para buscar los trastornos subyacentes del mismo: “¿experimenta dificultad para dormir?” y “¿tiene dificultad para quedarse o permanecer dormido?”[9]
Trastorno del sueño
Un trastorno del sueño, o somnipatía, es una alteración médica de los patrones de sueño de un individuo. Algunos trastornos del sueño son lo suficientemente graves como para interferir en el funcionamiento físico, mental, social y emocional normal. La polisomnografía y la actigrafía son pruebas que se suelen solicitar para diagnosticar los trastornos del sueño.
Los trastornos del sueño se clasifican a grandes rasgos en disomnias, parasomnias, trastornos del ritmo circadiano del sueño y otros trastornos causados por condiciones médicas o psicológicas. Cuando una persona tiene dificultades para conciliar el sueño y/o permanecer dormida sin una causa obvia, se habla de insomnio,[1] el trastorno del sueño más común.[2] Otros son la apnea del sueño, la narcolepsia y la hipersomnia (somnolencia excesiva en momentos inadecuados), la enfermedad del sueño (interrupción del ciclo del sueño debido a una infección), el sonambulismo y los terrores nocturnos.
Las alteraciones del sueño pueden estar causadas por diversos problemas, como el rechinar de dientes (bruxismo) y los terrores nocturnos. El tratamiento de las alteraciones del sueño que son secundarias a trastornos mentales, médicos o por abuso de sustancias debe centrarse en las condiciones subyacentes[3].