Fobias extrañas
Una fobia es un miedo incontrolable, irracional y duradero a un determinado objeto, situación o actividad. Este miedo puede ser tan abrumador que una persona puede hacer todo lo posible para evitar la fuente de este miedo. Una respuesta puede ser un ataque de pánico. Se trata de un miedo repentino e intenso que dura varios minutos. Ocurre cuando no hay ningún peligro real.
Alrededor de 19 millones de estadounidenses tienen una o más fobias que van de leves a graves. Las fobias pueden aparecer en la primera infancia. Pero suelen aparecer por primera vez entre los 15 y los 20 años. Afectan por igual a hombres y mujeres. Pero los hombres son más propensos a buscar tratamiento para las fobias.
Las investigaciones sugieren que tanto los factores genéticos como los ambientales contribuyen al inicio de las fobias. Algunas fobias se han relacionado con un primer encuentro muy malo con el objeto o la situación temida. Los expertos en salud mental no saben si este primer encuentro es necesario o si las fobias pueden simplemente producirse en personas propensas a tenerlas.
Las personas con fobia específica saben que su miedo es extremo. Pero no pueden superarlo. El problema se diagnostica sólo cuando el miedo específico interfiere en las actividades diarias de la escuela, el trabajo o la vida doméstica.
Prueba de submecanofobia
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Las fobias son una de las enfermedades mentales más comunes en los Estados Unidos. Según el Instituto Nacional de Salud Mental (NIH), aproximadamente el 12,5% de los adultos de EE.UU. padecerán una fobia específica a lo largo de su vida. Las mujeres son más propensas a experimentar fobias que los hombres. Los síntomas típicos de las fobias pueden incluir náuseas, temblores, aceleración de los latidos del corazón, sensación de irrealidad y preocupación por el objeto temido.
La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) identifica tres categorías diferentes de fobias: fobias sociales, agorafobia y fobias específicas. Cuando la gente habla de tener fobia a un objeto específico, como serpientes, arañas o agujas, se refiere a una fobia específica.
Lista de fobias de la a a la z
Si tiene un miedo intenso y duradero a un objeto o una situación concreta, puede tener una fobia. Las fobias afectan a alrededor del 15% de los australianos. Siga leyendo para saber más sobre las fobias y qué hacer si tiene una.
El miedo es una respuesta normal y saludable a la amenaza, y activa nuestra respuesta de huida o lucha cuando estamos en peligro físico. Sin embargo, también experimentamos esta respuesta cuando nos enfrentamos a amenazas percibidas, como estar en un espacio cerrado o en una gran multitud. Llamamos a estos miedos fobias cuando se interponen en el camino de las responsabilidades, como ir a la escuela o al trabajo, y nos hacen perder actividades agradables.
Las personas pueden ser conscientes de que están respondiendo a una amenaza percibida y no a una real, pero aun así pueden ser incapaces de controlar la ansiedad que les provoca. Algunas fobias causan una angustia extrema y pueden asociarse a ataques de pánico.
Las fobias específicas pueden estar vinculadas a causas y desencadenantes que pueden no ocurrir con frecuencia en la vida cotidiana (por ejemplo, las serpientes). La fobia social y la agorafobia son más complejas, ya que sus desencadenantes no son tan fáciles de identificar y son más difíciles de evitar (por ejemplo, las multitudes).
Pruebas de fobia
Si tiene un miedo intenso y duradero a un objeto o una situación concreta, puede tener una fobia. Las fobias afectan a alrededor del 15% de los australianos. Siga leyendo para saber más sobre las fobias y qué hacer si tiene una.
El miedo es una respuesta normal y saludable a la amenaza, y activa nuestra respuesta de huida o lucha cuando estamos en peligro físico. Sin embargo, también experimentamos esta respuesta cuando nos enfrentamos a amenazas percibidas, como estar en un espacio cerrado o en una gran multitud. Llamamos a estos miedos fobias cuando se interponen en el camino de las responsabilidades, como ir a la escuela o al trabajo, y nos hacen perder actividades agradables.
Las personas pueden ser conscientes de que están respondiendo a una amenaza percibida y no a una real, pero aun así pueden ser incapaces de controlar la ansiedad que les provoca. Algunas fobias causan una angustia extrema y pueden asociarse a ataques de pánico.
Las fobias específicas pueden estar vinculadas a causas y desencadenantes que pueden no ocurrir con frecuencia en la vida cotidiana (por ejemplo, las serpientes). La fobia social y la agorafobia son más complejas, ya que sus desencadenantes no son tan fáciles de identificar y son más difíciles de evitar (por ejemplo, las multitudes).