Vídeo de mioclonías
Las crisis mioclónicas suelen producirse en la vida cotidiana. Esto incluye el hipo y una sacudida repentina al quedarse dormido. No se trata de una epilepsia, a menos que se produzcan más de dos convulsiones repetidas a lo largo del tiempo.
La forma más útil de diagnosticar la epilepsia es un electroencefalograma (EEG). Este registra la actividad eléctrica del cerebro. El EEG puede registrar picos u ondas inusuales en los patrones de actividad eléctrica. Con estos patrones se pueden identificar diferentes tipos de epilepsia.
La resonancia magnética (RM) y la tomografía computarizada (TC) pueden utilizarse para examinar la causa y la localización en el cerebro. Las exploraciones pueden mostrar tejido cicatricial, tumores o problemas estructurales en el cerebro.
La cirugía puede ser una opción si la medicación no puede controlar las convulsiones. A veces se implanta un estimulador del nervio vago (ENV) y se utiliza con medicación antiepiléptica para reducir las crisis. El ENV es un instrumento que se coloca bajo la piel del pecho. Envía energía eléctrica a través del nervio vago hasta el cuello y hasta el cerebro.
Mioclonía espinal
Una convulsión es una ráfaga de actividad eléctrica incontrolada entre las células cerebrales (también llamadas neuronas o células nerviosas) que provoca anomalías temporales en el tono o los movimientos musculares (rigidez, espasmos o flacidez), los comportamientos, las sensaciones o los estados de conciencia.
Es importante que el médico obtenga un diagnóstico preciso de las convulsiones para aplicar el tipo de tratamiento más adecuado. Las convulsiones de inicio focal y generalizado suelen tener causas diferentes y el diagnóstico preciso de los tipos de convulsiones suele ayudar a identificar la causa de las mismas.
Tanto si el médico puede determinar la causa de las convulsiones de un individuo como si no, el tratamiento probablemente consistirá en medicación. Las convulsiones que son difíciles de controlar pueden mejorar con la estimulación nerviosa o la terapia dietética. Los pacientes cuyas convulsiones se deben a una cicatriz focal u otras lesiones en el cerebro pueden ser buenos candidatos para la cirugía de la epilepsia.
Las crisis focales también se denominan crisis parciales, ya que comienzan en una zona del cerebro. Pueden ser causadas por cualquier tipo de lesión focal que deje marañas cicatrizales. El historial médico o la resonancia magnética identificarán una causa (como un traumatismo, un accidente cerebrovascular o una meningitis) en aproximadamente la mitad de las personas que tienen convulsiones focales. Las cicatrices del desarrollo -que se producen como parte del crecimiento fetal y temprano del cerebro- son causas comunes de convulsiones focales en los niños.
Tratamiento natural de la mioclonía
La mioclonía es un movimiento involuntario súbito, abrupto y breve, similar a una descarga, causado por contracciones musculares (“mioclonía positiva”) o un breve lapso de contracción muscular en los músculos posturales activos (“mioclonía negativa” o “asterixis”). Diversos trastornos pueden causar mioclonías, como los trastornos metabólicos sistémicos y neurodegenerativos y las infecciones del SNC. Además, el mioclono se ha descrito como un efecto adverso de algunos fármacos. Existen pruebas de nivel II que indican que la levodopa, los antidepresivos cíclicos y las sales de bismuto pueden causar mioclonía, mientras que hay pruebas menos sólidas que asocian otros numerosos fármacos con la inducción de mioclonía. Los mecanismos farmacológicos responsables de este efecto adverso no están bien establecidos, aunque el aumento de la transmisión serotoninérgica puede estar implicado en la inducción del mioclono por varios fármacos. El mioclono inducido por fármacos suele resolverse tras la retirada del fármaco causante, pero en algunos casos se necesitan tratamientos específicos.
Gabapentina mioclonía
En 64/79 (81%) pacientes con MSP agudas se realizaron estudios electrofisiológicos. La SEP se registró tras el recalentamiento en 51 (65%) pacientes. Los resultados se muestran en la Tabla 3. La mayoría de los pacientes tenían SEP presentes, sólo 3 pacientes tenían un potencial gigante en los registros. El 63% de los pacientes recibió medicación durante los registros de SEP. Los tres pacientes con un potencial de SEP gigante recibieron fenitoína, o levetiracetam en combinación con valproato sódico o fenitoína.Tabla 3
Se realizaron un total de 36 EEG, cuyos resultados se muestran en la Tabla 4. En 23 pacientes (64%) se cumplieron los criterios EEG para un origen cortical. Se observó actividad epileptiforme y/o estado epiléptico en 18/36 pacientes (50%). Nueve EEG mostraron descargas periódicas generalizadas; en 4 también se observó actividad epileptiforme. Sólo 2 pacientes tenían un patrón de supresión de ráfagas en el EEG, ambos pacientes tenían un estado mioclónico reportado. No se realizó ningún EEG en los dos pacientes con antecedentes médicos conocidos de epilepsia. En dos de los tres pacientes con un potencial SEP gigante, se realizó un EEG. Un EEG mostró actividad epiléptica, el otro un estado epiléptico. De los pacientes a los que se les realizaron registros EEG, tres pacientes se recuperaron bien; ninguno de los EEG de estos pacientes mostró reactividad de fondo, ni ninguna de las características EEG puntuadas.Tabla 4