Dolores de cabeza por el rebote
Cuando los golpes en la cabeza empiezan a interrumpir tu vida, es hora de hablar con un médico sobre las opciones que tienes. El tratamiento de las migrañas crónicas puede dividirse en dos categorías: los tratamientos preventivos y los tratamientos agudos (también llamados “abortivos”), que ayudan a detener una migraña en su camino cuando se producen.
“La mayoría de las personas que padecen migrañas crónicas toman una medicación preventiva y otra aguda cuando la necesitan”, explica el doctor Mason Dyess, médico especialista en neurología general y cefaleas del Centro Médico Ochsner de Nueva Orleans.
Los medicamentos preventivos son “medicamentos que se toman diariamente o se inyectan mensualmente”, explica el Dr. Dyess. “Cualquiera que sea su régimen, le ayuda a prevenir realmente los dolores de cabeza”.
Los medicamentos para la presión arterial, como los betabloqueantes, pueden ser “muy eficaces” para prevenir las migrañas, dice el Dr. Dyess. “Normalmente empezamos con dosis más bajas que las que usaría un paciente típico para la presión arterial real”, explica. En cuanto a la razón por la que funcionan, dice que existe un concepto llamado depresión de propagación cortical (CSD) -una onda de actividad en la superficie del cerebro- y los médicos creen que estos medicamentos pueden interrumpir el proceso de propagación de una migraña.
Puntos de presión para aliviar el dolor de cabeza
La naturaleza constante de las cefaleas crónicas diarias las convierte en uno de los trastornos de cabeza más incapacitantes. Un tratamiento inicial agresivo y un control constante a largo plazo podrían reducir el dolor y provocar menos dolores de cabeza.
Cefalea por uso excesivo de medicamentosEste tipo de cefalea suele aparecer en personas que padecen un trastorno de cefalea episódica, normalmente de tipo migrañoso o tensional, y toman demasiados analgésicos. Si toma analgésicos -incluso de venta libre- más de dos días a la semana (o nueve días al mes), corre el riesgo de desarrollar cefaleas de rebote.Más información
Experiencia de dolores de cabeza crónicos
Las migrañas individuales tienen una intensidad entre moderada y grave, y suelen caracterizarse por una sensación pulsátil o de martilleo. Aunque suelen ser unilaterales, pueden aparecer en cualquier parte de la cabeza, el cuello y la cara, o en todo el cuerpo. En el peor de los casos, suelen estar asociadas a la sensibilidad a la luz, el ruido y/o los olores. Las náuseas son uno de los síntomas más comunes y empeoran con la actividad, lo que a menudo provoca la incapacidad del paciente. En muchos aspectos, las migrañas son muy parecidas a las resacas relacionadas con el alcohol.
El dolor de la migraña puede sentirse en la cara, donde puede confundirse con una cefalea sinusal, o en el cuello, donde puede confundirse con una artritis o un espasmo muscular. Lo que complica el diagnóstico de la migraña es que los dolores de cabeza pueden ir acompañados de otros síntomas “similares a los de la sinusitis”, como ojos llorosos, congestión nasal y sensación de presión facial. La mayoría de los pacientes que creen tener una cefalea sinusal tienen en realidad migrañas.
Hasta en un 25 por ciento de los pacientes, el dolor de cabeza de la migraña puede ir precedido de un aura, un síndrome neurológico temporal que progresa lentamente y que suele resolverse justo cuando comienza el dolor. Aunque el tipo más común de aura migrañosa consiste en alteraciones visuales (luces parpadeantes, zigzags, puntos ciegos), muchas personas experimentan entumecimiento, confusión, problemas para hablar, vértigo (mareos con vueltas) y otros síntomas neurológicos similares a los del aura. Algunos pacientes pueden experimentar auras sin dolores de cabeza.
Alimentos contra el dolor de cabeza
Hay distintos tipos de dolor de cabeza y muchas causas diferentes, lo que explica que esta afección sea tan común. La mayoría de los dolores de cabeza tienen más de un factor contribuyente. Algunos de los desencadenantes más comunes del dolor de cabeza están relacionados con el estilo de vida, como la mala alimentación, el estrés, la tensión muscular y la falta de ejercicio. Los trastornos subyacentes graves, como los tumores cerebrales, rara vez son la causa del dolor de cabeza, aunque el dolor de cabeza persistente siempre debe ser investigado por un médico.
Las cefaleas pueden clasificarse en dos grandes categorías: primarias y secundarias. Los ejemplos de cefaleas primarias son las cefaleas en racimo y las cefaleas tensionales. Las cefaleas secundarias están provocadas por un trastorno subyacente -como una infección, una lesión o un tumor- y son un efecto secundario de la enfermedad principal.
Se siente dolor cuando se inflaman o irritan varias estructuras de la cabeza. Estas estructuras son, entre otras, las siguientes: La sensación de dolor también puede ser “referida”, lo que significa que el dolor que se produce en una zona puede transmitir la sensación de dolor a una zona cercana. Un ejemplo es el dolor referido de una cefalea que surge de un dolor de cuello.