Vitamina D para la depresión
La vitamina D se conoce como la vitamina del sol porque el cuerpo la produce de forma natural en respuesta a la exposición al sol. Pero, ¿deberíamos considerar que la vitamina del sol también puede desempeñar un papel en la elevación del estado de ánimo?
Para aquellos que han seguido la investigación general sobre la vitamina D, los beneficios potenciales de este nutriente esencial se han ampliado más allá de su reputación como protector de la salud ósea de buena fe, especialmente cuando se toma junto con el calcio, que ayuda al cuerpo a absorber.
En los últimos años, la investigación ha encontrado beneficios adicionales o asociaciones importantes para la vitamina D (o la falta de vitamina D) en las áreas de la salud inmunológica, la salud del cabello, algunos cánceres y otras enfermedades graves, el control del peso y más.
Una nueva investigación publicada en junio en la revista Nutrients trató de determinar si las propiedades antiinflamatorias de la vitamina D podrían ayudar a controlar los síntomas de la depresión, y los resultados insinuaron esa posibilidad. Pero antes de profundizar en el nuevo estudio -así como en otros sobre la vitamina D y la depresión- echemos primero un vistazo a cómo la depresión afecta a la vida de muchas personas.
Deficiencia de vitamina D | Pensé que estaba deprimido
Tabla 1 Características basales de los participantesTabla completaComo puede verse en la Tabla 2, los niveles medios de vitamina D fueron significativamente diferentes entre los grupos deprimidos y no deprimidos (20 ± 15 frente a 27 ± 13, P < 0,001). Además, los resultados obtenidos de los análisis por separado sobre los niveles variables de género, mostraron que el nivel medio de vitamina D para los hombres deprimidos fue significativamente menor que el de los hombres no deprimidos (17 ± 14 vs. 24 ± 12, P = 0,01). Del mismo modo, las mujeres deprimidas tenían un nivel medio de vitamina D notablemente inferior en comparación con las mujeres no deprimidas (21 ± 16 frente a 27 ± 13, P < 0,001). Por lo tanto, la asociación entre la depresión y los niveles séricos de 25(OH) D se observó independientemente del sexo.
En el presente estudio se adoptaron los principios de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial [36]. Esta investigación fue aprobada por el comité de ética independiente de la Universidad de Ciencias Médicas de Irán (IR.IUMS.REC 1395.8721215026). Todos los pacientes firmaron declaraciones de consentimiento informado.
Todo sobre la deficiencia de vitamina D | La relación entre el invierno y la
Tras una exposición adecuada a la luz solar, la conversión del 7-dehidrocolesterol (7-DHC) en 25-hidroxicolecalciferol [25(OH)D] tarda aproximadamente 8 h y un tiempo adicional en entrar en el lecho capilar dérmico. La exposición diaria del 20% de la superficie corporal es suficiente para aumentar la 25(OH)D, lo que apunta a la importancia de la luz solar en el mantenimiento de los niveles de vitamina D en la concentración adecuada (Wacker y Holick, 2013). La vida media de la 25(OH)D se ha estimado entre 15 y 25 días, aproximadamente (Lips, 2007; Jones et al., 2014). La vida media de la 25(OH)D sérica se estimó en ∼82 días cuando se calculó después de administrar una única dosis de carga de 100 000 UI de colecalciferol al principio del estudio, seguida de una dosis diaria de 4800 UI de los días 7 a 20, y ninguna a partir del día 21 (Oliveri et al., 2015). En los países nórdicos, que experimentan bajas cantidades de luz solar, se encontró que las concentraciones de vitamina D se reducen entre un 20 y un 40% durante el invierno (Jorde et al., 2010). Estos datos sugieren que la administración de suplementos de vitamina D es crucial en individuos que experimentan largos períodos de actividades en interiores y/o baja exposición al sol.
La falta de vitamina D está relacionada con la depresión en los adolescentes
Se analizaron un estudio de casos y controles, diez estudios transversales y tres estudios de cohortes con un total de 31 424 participantes. Se hallaron niveles de vitamina D más bajos en las personas con depresión en comparación con los controles (DME = 0,60; IC del 95%: 0,23-0,97) y hubo un aumento de la odds ratio de depresión para las categorías de vitamina D más bajas frente a las más altas en los estudios transversales (OR = 1,31; IC del 95%: 1,0-1,71). Los estudios de cohortes mostraron un cociente de riesgos significativamente mayor de depresión para las categorías más bajas frente a las más altas de vitamina D (HR = 2,21; IC del 95%: 1,40-3,49).
Nuestros análisis son consistentes con la hipótesis de que la baja concentración de vitamina D está asociada con la depresión, y destacan la necesidad de realizar ensayos controlados aleatorios de vitamina D para la prevención y el tratamiento de la depresión para determinar si esta asociación es causal.