Tratamiento farmacológico de los problemas de ánimo en la infancia
Antecedentes El trastorno depresivo mayor (TDM) en niños (de 5 a 12 años) es una enfermedad psiquiátrica grave y que requiere atención. El TDM tiene ramificaciones significativas para el desarrollo psicosocial del niño, y sin embargo sigue siendo poco reconocido y tratado. La consulta de medicina general es el primer lugar al que acuden estos niños y sus padres.
Discusión Los niños con TDM tienen las mismas características básicas que los adolescentes y los adultos, teniendo en cuenta las capacidades cognitivas y lingüísticas del niño, y su etapa de desarrollo. Un inicio más temprano de la enfermedad se asocia con peores resultados y una mayor morbilidad psiquiátrica que persiste en la edad adulta. El TDM es más común de lo que se prevé, y debe considerarse en cualquier niño que presente síntomas depresivos y/o un funcionamiento psicosocial deteriorado. A pesar de la limitada evidencia, existen numerosas intervenciones que, idealmente, afectarán de forma significativa a la trayectoria de desarrollo del niño. Los médicos de cabecera están en una posición importante para iniciar estas intervenciones.
El diagnóstico del trastorno depresivo mayor (TDM) en los niños (de 5 a 12 años de edad) puede resultar difícil. Siguen existiendo importantes debates sobre la validez de los diagnósticos psiquiátricos, especialmente en niños y adolescentes.1 Sin embargo, la investigación longitudinal ha demostrado continuamente que la mayoría de los trastornos en la edad adulta tienen su origen en la infancia, y que la mayoría de los trastornos infantiles tienen consecuencias que persisten en la edad adulta.2-4 Existen pruebas en evolución que sugieren que el trastorno depresivo mayor, tal y como lo entendemos en la actualidad, puede existir incluso en los niños en edad preescolar.5,6 Además, el trastorno depresivo mayor que aparece en niños de 5 a 12 años puede ser grave y dar lugar a peores resultados, en comparación con el trastorno depresivo mayor de aparición posterior.7-10
Psicofarmacología del niño y del adolescente
A pesar del creciente número de estudios, se discute si los antidepresivos tienen un balance beneficio/riesgo favorable en los jóvenes deprimidos. Áreas cubiertas: Una búsqueda sistemática identificó 23 revisiones sistemáticas y meta-análisis publicados entre 2010-2016. Se realizaron más de 30 ensayos clínicos controlados en adolescentes, pero sólo unos pocos en pacientes prepúberes. Alrededor de un tercio de los ensayos tenían una potencia estadística muy baja. La mayoría de los estudios no lograron detectar diferencias con respecto al placebo, pero unos pocos encontraron que la fluoxetina era eficaz. Aunque no se produjo ningún suicidio en estos estudios, los antidepresivos aumentaron el riesgo de suicidalidad (incluyendo la ideación y el comportamiento suicida) frente al placebo (OR = 2,39). Sólo dos ensayos controlados con placebo con un poder estadístico aceptable fueron financiados públicamente: ambos mostraron la eficacia de la fluoxetina, y uno de ellos encontró una mayor incidencia de suicidalidad (OR = 3,7; C.I. del 95%: 1,00-13,7). Opinión de los expertos: En los jóvenes, los antidepresivos tienen, por término medio, un pequeño efecto terapéutico. La elevada respuesta al placebo se ve agravada por el gran número de centros en muchos estudios financiados por la industria. Hay pruebas de que la fluoxetina produce una mejora mayor y más rápida que el placebo o la psicoterapia en los adolescentes. Teniendo en cuenta tanto la elevada respuesta a las intervenciones inespecíficas como los problemas de seguridad, los antidepresivos deben utilizarse con precaución en los jóvenes, y limitarse a los pacientes con depresión de moderada a grave para los que las intervenciones psicosociales son ineficaces o no son factibles.
Tratamientos farmacológicos basados en la evidencia para la ansiedad y la
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Cuando a su hijo se le diagnostica depresión, puede ser un momento aterrador para toda la familia. Decidir si debe empezar a medicar a su hijo para controlar la depresión puede ser aún más confuso. Sin embargo, debido a las graves consecuencias a corto y largo plazo de la depresión -como el escaso desarrollo social, el abuso de sustancias, el bajo rendimiento académico y los pensamientos y comportamientos suicidas- es importante encontrar un tratamiento seguro y eficaz para su hijo.
Según la Academia Americana de Pediatría (AAP), el 3% de los niños son diagnosticados de depresión. La mayoría de los niños que reciben tratamiento experimentan una disminución de sus síntomas en dos meses. Se recomienda que los niños reciban un tratamiento rápido debido a las posibles consecuencias graves de una depresión no tratada.
Tratamiento no farmacológico del trastorno bipolar en niños y adolescentes
Tratamiento de la depresión infantil y adolescente Existe un artículo más reciente sobre la depresión en niños y adolescentes.MOLLY S. CLARK, PhD; KATE L. JANSEN, PhD; y J. ANTHONY CLOY, MD, University of Mississippi Medical Center, Jackson, MississippiAm Fam Physician. 2012 Sep 1;86(5):442-448.
Se estima que la prevalencia de la depresión es del 2,8 por ciento en los niños menores de 13 años y del 5,6 por ciento en los adolescentes de 13 a 18 años.1 La incidencia de la depresión entre los niños y los adolescentes es muy preocupante debido a las consecuencias agudas y duraderas asociadas a los trastornos depresivos. Aproximadamente el 60 por ciento de los adolescentes con depresión tienen recurrencias a lo largo de la edad adulta.2 Además, los adultos con antecedentes de depresión en la adolescencia tienen una tasa de suicidio más alta que los que no tienen esos antecedentes.2 La depresión de inicio en la adolescencia se ha asociado con el abuso y la negligencia3; el bajo rendimiento académico; el uso de sustancias; el embarazo precoz; y las interrupciones en el entorno social, laboral y familiar en la edad adulta.4 -6 Aunque la prevalencia de la depresión en adolescentes es alta, está significativamente infradiagnosticada y subtratada.7 Debido a la falta de profesionales de la salud mental, los médicos de familia son a menudo responsables de detectar y tratar la depresión infantil y adolescente.8-10 Ampliar