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Depresion en niños de 6 a 12 años

mayo 19, 2022
Depresion en niños de 6 a 12 años

Los signos de la depresión en los niños

Muchos niños tienen miedos y preocupaciones, y pueden sentirse tristes y desesperados de vez en cuando. Los miedos fuertes pueden aparecer en diferentes momentos del desarrollo. Por ejemplo, los niños pequeños suelen sentirse muy angustiados por estar lejos de sus padres, aunque estén seguros y cuidados. Aunque los miedos y las preocupaciones son típicos en los niños, las formas persistentes o extremas de miedo y tristeza podrían deberse a la ansiedad o a la depresión. Dado que los síntomas afectan principalmente a los pensamientos y sentimientos, a veces se denominan trastornos de interiorización.

Cuando un niño no supera los miedos y preocupaciones típicos de los niños pequeños, o cuando hay tantos miedos y preocupaciones que interfieren con las actividades escolares, domésticas o lúdicas, el niño puede ser diagnosticado de un trastorno de ansiedad. Algunos ejemplos de los distintos tipos de trastornos de ansiedad son

La ansiedad puede presentarse como miedo o preocupación, pero también puede hacer que los niños estén irritables y enfadados. Los síntomas de ansiedad también pueden incluir problemas para dormir, así como síntomas físicos como fatiga, dolores de cabeza o de estómago. Algunos niños ansiosos se guardan sus preocupaciones para sí mismos y, por tanto, los síntomas pueden pasar desapercibidos.

8. cómo controlar el mal humor y la depresión en los niños

¿Su hijo parece inusualmente triste, irritable o tranquilo últimamente? Estos cambios de humor podrían deberse a un estrés temporal en la vida. Pero, ¿cómo saber si se trata de algo más? Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el número de niños con depresión y ansiedad ha aumentado con el tiempo, y el 3,2% de los niños de entre 3 y 17 años tienen un diagnóstico actual de depresión.

  Creo que tengo depresion y ansiedad

Los niños pueden experimentar diferentes tipos de depresión y trastornos del estado de ánimo. Un profesional de la salud mental autorizado puede proporcionar un diagnóstico basado en los síntomas de su hijo y recomendar el mejor tratamiento.

Es importante que los padres y cuidadores comprendan los factores de riesgo de la depresión en los niños, que pueden incluir la ansiedad, los antecedentes familiares de trastornos mentales, los cambios hormonales en la pubertad y los factores de estrés de la vida.

“La ansiedad crónica es uno de los factores de riesgo más comunes que vemos para la depresión en los niños”, explica Alice Ann Holland, Ph.D., ABPP, Directora de Investigación del Servicio de Neuropsicología en Children’s Health℠ y Profesora Asistente en UT Southwestern. “Se trata de una ansiedad que no ha sido diagnosticada o tratada adecuadamente durante meses o años, lo que desgasta a los niños emocionalmente con el tiempo”.

Depresión en niños y adolescentes

Un tipo de trastorno del estado de ánimo (o “afectivo”), la depresión mayor, va mucho más allá de los típicos sentimientos de tristeza que puede experimentar un niño. En cambio, la depresión mayor es un estado de ánimo persistentemente triste o irritable que afecta al pensamiento y al comportamiento del niño en casa, en la escuela y con sus compañeros.

El Instituto Nacional de Salud Mental estima que más del 10 por ciento de los adolescentes de 12 a 17 años experimentan una depresión mayor en un año determinado. Está aumentando tanto en niños como en adolescentes. Con un inicio temprano, la depresión en la infancia y la adolescencia puede predecir futuros episodios de depresión en la edad adulta. Un tratamiento temprano y constante puede ayudar a disminuir el riesgo de recurrencia y reducir la gravedad de los síntomas, al tiempo que mejora el funcionamiento y el bienestar.

  Que hace un psiquiatra en la depresion

Hay una combinación de causas, como la genética, el entorno y los factores psicológicos.    Las investigaciones sugieren que la depresión mayor tiene un fuerte componente genético, dado que la enfermedad puede transmitirse de una generación a otra.    Sin embargo, es importante señalar que los niños no siempre desarrollan una depresión simplemente porque sus padres la tienen. Muchos niños desarrollan depresión incluso cuando no hay antecedentes familiares de la enfermedad.    Los niños también son más propensos a desarrollar depresión si experimentan estrés ambiental, como abuso, negligencia o trauma, cambios o pérdidas significativas, angustia familiar y de los padres, o conflictos significativos con los compañeros, como el acoso escolar o la pérdida romántica. Además, los niños con enfermedades médicas crónicas u otros trastornos del comportamiento, como la ansiedad, corren el riesgo de desarrollar depresión.

Signos de ansiedad y depresión en niños y adolescentes

Es normal que los niños se sientan tristes, se muestren gruñones o estén de mal humor a veces. Pero cuando la tristeza o el mal humor duran semanas o más, y cuando hay otros cambios en el comportamiento del niño, puede tratarse de una depresión.

La terapia puede ayudar a los niños que pasan por la tristeza o la depresión. Y también hay cosas que los padres pueden hacer. Recibir la atención adecuada puede evitar que las cosas empeoren y ayudar al niño a sentirse mejor.

Algunos niños pasan por cosas estresantes. Algunos se han enfrentado a pérdidas, traumas o dificultades. Algunos atraviesan graves problemas de salud. Estas cosas pueden llevar a la tristeza o al dolor, y a veces a la depresión.

Contar con un apoyo adicional durante y después de los momentos difíciles ayuda a proteger a los niños de la depresión o a disminuir sus efectos. Pero incluso cuando tienen un buen apoyo, algunos niños se deprimen. La terapia puede ayudarles a curarse, a sentirse mejor y a volver a disfrutar de las cosas.

  Porque tengo tanta depresion

La terapia para la depresión infantil es la terapia cognitivo-conductual (TCC). Los terapeutas ayudan a los niños a sentirse acogidos y apoyados. Hacen que los niños hablen de lo que piensan y sienten. Pueden utilizar cuentos, juegos, lecciones o libros de trabajo. Estas herramientas pueden ayudar a los niños a sentirse cómodos y a sacar el máximo provecho de la TCC. Cuando es posible, la terapia del niño incluye a sus padres.

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