La gran depresión en EE.UU.
La Gran Depresión fue un acontecimiento significativo en la historia mundial y de especial importancia para la historia de Estados Unidos. Fue una recesión económica mundial que se produjo a lo largo de la década de 1930 y terminó con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. En general, una recesión es una caída de la economía que suele ir acompañada de altos niveles de desempleo y un descenso significativo del gasto de los consumidores. Además, los acontecimientos del Dust Bowl empeoraron la vida de muchas personas de clase trabajadora y agricultores y provocaron una migración de personas fuera del Medio Oeste estadounidense. La Gran Depresión ha tenido un impacto duradero en el mundo y en los Estados Unidos. En concreto, provocó varios impactos clave, entre ellos: la elección en 1932 de Franklin D. Roosevelt, la creación del New Deal, un giro general a la izquierda en la política estadounidense y el auge de las ideologías extremistas en todo el mundo.
El primer impacto importante de la Gran Depresión fue la elección de Franklin D. Roosevelt en 1932. Herbert Hoover era el presidente de Estados Unidos al comienzo de la Gran Depresión y mantenía una visión general basada en la autosuficiencia. Esto significa que creía que era responsabilidad de los individuos cuidar de sí mismos y no depender de la ayuda del gobierno. Por ello, no estaba de acuerdo con que el gobierno interviniera en la economía y se refería a las dificultades económicas de la Gran Depresión como “un incidente pasajero”. A raíz de su presidencia, muchas personas de la clase trabajadora empezaron a denominar aspectos de su pobreza con el nombre de Hoover. Por ejemplo, los barrios de chabolas que se construyeron en las afueras de las ciudades en la década de 1930 solían llamarse “Hoovervilles”. En las elecciones presidenciales de 1932, Hoover se enfrentó al candidato demócrata Franklin D. Roosevelt. Roosevelt ofrecía una visión completamente diferente de la recesión y se presentaba con la plataforma de un “New Deal” para el pueblo estadounidense. Con un desempleo superior al 20% en 1932, Roosevelt culpó del empeoramiento de las condiciones económicas a la mala gestión de la crisis por parte de Hoover.
Cómo terminó la gran depresión
Los economistas e historiadores siguen debatiendo las causas de la Gran Depresión. Aunque sabemos lo que ocurrió, sólo tenemos teorías para explicar el motivo del colapso económico. Este resumen le permitirá conocer los acontecimientos políticos que pudieron contribuir a causar la Gran Depresión.
La Gran Depresión fue una crisis económica mundial que pudo haber sido desencadenada por decisiones políticas, como las reparaciones de guerra tras la Primera Guerra Mundial, el proteccionismo, como la imposición de aranceles del Congreso a los productos europeos, o la especulación que provocó el colapso de la Bolsa de 1929. En todo el mundo se produjo un aumento del desempleo, una disminución de los ingresos públicos y una caída del comercio internacional. En el punto álgido de la Gran Depresión, en 1933, más de una cuarta parte de la población activa de Estados Unidos estaba en paro. En algunos países se produjo un cambio de liderazgo como consecuencia de las turbulencias económicas.
En Estados Unidos, la Gran Depresión se asocia con el Martes Negro, el desplome del mercado de valores del 29 de octubre de 1929, aunque el país entró en recesión meses antes del desplome. Herbert Hoover era el Presidente de los Estados Unidos. La Depresión continuó hasta el inicio de la Segunda Guerra Mundial, con Franklin D. Roosevelt siguiendo a Hoover como presidente.
Las causas de la gran depresión
“Con respecto a la Gran Depresión, … lo hicimos. Lo sentimos mucho. … No lo volveremos a hacer” -Ben Bernanke, 8 de noviembre de 2002, en un discurso pronunciado en “Una conferencia en honor a Milton Friedman … con motivo de su 90º cumpleaños”.
En 2002, Ben Bernanke, entonces miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, reconoció públicamente lo que los economistas creían desde hacía tiempo. Los errores de la Reserva Federal contribuyeron al “peor desastre económico de la historia de Estados Unidos” (Bernanke 2002).
Bernanke, al igual que otros historiadores económicos, caracterizó la Gran Depresión como un desastre por su duración, profundidad y consecuencias. La Depresión duró una década, comenzando en 1929 y terminando durante la Segunda Guerra Mundial. La producción industrial cayó en picado. El desempleo se disparó. Las familias sufrieron. Las familias sufrieron, los matrimonios se redujeron. La contracción comenzó en Estados Unidos y se extendió por todo el mundo. La Depresión fue la recesión más larga y profunda de la historia de Estados Unidos y de la economía industrial moderna.
La Gran Depresión comenzó en agosto de 1929, cuando la expansión económica de los locos años veinte llegó a su fin. Una serie de crisis financieras salpicaron la contracción. Estas crisis incluyeron un desplome del mercado de valores en 1929, una serie de pánicos bancarios regionales en 1930 y 1931, y una serie de crisis financieras nacionales e internacionales desde 1931 hasta 1933. La recesión tocó fondo en marzo de 1933, cuando el sistema bancario comercial se derrumbó y el presidente Roosevelt declaró un feriado bancario nacional.1 La recuperación económica fue acompañada de amplias reformas del sistema financiero, que fueron interrumpidas por una doble recesión en 1937. El retorno a la plena producción y al empleo se produjo durante la Segunda Guerra Mundial.
Las consecuencias de la gran depresión
Kimberly Amadeo es una experta en economía e inversión en Estados Unidos y el mundo, con más de 20 años de experiencia en análisis económico y estrategia empresarial. Es la presidenta del sitio web económico World Money Watch. Como escritora de The Balance, Kimberly ofrece una visión del estado de la economía actual, así como de los acontecimientos pasados que han tenido un impacto duradero.
Robert Kelly es director general de XTS Energy LLC, y cuenta con más de tres décadas de experiencia como ejecutivo empresarial. Es profesor de economía y ha recaudado más de 4.500 millones de dólares en capital de inversión.
La Gran Depresión de 1929 devastó la economía estadounidense. Un tercio de los bancos quebró. El desempleo se elevó al 25% y aumentó el número de personas sin hogar. Los precios de la vivienda cayeron en picado, el comercio internacional se hundió y la deflación se disparó. El mercado de valores tardó 25 años en recuperarse.
Aunque la Gran Depresión se cobró un enorme precio en Estados Unidos, hubo algunas cosas buenas que salieron de ella. Por ejemplo, los programas del Nuevo Trato establecieron salvaguardias para que fuera menos probable que la Depresión se repitiera.