Prueba de ansiedad
Es normal sentirse ansioso, nervioso o preocupado a veces. Quizá te hayas sentido ansioso cuando has tenido que hablar delante de un grupo. O nervioso antes de una prueba o un examen importante. Tal vez te hayas sentido ansioso cuando no estabas seguro de que tu entorno fuera seguro. O te has preocupado cuando un ser querido estaba enfermo.
Los sentimientos de ansiedad pueden ser incómodos, pero sirven para algo. Te advierten de que algo importante para ti está en juego. Con los sentimientos de ansiedad, puedes pensar: “Tengo que hacerlo bien aquí”. O: “Esto cuenta, prepárate”. O: “Ten cuidado”.
La ansiedad pone en marcha la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Es una liberación normal de hormonas que te ayuda a reunir la concentración y la energía que necesitas para un reto o una posible amenaza. La respuesta de lucha o huida provoca las sensaciones físicas que pueden producirse con la ansiedad.
Por ejemplo, cuando estás ansioso, puedes sentir “mariposas” en el estómago. O puede tener las palmas de las manos sudorosas o temblorosas. Puede que notes la boca un poco seca. O que tienes la cara un poco caliente. Puede sentir que su respiración o sus latidos se aceleran. Con la ansiedad, es posible que sientas una o varias de estas cosas.
Síntomas físicos de la ansiedad
La ansiedad es muy común cuando se es joven. Hay muchos retos en la vida durante la adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Aquí puedes encontrar información, recursos y servicios para ayudarte a controlar tu ansiedad.
Hay muchas cosas que pueden ayudarte a controlar la ansiedad. Hay una serie de tratamientos disponibles, como la terapia hablada, el autocuidado, el aprendizaje de técnicas de control de la ansiedad y la medicación. El primer paso es hablar con su médico de cabecera, que le explicará estos tratamientos y juntos podrán decidir cuál es el mejor para usted. Su médico puede remitirle a un especialista en salud mental para que le ofrezca terapia hablada.
Dependiendo de la gravedad de su ansiedad, su médico puede recetarle medicamentos para la ansiedad. La medicación se utiliza mejor junto con otras terapias, como la terapia cognitivo-conductual (TCC). La medicación ayuda a aliviar los síntomas, pero suele ser necesario abordar el problema subyacente (mediante autoayuda o terapia) para producir un cambio duradero.
Los antidepresivos, principalmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), han resultado eficaces para tratar el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de ansiedad generalizada. Algunos ejemplos de ISRS son el citalopram, el escitalopram, la fluoxetina, la paroxetina y la sertralina. En algunas personas, la venlafaxina puede utilizarse para el trastorno de pánico. Al empezar a tomar estos medicamentos, su médico le dará una dosis baja y, si es necesario, la aumentará lentamente. Esto permite que su cuerpo se acostumbre al medicamento y reduce los efectos secundarios. Debe seguir tomando la medicación todos los días, no sólo cuando se sienta ansioso. Pueden transcurrir de 4 a 6 semanas para notar todos los beneficios de la medicación. Al principio, estos medicamentos pueden empeorar los síntomas antes de notar una mejora. Otros efectos secundarios son las náuseas (sensación de malestar), el dolor de cabeza, los problemas de sueño y los problemas sexuales. Lea más sobre los ISRS y la venlafaxina.
Trastorno de ansiedad social
En momentos como éste, sentirse ansioso es perfectamente normal. Pero a algunas personas les resulta difícil controlarlo. Sus sentimientos de ansiedad son más extremos y no parecen detenerse. Esto puede interferir en su vida cotidiana.
Cuando la ansiedad te afecta gravemente, no puedes controlar tus sentimientos y puede llegar a entorpecer tu vida. Los síntomas de ansiedad pueden aparecer mucho después de que la situación estresante haya terminado y se haya olvidado. Los síntomas de ansiedad pueden ser complicados e incluir:
A veces, la ansiedad es sólo un síntoma de una enfermedad más amplia. Entre ellos se encuentran el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de estrés postraumático.
Practica la conciencia plena: Intenta permanecer con las sensaciones de ansiedad y recuérdate a ti mismo que esto pasará. Al principio será muy difícil hacerlo. Cuanto más intentes permanecer con las sensaciones de ansiedad y observarlas, y no evitarlas, más fácil te resultará manejarlas. Una vez que haya pasado el ataque de ansiedad, puede ser útil pensar en lo siguiente:
Ataque de ansiedad
¿Cuál es la causa del aumento de adolescentes con ansiedad grave? ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Qué está ocurriendo? Aunque no lo sabemos con certeza, hay una serie de factores que podrían estar contribuyendo. Además de la genética, la química del cerebro, la personalidad y los acontecimientos de la vida, hay que tener en cuenta lo siguiente: También hay algunos niños que tienen reacciones inesperadas y desproporcionadas ante experiencias normales de desarrollo como ir al colegio, ir a una fiesta, hacer una pijamada o ir de campamento; niños que se preocupan excesivamente por las actividades de la vida cotidiana. Esto suele empezar en los años inmediatamente anteriores
incluso del suicidio. Puede interferir con la capacidad de concentrarse y aprender causando problemas escolares que pueden tener un impacto de por vida. También puede provocar problemas físicos, como dolores de cabeza, dolores crónicos, problemas digestivos y, más adelante, enfermedades cardíacas. Los trastornos de ansiedad afectan a todos los grupos demográficos: suburbanos, urbanos y rurales. Afectan a quienes
Como padres (o cualquier otra persona que se relacione con los jóvenes), tienen un papel muy importante a la hora de ayudar a los niños a asumir nuevos retos, crear estrategias de afrontamiento y aprender las habilidades de resiliencia que necesitan para adaptarse ante la adversidad.