Razones para guardar el teléfono
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A través de los mandatos de distanciamiento social, las medidas de bloqueo y las restricciones a las reuniones y servicios, la pandemia ha provocado cambios generalizados en el funcionamiento de las sociedades modernas. Y todo el mundo se ha vuelto más dependiente de los teléfonos inteligentes.
Un estudio reveló que el uso de teléfonos inteligentes aumentó un 70% durante los primeros meses de la pandemia. Y una reciente encuesta canadiense reveló que más del 40% de los encuestados pasan aún más tiempo con sus teléfonos este año. La dependencia de las tecnologías digitales, incluidos los teléfonos inteligentes, ha aumentado enormemente debido a la necesidad de hacer todo desde casa: trabajar, estudiar, mantenerse conectado, leer las noticias e interactuar con servicios, como la entrega de alimentos y comestibles.
Una relación en particular se refiere a la ansiedad que se siente cuando la gente no puede usar o estar en contacto con sus teléfonos inteligentes, lo que se conoce como nomofobia. Se cree que la nomofobia, o fobia a no tener móvil, es producto del intenso apego a nuestros dispositivos, y se cree que es más fuerte entre las personas que más usan su teléfono, como los adolescentes y los adultos jóvenes.
Síntomas de adicción al móvil
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Amy Morin, LCSW, es la editora en jefe de Verywell Mind. También es psicoterapeuta, autora del libro superventas “13 Things Mentally Strong People Don’t Do” (13 cosas que no hacen las personas mentalmente fuertes) y presentadora del podcast The Verywell Mind.
Los teléfonos móviles se han convertido en una parte omnipresente de la vida moderna. No sólo sirven como medio de comunicación, sino que también actúan como herramienta de redes sociales, organizador personal, herramienta de compras en línea, calendario, reloj despertador y banco móvil. Aunque no cabe duda de que son dispositivos beneficiosos, algunos sugieren que la dependencia excesiva de los dispositivos digitales puede ser una forma de adicción al comportamiento.
De hecho, el término nomofobia se acuñó hace poco para describir el miedo a quedarse sin el teléfono. Esto incluye no sólo la pérdida, el olvido o la rotura del teléfono, sino también estar sin contacto con el móvil. Es una preocupación creciente en un mundo en el que estar siempre conectado parece más importante que nunca. Cuando la gente pierde su teléfono, cuando su móvil se queda sin batería o cuando se encuentra en una zona sin cobertura celular, puede provocar sentimientos de estrés y ansiedad, o incluso sentimientos de miedo o pánico.
Teléfono y salud mental
Casi 5.000 millones de personas utilizan el teléfono móvil en todo el mundo, mientras que 3.000 millones de usuarios acceden a Internet de forma habitual. Por desgracia, un nuevo estudio sugiere que esta actividad podría indicar ansiedad y depresión, especialmente cuando las personas utilizan la tecnología para escapar del estrés.
En un estudio en dos partes destinado a evaluar cómo el uso del teléfono móvil podría afectar a la salud mental, los investigadores de la Universidad de Illinois encuestaron a 300 estudiantes universitarios. Tras revisar las respuestas a varias preguntas estratégicas, los investigadores descubrieron que los sujetos que se describían a sí mismos como poseedores de comportamientos de tipo adictivo hacia los teléfonos móviles e Internet puntuaban mucho más alto en las escalas de ansiedad y depresión.
En la segunda parte del estudio, estos mismos investigadores pidieron a 72 estudiantes universitarios que pasaran cinco minutos escribiendo sobre una debilidad o defecto personal que les hiciera sentir incómodos. A continuación, dejaron a los sujetos solos durante varios minutos mientras “revisaban” las respuestas. Durante este tiempo, un tercio de los participantes tenía acceso a sus teléfonos móviles, mientras que otro tercio tenía acceso a juegos de ordenador y el último tercio no tenía acceso a ningún tipo de tecnología.
El movil produce ansiedad del momento
Casi 5.000 millones de personas utilizan teléfonos móviles en todo el mundo, mientras que 3.000 millones de usuarios acceden a Internet de forma regular. Por desgracia, un nuevo estudio sugiere que esta actividad podría indicar ansiedad y depresión, especialmente cuando las personas utilizan la tecnología para escapar del estrés.
En un estudio en dos partes destinado a evaluar cómo el uso del teléfono móvil podría afectar a la salud mental, los investigadores de la Universidad de Illinois encuestaron a 300 estudiantes universitarios. Tras revisar las respuestas a varias preguntas estratégicas, los investigadores descubrieron que los sujetos que se describían a sí mismos como poseedores de comportamientos de tipo adictivo hacia los teléfonos móviles e Internet obtenían puntuaciones mucho más altas en las escalas de ansiedad y depresión.
En la segunda parte del estudio, estos mismos investigadores pidieron a 72 estudiantes universitarios que pasaran cinco minutos escribiendo sobre una debilidad o defecto personal que les hiciera sentir incómodos. A continuación, dejaron a los sujetos solos durante varios minutos mientras “revisaban” las respuestas. Durante este tiempo, un tercio de los participantes tenía acceso a sus teléfonos móviles, mientras que otro tercio tenía acceso a juegos de ordenador y el último tercio no tenía acceso a ningún tipo de tecnología.