Ansiedad social adolescente
Para algunas personas, eso no es un gran problema. Para otros, sin embargo, coger el teléfono supone un esfuerzo hercúleo: Ensayas mil veces lo que tienes que decir, marcas con las manos temblorosas, tienes una sensación de pánico en el pecho cuando oyes sonar al otro lado.
Odiar el teléfono no significa necesariamente que tengas ansiedad social: ambas cosas suelen ir de la mano, pero algunas personas que, por lo demás, se desenvuelven perfectamente en las interacciones sociales tienen un miedo profundo a hacer o recibir una llamada. Además, estás en buena compañía. No hay muchos datos concretos sobre cuántas personas odian el teléfono, pero las investigaciones sugieren que cada vez son más las que se alejan de él: En 2011, una encuesta del grupo Pew Research reveló que el propietario medio de un teléfono móvil en Estados Unidos realizaba o recibía algo más de 12 llamadas al día; en 2015, un estudio del grupo de investigación sobre el comportamiento de los consumidores Informate lo situaba más cerca de las seis. Mientras tanto, en Internet abundan las guías específicas para personas reacias al teléfono que quieren llamar a sus representantes.
¿Por qué me pongo nervioso cuando hablo con alguien que me gusta?
Las personas que padecen ansiedad social suelen evitar hablar cuando no es necesario. Esto puede hacer que parezcan demasiado tímidos, tristes, enfadados, esnobs, sumisos o mentalmente lentos, cuando en realidad probablemente no sean ninguna de esas cosas.
Las razones reales por las que a las personas ansiosas no les gusta hablar varían de una persona a otra. Sin embargo, a continuación se enumeran algunas de las dificultades más comunes que encuentran las personas con ansiedad a la hora de hablar, junto con estrategias para superarlas.
Curiosamente, el miedo a hablar suele estar presente en todos los trastornos de ansiedad. Se asocia más comúnmente con la fobia social, pero la ansiedad en general hace que las personas quieran evitar las cosas que aumentan su ansiedad, como hablar.
¿Alguna vez has tenido un pensamiento que querías compartir, has empezado a ponerlo en palabras y luego te has dado cuenta de que las palabras parecían salir mal? Este es un problema habitual en las personas con ansiedad. Una persona ansiosa puede ser totalmente capaz de formar sus frases de forma clara y elocuente sobre el papel, y sin embargo ser incapaz de encadenar unas cuantas palabras cuando se trata de hablar en público debido a los altos niveles de estrés que siente en las situaciones sociales.
Cómo superar el miedo a hablar con extraños
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Saber cómo hablar con la gente cuando se tiene un trastorno de ansiedad social (TAS) puede ser difícil. Incluso después de recibir tratamiento, puede descubrir que carece de algunas de las habilidades sociales necesarias para conectar con la gente de forma eficaz. Es un obstáculo al que se enfrentan muchas personas con TAS, pero que puede superarse con un poco de paciencia, práctica y perspicacia.
En las personas con TAS, el resultado fue algo diferente. Los investigadores descubrieron que los individuos con este trastorno presentaban déficits de rendimiento social, es decir, lagunas en sus habilidades de comunicación que limitaban su capacidad para interactuar con los demás.
Esto se asemeja a dar un discurso sin conocer el tema o a quién se está hablando. Sin estos puntos de referencia clave, sería difícil saber cómo actuar o responder adecuadamente.
Cómo superar el miedo a hablar con alguien
Según una encuesta realizada en 2019 en el Reino Unido, casi el 80% de los millennials se sienten ansiosos cuando suena el teléfono, en comparación con solo el 40% de los baby boomers. Como resultado, más del 60% de los millennials pierden llamadas por completo para evitar hablar por teléfono.
Puedes planificar lo que quieres decir o borrar un mensaje antes de enviarlo. Puedes ser informal o formal. Incluso puedes convertirte en una versión más segura de ti mismo, más dispuesto a compartir tu opinión ya que la otra parte no puede ver tu cara. Esto puede ser una ventaja para las personas que son muy sensibles o tienen ansiedad social.
Cuando hablamos por teléfono, confiamos únicamente en nuestra voz. No podemos incorporar señales no verbales, lo que nos priva de un aspecto vital de la comunicación. Esta desconexión nos perjudica automáticamente y hace que algunas personas se sientan muy incómodas.
Las personas que tienen ansiedad por el teléfono suelen padecer un trastorno de ansiedad social (TAS), pero cualquiera puede ponerse nervioso con las llamadas telefónicas. Si te preocupa que las llamadas telefónicas te causen ansiedad, examina primero tus síntomas.